Deportes competitivos: cómo enseñar a jugar a los niños sin agresividad

No dejes que el deporte se convierta en algo más que un juego. Recuerda que, a pesar de ser una herramienta muy útil, no debe ser un argumento para que los niños se estresen de manera excesiva.
Deportes competitivos: cómo enseñar a jugar a los niños sin agresividad
Andrés Felipe Cardona Lenis

Escrito y verificado por el licenciado en educación física y deportes Andrés Felipe Cardona Lenis.

Última actualización: 14 enero, 2023

Enseñar a jugar a los niños puede entenderse como algo contradictorio, si se tiene en cuenta que el juego es la principal herramienta de aprendizaje de los más pequeños. Entonces, ¿por qué tendríamos que enseñarles?

Más allá de que aprendan a jugar como tal, lo que deben comprender los niños es que cada deporte cuenta con normas diferentes. Además, que la agresividad y la competitividad excesiva no tienen lugar en ninguna actividad, ya sea que se practique por diversión o se trate de una competencia deportiva.

Enseñar a jugar a los niños, el deporte y la infancia

El deporte es supremamente importante para el desarrollo físico y psicológico del ser humano. En la etapa de la infancia, va de la mano con el juego. Es por ello que debes prestarle mucha atención a la manera en como tus hijos lo desarrollan.

Durante la niñez, el deporte de competencia es implementado a través del juego mediante el cual el niño comparte con otros de su misma edad o de edades similares. Este escenario puede prestarse para que la competencia se torne malsana o agresiva. Más allá de los beneficios que ofrece, se hace necesario que supervises y percibas de qué manera lo lleva a cabo tu hijo. Recuerda que la práctica debe arrojar resultados positivos, no negativos.

Con el fin de tratar el exceso de estrés, los padres deben evitar ejercer presión sobre sus hijos. En caso de que sea el entrenador, se debe conversar con él acerca del tema o alejar al pequeño de la práctica.

Jugar sin ser agresivos

Las reacciones de los niños en el ámbito deportivo suelen ser diversas. Muchas de ellas están acompañadas de la agresividad, la rabia y la incomodidad. Usualmente, en este tipo de comportamiento influye el ejemplo o la crianza que han tenido.

Como madre debes prestarle excesiva atención a este tipo de comportamiento, ya que no solo afecta a los demás niños sino también a tus propios hijos. La agresividad puede evidenciarse mediante el juego e incluso puede irradiar en otros entornos. En primer lugar, debes detectar cómo es el comportamiento con relación a otros niños. Si impera la agresividad, procura recurrir al diálogo y conocer cuál es el detonante de este tipo de situaciones.

¿Hay estrés en el juego?

Uno de los principales beneficios de enseñar a jugar a los niños a través del deporte es la tranquilidad y la disminución de situaciones de ansiedad. Sin embargo, algunas prácticas deportivas pueden generar justamente lo contrario en los niños. Así, poder detectar si realmente se desencadenan episodios de estrés excesivo se hace relevante para poder enseñar a jugar a los niños en general.

Cabe aclarar que el estrés aumenta al realizar cualquier actividad, tanto en niños como en adultos. Este contribuye a mantenerse alerta en situaciones resolutivas o de toma de decisiones. No obstante, desencadenar un estrés excesivo es dañino para el organismo. Por lo tanto, si existe estrés durante el desarrollo del juego en el deporte, lo importante es que los menores controlen dichos niveles para que no se convierta en un problema.

Tratar los niveles de estrés

Generalmente, los niveles de estrés se desbordan en los niños debido a la presión que sienten. Se toman el deporte como una competencia de ‘vida o muerte’ y lo convierten en algo supremamente relevante donde lo único que importa es ganar. Esto no solo pasa por la creencia del niño y su manera de percibir el deporte, sino que también ocurre por la presión excesiva de sus entrenadores o sus padres.

Una alternativa es recurrir a actividades no deportivas en las cuales tus hijos sean actores principales. Por ejemplo, el manejo de la respiración y los paseos por la naturaleza u otros sitios de su agrado, pueden ser de gran ayuda.

Además, procura enseñarle a manejar una rutina diaria. No importa que no tenga que ver con el juego o el deporte. Por ejemplo, controlar sus deberes de manera programada puede evitar que los niveles de estrés aumenten considerablemente. Claro está, no se trata de hacer las cosas como un robot, sino de evitar las situaciones inesperadas que generan estrés.

Enseñar a jugar a los niños tiene que ver con inculcar que lo verdaderamente importante es participar y disfrutar del juego junto con los demás pequeños.

Fomentar la deportividad

Enseñar a jugar a los niños a través del deporte se resume en fomentar la deportividad. Esto quiere decir que los pequeños deben aprender a competir sin ver el deporte con el único fin de la victoria. Más allá de ganar o perder, deben comprender que ambos resultados son propios de la competencia y en diversas ocasiones tendrán que estar de un lado o el otro.

Enseñar a jugar a los niños y aprender con ellos

Es lógico que los niños deben aprender muchas cosas, de eso se trata la vida. Especialmente en una etapa en la cual apenas comienzan a construir hábitos y rasgos de personalidad. Sin embargo, los adultos también están en el deber de aprender a educar a sus hijos. Por ello, procura ver el deporte como una herramienta para forzar tus conocimientos y ayudar a tu hijo. Al final, el aprendizaje será de ambas partes. ¡No te arrepentirás!


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