¿Qué es la crianza distraída y por qué es tan peligrosa?

La crianza distraída es más peligrosa de lo que te puedas imaginar. Si te ocurre debes ponerle remedio desde ahora mismo.
¿Qué es la crianza distraída y por qué es tan peligrosa?
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 04 abril, 2023

No nos damos cuenta, pero ocurre. Loa crianza distraída se generaliza en la sociedad y los efectos a medio y largo plazo nos harán llevarnos las manos a la cabeza. Por eso, es momento de despertar. Pero, ¿a qué nos referimos exactamente? Te lo contamos a continuación.

Conoce qué es la crianza distraída

Cuando hablamos de crianza distraída hacemos referencia a esos padres que miran más el móvil o la tecnología que a sus propios niños. Si tienen la mente sumergida en la pantalla y sus pequeños requieren de su atención, son capaces de hablar mal a sus hijos solo para continuar lo que no pueden parar: mirar las pantallas.

Evidentemente, esto puede ocurrir de manera puntual y en este caso no sería una crianza distraída. Nos referimos a aquellas situaciones que se vuelven habituales. Es decir, cuando los padres solo miran la pantalla o la miran más que a sus hijos. Entonces, los menores llaman su atención y no la obtienen, por lo que se sienten en segundo plano de la vida de sus padres.

Digamos que la crianza distraída la dominan «smombies» o lo que es lo mismo: personas que no paran de mirar sus móviles incluso cuando andan por la calle. Esta situación se ha convertido en un serio problema. Por no apartar la mirada del móvil, la gente puede exponerse a serios peligros o hacer que otros sufran las consecuencias de sus distracciones.

Muchas veces, a los adultos nos preocupa que nuestros hijos estén siempre conectados, pero no miramos lo que hacemos nosotros. Solo imponemos sin ser un buen ejemplo para ellos.

Los efectos negativos de la crianza distraída

Por supuesto, la crianza distraída tiene efectos negativos que los padres deben conocer para poner remedio cuanto antes. De lo contrario, las consecuencias que vamos a comentarte a continuación te pillarán por sorpresa y ya será demasiado tarde.

Los niños no aprenden tanto de tus palabras como sí lo hacen de tus acciones. Por eso, es clave dar el ejemplo respecto del uso de la tecnología.

Es un mal ejemplo

En la actualidad, se sabe que usar la tecnología por demasiado tiempo afecta a la mente y, sobre todo, a los más jóvenes. No tiene sentido que les digamos a nuestros hijos que dejen las pantallas cuando nosotros no nos ponemos límites en ello.

No hay conexión emocional

Hay que desconectar para conectar, y esta es una gran realidad. Es fundamental trabajar la conexión emocional con nosotros mismos y con los hijos para conseguir conectar con ellos realmente.

Aunque estés en la misma estancia que tus niños, con la crianza distraída lo único que consigues es que te sientan como ausente, así estés delante de ellos. Esto hará que la pérdida de vínculo afectivo genere grandes heridas emocionales. De esta manera, tus pequeños también aprenderán a desconectarse de ti.

Los niños se sienten desplazados

Los niños se sienten desplazados y piensan que no son importantes para sus padres. Esto puede hacer que su autoestima se perjudique considerablemente. También, es probable que quieran llamar la atención con un mal comportamiento.

La comunicación familiar desaparece

La comunicación en la familia brilla por su ausencia cuando la crianza distraída se ha apoderado del hogar. Quizá no seas consciente de que coger el móvil hace que te desconectes del entorno. Las notificaciones también son un problema, sobre todo cuando se da prioridad a ver y responder esos mensajes antes que a las personas que tenemos delante.

En la crianza distraída, los padres están adictos al móvil y lo que los hijos dicen o hacen parece que no les interesa.

Consejos para evitar la crianza distraída

Tienes que desengancharte de las tecnologías y ofrecer a tus hijos una crianza consciente y atenta. Ellos deben sentirte presente y saber que son tu prioridad. Para ello, puedes seguir estos pasos:

  • Busca espacios en el hogar en los que no haya tecnología.
  • Pon límites al uso de la tecnología en casa y que sea igual para todo el mundo.
  • En los momentos de las comidas, prohíbe los móviles.
  • Presta atención a tus hijos, a la vida y disfruta de las pequeñas cosas.
  • Haz otras actividades que te conecten contigo y con tus hijos.

Reflexiona y actúa para cambiar

Si al leer estas líneas te has sentido identificado de algún modo, entonces, tienes que reflexionar y poner solución lo antes posible. Es fundamental que actúes para que volváis a ser una familia en la que la adicción a las pantallas no predomine. Por supuesto, conseguirlo es deber del adulto.

Es fundamental que las tecnologías o las pantallas no te hagan olvidar de lo importante que es la crianza consciente. Ten en cuenta que la crianza distraída solo hará que los niños crezcan y piensen que no son importantes. Y esto es algo que golpeará fuertemente su autoestima y les hará crecer con problemas emocionales.


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  • Bilbao, A. (2015) El cerebro del niño explicado a los padres. Editorial: Plataforma Actual

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