Cómo ayudar a organizarse a tu hijo

Como padre o madre, seguro quieres saber cómo ayudar a organizarse a tu hijo. Los hábitos de toda la familia deben estar acompañados de juegos, rutina y compromiso.
Cómo ayudar a organizarse a tu hijo
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Yamila Papa

Última actualización: 16 febrero, 2019

Si bien algunos padres siguen la máxima: “su habitación, su desorden”, otros buscan que los pequeños sean más organizados también en otras áreas de la vida, como la escuela. En este artículo te contaremos algunos consejos sobre cómo ayudar a organizarse a tu hijo en cualquier ámbito y lugar.

Tips para ayudar a organizarse a tu hijo

Ser organizado tiene muchas ventajas y es algo que debería aprenderse desde la infancia. Si quieres ayudar a organizarse a tu hijo y que sea más ordenado en su habitación, con sus objetos personales e, incluso, con sus tareas de la escuela, presta atención a estos consejos:

1. Dividan las tareas

Quizás para un niño, ordenar toda la habitación en una tarde es una tarea muy pesada. Entonces, para que ese ambiente esté organizado, vayan paso a paso. Por ejemplo: primero el escritorio, luego el armario y, por último, lo que está en el suelo.

Una sola tarea a la vez es lo que necesita el niño para poder concentrarse en lo que hace. No sirve de nada decirle “te toca limpiar” si no sabe a qué te refieres, ya que “limpiar” es una orden muy amplia.

2. Explica paso a paso

La mejor manera de ser organizado es entender los procesos y seguir cierto orden. Cada tarea tiene un inicio, un desarrollo y un final. Para que surta efectos, sería bueno cumplirla al pie de la letra. Por ejemplo, si la tarea es recoger las cosas de la mesa tras la cena, lo primero debería ser juntar los platos, luego arrojar los restos de basura al cesto, después colocar la vajilla en el lavaplatos y por último quitar el mantel.

3. Ayúdale

Una de las mejores maneras de ayudar a organizarse a tu hijo es involucrarte en el proceso. Esto no quiere decir que tú tengas que limpiar por él, pero sí que entre todos cumplan con las tareas. No hay que olvidar que el orden es un hábito que se adquiere con la práctica.

Cómo ayudar a tu hijo a organizarse.

4. Sé su ejemplo

Por otra parte, es fundamental que el niño vea a sus padres siendo ordenados y organizados. Recuerda que el ejemplo es la mejor enseñanza que podemos dejarle a nuestros hijos. Si ve que cuando terminamos de usar algo lo guardamos, lavamos o desechamos, él hará lo mismo.

No podemos pretender que los hijos sean ordenados si nosotros no lo somos en el día a día.

5. Hagan listas

¿Tus hijos se aburren durante las vacaciones? ¿No quieres que estén todo el fin de semana viendo la televisión? Entonces, armen listas de tareas que tienen que cumplir en determinado momento, por ejemplo, durante el receso invernal o un feriado.

Las listas pueden parecer aburridas o demasiado rígidas, pero lo cierto es que sirven para organizar mejor y terminar con las tareas. Incluso, pueden ordenarlas según la importancia o urgencia de cada una.

6. Conviértanlo en un juego

A ningún niño le gusta pasarse todo el día ordenando pero, si lo convertimos en un juego, puede ser algo mucho más divertido y ameno. Para ayudar a organizarse a tu hijo puedes, por ejemplo, inventar canciones para que vaya cantando a medida que ordena o hacer búsquedas de tesoros con cosas que quedaron fuera de lugar.

Familia limpiado unida.

7. Establecer rutinas

Aunque quizás la palabra “rutina” nos suene a obligación y a ser adultos responsables, lo cierto es que los niños también la necesitan. Esto incluye tanto el horario del almuerzo o de la siesta como también las tareas que realiza a diario.

Por lo tanto, armen un plan de tareas diarias o semanales y repítanlas. Puedes usar diferentes estrategias, como por ejemplo, calendarios, relojes, tablas, dibujos… ponlos en un lugar visible, como la puerta de la habitación o de la nevera… ¡Y todos cumplan con la rutina!

Para ayudar a organizarse a tu hijo es fundamental hacerle una especie de “seguimiento”. Esto quiere decir que no es solo decirle cuáles son sus obligaciones o tareas, sino verificar que las haya hecho. Y, si no las ha cumplido, analizar a qué se debe: “¿eran demasiado difíciles?” “¿Se ha quedado jugando a los videojuegos en vez de ordenar?” “¿No ha entendido la consigna?” “¿Necesitaba ayuda?” Entre todos pueden lograr más orden y organización en casa. ¡Merece la pena el esfuerzo!


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  • Trilla, J., & Novella, A. (2001). Educación y participación social de la infancia. Revista Iberoamericana de Educación.

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