Eres el niño más hermoso del mundo

Cada madre siente que su hijo es el más hermoso del mundo. Y esto no tiene que ver con su apariencia física sino con el amor que han traído a sus vidas.
Eres el niño más hermoso del mundo
Elena Sanz Martín

Revisado y aprobado por la psicóloga Elena Sanz Martín.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 19 mayo, 2020

Cuando supe que te tendría, mi corazón no cabía en mi pecho de tanta emoción. Tu papá y yo fuimos corriendo a contarles la noticia a tus abuelos; quienes, como nosotros, empezaron a amarte desde entonces. Mi embarazo fue realmente una dulce espera llena de maravillosos sentimientos, pero ninguno de ellos se compara a lo que sentí cuando te vi por primera vez; en ese instante supe que eres el niño más hermoso del mundo.

Llevé con extremo cuidado el control de mi embarazo y puede ver tu carita a través de los ecosonogramas que me practicaban cuando estabas dentro de mi vientre. Sin embargo nada se compara con nuestro primer encuentro, hijo.

Cuando te tuve en mis brazos y vi tu hermoso rostro lloré, me reí, te besé mil veces… estaba loca de amor por ti. Me parecía increíble que estuvieras aquí con nosotros, que pudiera sentir tu cuerpecito tibio, tu suave piel, tu adorable olor. ¡Creo que ese fue el mejor día de mi vida!

Recuerdo que recorría todo tu pequeño y delicado cuerpo con mi vista y también con mis manos. Te contaba los deditos de las manos y de los pies, te revisaba y me aseguraba a cada instante de que estuvieras bien.

Te miraba y me perdía en tu sonrisita tímida y tierna, esa que se te dibujaba mientras dormías. Nunca había visto una carita tan dulce, ni ojos tan bellos. Hasta tu llanto me parecía enternecedor. 

962bd1f76632c88151bfa3015b8454eb

Cambiaste mi mundo y mis conceptos

Desde que naciste mis prioridades cambiaron. Desde ese momento lo más importante en mi vida fuiste tú y solo tú, mi hijo hermoso. Me siento capaz de mover los cielos y la tierra si tú lo necesitas. No hay nada que no pueda hacer por ti, porque tú me has dado la fortaleza necesaria para superar cualquier obstáculo, cualquier reto, cualquier vestigio de cansancio.

Sé que todas las madres sienten que su hijo es el niño más hermoso del mundo, yo también lo siento así, no lo puedo evitar. Pero es que el hecho de que te considere el niño más bello que existe en la faz de la tierra no solo se trata de tu aspecto físico, tú eres hermoso por ser quien eres, por ser mi hijo.

Y cuando digo que cambiaste todo mi mundo no exagero. Es más, hasta puedo decir que transformaste mi concepto de amor y también mi concepción sobre lo que es hermoso. Más allá de tu belleza física, eres hermoso porque estás vivo, porque eres un niño sano, porque todos los días aprovechas todas tus posibilidades para aprender algo nuevo.

Eres hermoso porque te aferras a la vida con cada latido y con cada respiro. Y justamente cada inhalación tuya me da fuerzas para levantarme todos los días y hacer todo lo necesario para que desarrolles tus potencialidades.

“Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene”.

-José Martí, líder latinoamericano-

sonrisa de bebé

Hermoso es lo que siento por ti

Hermosos son los sentimientos que despiertas en mí. Nunca antes había sentido tanta entrega, tanta generosidad, tanta pasión, tanta ternura, tanto sosiego ni tanto desprendimiento. Desde que estás en mi vida mis deseos no son para satisfacer mis necesidades sino para asegurar tu bienestar. Me he vuelto mejor persona gracias a ti.

Y ahora también es hermoso nuestro porvenir porque tu presencia en nuestras vidas lo hace así. Cada día vale la pena porque tú existes; y aunque hayamos tenido un día extremadamente duro, ese mal sabor que a veces dejan las batallas fuera de casa se borra con solo oír tu voz o ver tu carita.

Tu revolucionaria presencia también ha afectado a la casa, que ha pasado de ser un apartamento bastante ordenado y limpio a ser un caos. La casa ahora está bastante descolocada, ya no existe el rigor del que nos solíamos vanagloriar.

El orden de los adornos que solíamos tener sobre la mesa ahora es insignificante. Pero es hasta mejor, porque las estatuas de cera que antes llenaban los espacios de la casa han sido sustituidas por teteros, pañales, ropita, mantitas y juguetes que nos recuerdan que aquí entre estas paredes habita el niño más hermoso del mundo: tú.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.