Enseña a tu hijo “La regla de Kiko”

Proteger a los menores de las agresiones sexuales es deber de todo padre. Que tu hijo conozca el cuento de “La regla de Kiko” significa tener un arma más para defenderse contra el abuso sexual
Enseña a tu hijo “La regla de Kiko”
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 21 diciembre, 2021

La regla de Kiko es un cuento infantil que se divide en 5 temas vitales para adiestrar a los niños contra el abuso sexual.

Como vivimos en un mundo donde coexisten el abuso sexual infantil y los derechos del niño de ser protegido contra este tipo de agresiones, el trabajo para que prevalezca este último objetivo social debe ser constante.

La regla de Kiko

Tu cuerpo es solo tuyo

La regla de Kiko muestra la importancia de que los padres enseñen a su hijo que su cuerpo le pertenece por completo y que nadie lo puede obligar a dejarse tocar si él no está de acuerdo.

Este cuento le indica al niño que el contacto físico lo tendrá con quien él desee, cuándo y cómo él quiera; pero que dentro de la ropa interior nunca se puede tocar y nadie tendrá el derecho de pedirle que lo deje verla.

Es preciso que el niño aprenda a evitar las personas con las cuáles no se siente cómodo, y más allá de ser educado con ellas, decirles que no y evadirlas cuando quieran acercarse.

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Buena forma de tocar, mala forma de tocar

Nuestro hijo debe conocer las zonas del cuerpo que nadie puede tocar, a no ser él mismo. Por eso hay que mostrarle abiertamente cuáles son esas partes privadas que nunca debe mostrar a otros aun cuando se lo pidan.

En este sentido resulta vital advertirle que tampoco debe consentir que otras personas les muestren sus genitales ni que le digan que los toque.

Hay que decirle que mamá, papá y cualquier persona que se encargue de su cuidado va a lavarle esas zonas durante el baño, pero que lo deberá hacer como mismo lava el resto del cuerpo.

Secretos buenos, secretos malos

El niño debe saber la diferencia entre un secreto bueno y un secreto malo, la regla de Kiko enseña eso. Un secreto malo es aquel que implica las zonas erógenas del niño o de cualquier otra persona, que agrupa conductas inapropiadas con las cuáles él no se siente a gusto.

Un secreto malo va a ser aquel que se le oculte a los padres porque esté relacionado con el contacto físico entre adultos y niños. A mamá y papá nunca se le oculta un secreto malo sino todo lo contrario, se le cuenta al instante. Nuestro hijo debe conocer esto.

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La prevención y la protección son responsabilidades del adulto

La comunicación padres-hijo debe ser constante y abierta, sin temas tabúes que evadir o postergar.

Al niño hay que hablarle sobre el sexo desde que es bien pequeñito, pues solo conociendo la sexualidad podrá decirnos o podremos detectar en su comportamiento si está siendo sometido a algún tipo de abuso sexual.

Un niño que es víctima de la violencia sexual se retrae, siente temor de lo que puedan pensar y hacer sus padres y hasta pueden pensarse culpables de que otra persona quiera “hacerle eso”.

Los adultos deben darle a su hijo todas las herramientas que encuentren para que pueda defenderse de la agresión sexual. Hacerle saber que en ellos debe confiar siempre y es a ellos a quienes debe acudir toda vez que sospeche que alguien no los trata como debe ser.

Conocer su red de seguridad

El niño, ayudado por sus padres, debe establecer su propia red de seguridad.

La red de seguridad estará compuesta por las personas que el menor desee, las cuáles quiera y a las que les tenga la suficiente confianza como para acudir a ellos cuando se sienta en peligro de abuso sexual.

Enseña a tu hijo “La regla de Kiko”

La regla de Kiko no debe ser enseñada solo cuando se sospeche que un niño esté sometido sino que debe usarse preventivamente para evitar cualquier tipo de violencia sexual.

El abuso sexual infantil es traumático y sus secuelas psicológicas pueden quedar para toda la vida. Ten presente eso.


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