¿Es malo si un bebé no gatea?

Determinar si es bueno o malo que un bebé no gatee puede ser complejo. Entérate qué tan importante resulta este hito motor para el desarrollo de tu hijo.
¿Es malo si un bebé no gatea?
Andrés Felipe Cardona Lenis

Revisado y aprobado por el licenciado en educación física y deportes Andrés Felipe Cardona Lenis.

Última actualización: 14 noviembre, 2021

Si tu bebé no gatea es probable que ocurra alguna situación fuera de lo común, pero ¿es acaso algo malo?

En experiencia personal de muchas familias, el gateo sobresale como una de las etapas más relevantes en el desarrollo psicomotor de los niños. De hecho, mucha gente conoce que primero los bebés suelen reptar, luego gatear y finalmente, caminar. Pero cuando un pequeño se saltea la etapa intermedia se genera cierta preocupación en sus cuidadores.

Por todo esto, hoy te invitamos a conocer qué tan importante es este hito del desarrollo motor y qué representa su ausencia.

“Mi bebé no gatea”

Como madre es normal que te alertes si tu bebé no gatea. Lo primero que se viene a tu mente es que algo malo sucede con tu hijo o que su proceso de desarrollo psicomotor está atrasado.

No obstante, una de las razones fundamentales por las que tu pequeño aún no gatea es porque no se encuentra listo para hacerlo. Recuerda que el proceso de aprendizaje es diferente en todas las personas y que muchos factores entran en juego.

Presta atención a los siguientes consejos e implementa todos los que sean necesarios.

No compares su proceso

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Relacionarse con otros padres es normal y sirve para compartir vivencias, consejos y recomendaciones. Pero dicha relación lleva también a observar constantemente a los bebés ajenos, tanto en su desarrollo como en su comportamiento. Entonces, es probable que con el paso del tiempo empieces a comparar a tu hijo con los de los demás.

Si percibes que los otros niños gatean sin problema y que tu pequeño aún no lo hace, seguramente te preocupes. No obstante, lo primero que debes hacer es evitar este tipo de comparaciones y consultar con tu pediatra qué es lo esperable para esa edad. Así mismo, no tienes que forzar a tu bebé más allá de sus posibilidades solo porque otros ya han adquirido ese logro.

Estimúlalo, pero no lo obligues

Como madre puedes estimular al bebé en varios aspectos, sobre todo para fortalecer las diferentes estructuras musculares y esqueléticas. Sin embargo, el objetivo de estimularlo se centra en ayudarlo a lograr las metas por sí mismo. Y para eso, debes tener paciencia e ir con calma.

No puedes ni debes obligar a tu bebé a realizar algún movimiento que no desea hacer. Lo ideal es motivarlo a movilizar sus brazos, sus piernas y su cabeza para contribuir al fortalecimiento muscular y no para que gatee más rápido. Puedes implementar juegos o ejercicios con juguetes, los cuales contribuyen a fomentar el desplazamiento del pequeño por el espacio.

Recuerda tener paciencia y dejar que él mismo decida cuándo poner fin a la actividad. Espera un rato antes del siguiente ejercicio y si tu hijo no demuestra interés en seguir, postérgalo para mañana.

Evita la sobreprotección

La importancia del gateo para el desarrollo físico y psicológico del niño radica en que este tipo de movimiento le permite explorar el entorno por sus propios medios.

Los bebés nacen con la necesidad de interactuar con aquello que los rodea y conocer cómo funcionan los objetos. Por eso, al encontrarse en el suelo, es necesario moverse para lograr su objetivo.

Si eres una madre temerosa o un tanto sobreprotectora, es probable que limites la iniciativa de tu bebé por gatear o reptar. Por eso, es importante que reflexiones acerca de tus propias actitudes con respecto a los cuidados de tu hijo antes de sospechar que tiene algún problema en su desarrollo.

Acepta las técnicas de gateo poco usuales como equivalentes

Existe la probabilidad de que tu bebé sí gatee, pero lo haga de una manera poco convencional. Debes comprender que, aunque la etapa de gateo se encuentre dentro de la secuencia de los hitos motores, la manera de ejecutar este desplazamiento no está predeterminada.

Algunos bebés gatean uniformemente y otros no, pero el aspecto fundamental es que logren desplazarse por el entorno y tengan la posibilidad de explorarlo libremente.

¿Qué pasa si el bebé no gatea?

A pesar de que el gateo se considera una parte importante del desarrollo psicomotor, muchos bebés pasan directamente del arrastre a la deambulación (caminata en dos pies). Incluso, los bebés que se saltean la etapa del gateo sin otra alteración en su desarrollo, maduran sin consecuencias negativas a nivel psicológico y motor.

Tal y como se mencionó anteriormente, lo verdaderamente importante es que el bebé consiga alguna manera de desplazarse por sí solo, con el fin de interactuar con el entorno en el momento en el que así lo desee.

Sin embargo, según una publicación del Acta de Investigación Psicológica, el gateo puede guardar una estrecha relación con el desarrollo psicomotriz del ser humano. Dicha investigación ofrece una serie de datos y resultados relevantes, los cuales deben ser comprobados en profundidad por medio de estudios en diversos entornos sociales.

Niña aprendiendo a gatear en el suelo.

Si el bebe no gatea, no te preocupes

El desarrollo psicomotor mantiene una estrecha relación con el movimiento muscular del niño, pero no específicamente con el gateo. Esto no quiere decir que no sea importante, sino que no es un hito madurativo fundamental.

Por lo tanto, todo niño que sea estimulado constantemente y pueda moverse de manera autónoma, probablemente contará con un desarrollo psicomotriz adecuado.

Sin embargo, en caso de que tengas dudas sobre el tema, te aconsejamos aclararlas con el pediatra de cabecera.


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