¿Anestesia epidural o raquídea, cual es la diferencia?

Si comienzas a proyectar el momento de tu parto, debes tener en cuenta las anestesias disponibles para disminuir el dolor. Tanto la anestesia neuroaxial, como la epidural o raquídea se colocan en diferentes lugares, demoran distinto tiempo en hacer efecto y requieren cuidados posteriores. Conoce acerca de ellas.
¿Anestesia epidural o raquídea, cual es la diferencia?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 10 octubre, 2016

Existe una gran diferencia en los tipos de anestesia neuroaxial, pero también hay confusión en este caso. La anestesia epidural o raquídea son fármacos manipulados por un anestesiólogo. Este médico se encarga de aplicarlas por medio de inyección en la columna vertebral o a su alrededor para bloquear o insensibilizar el dolor en el cuerpo.

En los casos más conocidos, la anestesia epidural sirve para evitar el dolor en el parto. Sin embargo, la epidural o raquídea se pueden utilizar en operaciones en la zona del abdomen, pelvis, piernas o pies. Estas anestesias al aplicarlas, el paciente queda despierto. Son llamadas también, peridural y espinal.

Como sabemos dentro de la columna vertebral, en su canal semicentral está la medula espinal, que va recubierta por varias capas. En tal sentido, es indispensable saber que estas anestesias se utilizarán en dos lugares específicos. Uno es dentro de la duramadre donde hay líquido cefalorraquídeo, y el otro fuera de ella, donde permanece siempre seco.

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Anestesia  epidural o raquídea, según sus diferencias

  • Lugar. La anestesia epidural se le introduce al paciente por fuera de la duramadre, es decir, en la capa más gruesa de las que cubren la médula espinal. En cambio la raquídea, se administra al paciente en el espacio raquídeo, como su nombre lo indica, dentro de la duramadre.

Otra diferencia del lugar de donde se le administra al paciente es que la epidural se coloca  en la capa que ya está seca. Por su parte, la raquídea se le coloca en un lugar húmedo. Es decir, hay que esperar que salga un poco de líquido para asegurar si ya la aguja entró dentro de la duramadre para colocarlo.

  • Tiempo. La epidural es mucho más lenta, debido a que demora alrededor de 20 minutos en hacer efecto. Sin embargo, es de largo efecto y se utiliza mayormente en parto normal. En cambio la raquídea es muy rápida, tarda solo segundos en hacer efecto. No obstante, su duración es limitada y se utiliza para la cesárea.
  • La cantidad. Según lo dicho anteriormente, la capa de duramadre es muy gruesa y resistente. Por esta razón, la anestesia epidural necesita mayor cantidad para lograr el objetivo final. Mientras que la cantidad de anestesia raquídea es poca porque va directamente dentro de la duramadre, bañando la médula espinal.
  • El grosor del troncar. Para suministrar la anestesia epidural se necesita un troncar más grueso, frecuentemente se deja un catéter en el lugar. Por lo tanto, se debe administrar el medicamento en dosis repetidas para manejar los dolores prolongados. Se utiliza comúnmente en los trabajos de parto por esta razón.

En la raquídea se utiliza un trocar menor que la epidural, el anestesiólogo inyecta dentro del líquido de la médula espinal que por lo regular solamente se hace una vez. De esta manera no se necesita un catéter, pero durante el procedimiento se deben revisar los niveles de oxígeno en la sangre, el pulso y la presión arterial.

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La anestesia epidural o raquídea requieren cuidados posteriores

Después de un parto u operación, con la anestesia epidural el paciente estará en cama hasta recuperar fuerzas en las piernas para caminar de forma segura. En el caso de la anestesia raquídea se debe dejar al paciente en cama varia horas para evitar el dolor de cabeza. También se sabe que ambas anestesias pueden causar nauseas, mareos o cansancio.

Aunque estas dos anestesias son muy seguras, la anestesia epidural o raquídea pueden causar otras complicaciones como las siguientes.

  • Hernias en la zona de la colocación
  • Alergia a la anestesia
  • Preeclampsia, hipertensión elevada
  • Dolor de cabeza fuerte
  • Dificultad al orinar
  • Daños en el sistema neumológico
  • Caída de la presión arterial

Aclarar muchas dudas ayudará a que la operación o el parto sean más seguros, rápidos y sin ningún tipo de riesgo. Es recomendable hacer todas las preguntas necesarias al médico especialista que tratará la situación.

 


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.