Estudios revelan que la fibra soluble que contiene el plátano se fermenta en el intestino y confiere energía a las bacterias del tubo, dando lugar a un proceso de digestión idóneo.
La gran cantidad de carbohidratos que posee hace que la energía aumente para que los niños desempeñen innumerables actividades.
La hipertensión no es un problema en los niños. Sin embargo, resulta fundamental orientar buenos hábitos desde la niñez. En efecto, el potasio del plátano favorece la regulación de la presión sanguínea.