La merienda de los niños es una comida que requiere de gran cuidado, ya que se suelen incluir productos ultraprocesados y con exceso de azúca que son perjudiciales para la buena salud.
Contienen vitaminas, minerales y antioxidantes imprescindibles para el desarrollo.
Para este caso, daremos un valor preciso que ha sido exhibido en un estudio de Annals of Nutrition & Metabolism. Son necesarios 1,5 g de proteínas por cada kg de peso que tengan los pequeños.
No son recomendables ni los zumos ni los refrescos. La hidratación (entre 1,5 litros y 2 según la edad del niño) favorece el funcionamiento perfecto del cerebro.
Tortas de arroz con crema de cacahuete y una fruta.
Yogur entero con avena y piña picada como complemento.
Frutos secos y arándanos.
El equilibrio saludable es el objetivo. ¡Comer bien es crecer aún mejor!
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