Riesgos de no detectar enfermedades reumáticas en la infancia
Las enfermedades reumáticas no son muy comunes en la infancia, pero cuando aparecen podrían dejar graves secuelas si no se diagnostican a tiempo. Por lo general, este tipo de problemas es tratado en consultas pediátricas de atención primaria donde la detección podría tardar un poco.
No obstante, los expertos aseguran que los problemas reumatológicos que se presentan en la infancia podrían ser graves en el futuro, por lo cual es una obligación que sean diagnosticados en la infancia para evitar consecuencias. Se tiene entendido que el factor genético es primordial en estos casos, por lo cual el diagnóstico podría anticiparse a los seis meses de edad.
Datos actualizados revelan que cerca del 50% de los niños que no fueron diagnosticados a tiempo en la infancia, presentaron deficiencias funcionales en la adultez, las cuales evidentemente son secuelas del trastorno. Para favorecer el pronóstico de estos niños, es muy valiosa la información y conocimientos que puedan adquirir padres y pediatras sobre el tema.
¿Por qué se retrasa el diagnóstico de enfermedades reumáticas?
Los primeros síntomas relacionados con enfermedades reumatológicas son tratados en primera instancia en la consulta pediátrica, es allí donde aparece un primer diagnostico; sin embargo, no todo el tiempo el profesional cuenta con la información para practicar los exámenes especiales. Existe un reconocimiento estándar para detectar problemas reumáticos, por ejemplo, se exige la práctica de anamnesis y la exploración física.
Las pruebas de diagnóstico solo se aplican cuando existe sospecha de afección reumática, por eso, un solo profesional no puede ser el encargado de esta labor. En ocasiones la detección falla porque no existe suficiente preocupación por la enfermedad, esto debido a que no es muy común en los niños o por falta de información al respecto.
En tal sentido, lo que se estima es una verdadera preocupación del pediatra por descartar posibles enfermedades a nivel reumatológico para que se practiquen las pruebas. De manera que, con una sencilla remisión a un especialista se podrían evitar daños futuros.
Por lo general basta con revisar que el aparato locomotor no esté comprometido con mialgias, dolor articular o artritis; esto se prueba por medio de la anamnesis, que puede extenderse a revisión cutánea y cardiovascular. Más adelante, una exploración física y la oportuna petición de pruebas complementarias pueden mejorar la probabilidades de éxito en el diagnostico y potencial tratamiento.
Problemas reumáticos podrían afectar al niño a corto plazo
Los profesionales en esta especialidad pueden garantizar un diagnóstico oportuno, pero esto no sucede cuando se atiende al niño a nivel primario ante personal menos capacitado en este tema. Es importante afianzar las estrategias que lleven a un diagnóstico temprano, pues las secuelas pueden hacerse evidentes en la juventud o en periodos cortos después de aparecer la enfermedad.
Cuando existe predisposición genética, la detección es obligatoria antes de que el pequeño cumpla seis meses. Además, es importante el interés de los padres por asegurar un diagnóstico en las dependencias de medicina reumatológica pediátrica; esto para garantizar el inicio de un tratamiento oportuno.
El jefe de la Unidad madrileña de Reumatología del Hospital Infantil Universitario Niño Jesús, Juan Carlos López Robledillo ha expresado su conformidad con el elevado número de casos que ha logrado mejorar su pronóstico luego de la oportuna detección. Sin embargo, aún le preocupa que no haya habido un seguimiento que permita revertir definitivamente los síntomas, en este particular, asegura que abandonar el tratamiento reactiva de inmediato la enfermedad.
Principales enfermedades reumáticas en los niños
Las enfermedades del espectro reumatológico pueden expandirse en grupos y subgrupos de la misma categoría, por lo cual es difícil abarcarlas todas. No obstante, a continuación presentamos una clasificación clínica estándar de los padecimientos determinados para la población pediátrica.
- Enfermedades osteomusculares inflamatorias. Estas comprenden las espondiloartropatías y artritis idiopática juvenil, las cuales a su vez se dividen en distintos subgrupos clínicos.
- Fibromialgia
- Síndrome de dolor musculoesquelético nocturno
- Distrofia simpático-refleja
- Osteoporosis
- Síndromes autoinflamatorios
- Conectivopatías. En esta categoría se encuentran el lupus eritematoso sistémico, la dermatomiositis, enfermedad de sjögren y esclerodermia
- Esta podría reflejarse en otros grupos como la poliarteritis nodosa, arteritis Takayasu, síndrome de Behçet, granulomatosis de Wegener, entre otras.