¿Pueden las redes sociales aumentar la inseguridad de los padres?
Las redes sociales pueden dar lugar a comparaciones entre personas, algo que puede hacer que tanto madres y padres tengan sentimientos negativos hacia sus propias vidas. En la actualidad muchas madres y padres hacen fotografías a sus pequeños con luces y vestimentas perfectas para compartirlas en las redes sociales y esperan pacientemente (o no) las interacciones que tiene esa imagen entre sus contactos.
Quizá a ti también te pase y compruebes los ‘me gusta’ e interacciones que ha tenido la imagen, pero de repente, te das cuenta de que alguien de tu familia o un amigo en particular no ha dado a ‘me gusta’ a la imagen. Esto puede ser motivo de duda entre tu relación y la persona que no interacciona con esa imagen tan perfecta que has hecho a tu bebé.
Puede parecer una escena ridícula, pero cada vez es más común que padres y madres compartan imágenes de sus hijos o de sus vidas en las redes sociales esperando interacciones, al menos, de sus amigos y familiares más cercanos. Los padres utilizan con frecuencia las redes sociales, algunos las usan más que otros… Pero puede haber un impacto en la salud mental real de los padres.
Qué hay detrás de la necesidad de publicar
¿Por qué una madre o un padre ocupado y agotado utiliza las redes sociales para mostrar una vida que en muchas ocasiones es irreal a su realidad? ¿Por qué malgastan el tiempo en las redes sociales en lugar de pasarlo y disfrutarlo en familia? ¿Por qué se da tanta importancia a las reacciones e interacciones de otras personas a los estados y publicaciones?
Muchas personas (padres y madres) sienten la necesidad de conectar con otros, de que otros aprueben su vida y de sentirse querido/a por otros. Las redes sociales están llenas de mensajes entre personas y no se es la primera persona que pone fotografías de sus bebés o hijos para que otros las valoren (es muy importante tener una buena configuración de privacidad).
Cuando aparece la decepción
En ocasiones el orgullo puede convertirse en decepción tanto para padres como para madres. Hubo un estudio que siguió a 182 parejas que esperaban a su primer hijo y les evaluaron en su primer año en la transición a la paternidad. Cuando sus bebés tenían nueve meses se encuestaron a las madres y a los padres sobre el uso de redes sociales en los primeros meses de su vida en paternidad.
En este estudio se mostró que las madres eran las que pasan más tiempo en sitios de redes sociales y son las que más fotos y vídeos publican de sus bebés en estos medios. Para algunas de estas mujeres, les preocupaba mucho que otros validaran su identidad como madres para que pensaran que eran madres perfectas por estar más activas en las redes. Las madres tenían reacciones emocionales fuertes cuando no había muchos ‘me gusta’ o interacciones en las fotos de sus hijos o familia.
El uso desmesurado de las redes está asociado a síntomas depresivos y parece que también ocurre en los primeros meses de paternidad. Las madres son más propensas a buscar la validación externa a su identidad en la maternidad y se muestra perfeccionistas en la crianza. Esto les hacía tener pensamientos depresivos cuanto más usaban las redes. Además, un mayor uso de las redes también está asociado a un mayor estrés parental.
Las odiosas (e inevitables) comparaciones
Existe un estudio que evaluó a 721 madres, donde Sarah Coyne de la Universidad Brigham Young y sus colegas informaron que las madres que se comparaban con otras madres en las redes sociales se sentían más deprimidas, se exigían más y se sentían menos competentes en su tarea como madre.
Estos autores observaron que las personas tienden a describirse a sí mismos de una manera muy positiva en las redes sociales para ser mejor aceptados por otros, aunque no sea real (o no del todo) lo que están diciendo. Pero las madres que lo ven sienten que es cierto y se sienten presionadas a ser perfectas en su tarea de madre y sienten envidia, decepción y tristeza al creer en ‘las vidas perfectas’ (pero en muchas ocasiones irreales) de otras madres.
Por tanto, una madre que dedica demasiado tiempo a las redes sociales, puede sentir inseguridad en su papel como madre, sin darse cuenta que ella, ya es la mejor madre. Desconectar de tanta conexión a veces, es lo más saludable para cuidar la salud mental y emocional. Las redes sociales solo muestran lo que otros quieren mostrar, maquillando esa realidad.