El peligro de decirle a los hijos que pueden con todo
Reconocer las fortalezas de los hijos resulta fundamental para contribuir en la confianza en sí mismos. Los niños necesitan que sus padres les transmitan seguridad y motivación en las cosas que hacen. Sin embargo, el exceso de este tipo de frases puede ser perjudicial. Sigue leyendo y conoce más sobre el peligro de decirle a los hijos que pueden con todo.
Decirle a un pequeño «tú serás capaz de hacer todo lo que te propongas» suena muy bonito e incluso tiene cierta coherencia. Pero recurrir excesivamente a los comentarios positivos puede derivar en efectos contrarios a los esperados. Es cierto que para que una persona logre un objetivo es importante que esté convencida de que puede hacerlo. Pero, decirle a un niño que todo lo que quiere está a su alcance puede originar más problemas que soluciones.
Impulsar a los niños y estimular su confianza
Así como nos sucede a los adultos, los niños también necesitan de motivación externa. En este sentido, se espera que las figuras de cuidado y protección puedan brindarles ánimo a través de las acciones y las palabras.
En el momento en que un pequeño monta por primera vez su bicicleta sin ruedas de apoyo, esperará que el adulto que lo acompaña le transmita confianza y le exclame frases como « ¡Vamos!, ¡tú puedes!». Esto le hará coger valor para intentar mantener el equilibrio. De la misma manera, se sentirá más seguro cuando oiga a su madre alentarlo desde las gradas mientras juega un partido de fútbol.
Los niños se enfrentan a desafíos diariamente. Están en aprendizaje continuo, ponen a prueba sus capacidades y adquieren otras nuevas. También, cometen errores, cuestión inevitable del crecimiento. Es evidente que una autoestima fuerte está conformada, entre otras cosas, por los mensajes positivos recibidos desde el exterior.
Abusar de los comentarios positivos puede ser peligroso
Ahora bien, hacerle creer a un niño que todo es posible no siempre es conveniente. Hacer un uso indiscriminado de los comentarios positivos puede resultar verdaderamente peligroso para su salud mental. A lo mejor te preguntas por qué un mensaje aparentemente beneficioso podría resultar nocivo para la mente de los hijos.
Lo que sucede es que así construyen creencias poco flexibles, que les harán sacar conclusiones apresuradas. Por ejemplo, si pensar que pueden hacer todo lo que se propongan se instala con fuerza, a la primera que no puedan cumplir con una meta sentirán que hay algo malo en ellos. Sin embargo, deben aceptar que el fracaso es parte de la vida. En simples palabras, no estarán preparados para tolerar la frustración.
«Cualquier intento de escapar de lo negativo —evitarlo, sofocarlo o silenciarlo— fracasa. Evitar el sufrimiento es una forma de sufrimiento. La negación del fracaso es un fracaso».
– Mark Manson –
A su vez, hacerle creer a un niño que es capaz de hacer todo lo que se proponga esconde un mensaje encriptado: si no logra algo, es porque no se ha esforzado lo suficiente. Y la verdad es que es poco justo considerar que el 100 por ciento de los resultados depende del propio sacrificio.
El valor de la vulnerabilidad
Todas las personas tenemos limitaciones. Todos contamos con aspectos cognitivos, físicos, psicológicos o contextuales que condicionan o restringen nuestras metas. Por ende, hay cosas que escapan de nuestras manos. La vulnerabilidad es inherente al ser humano y negarla no nos hará más fuertes, sino menos reales.
En cambio, si les transmitimos que todas las personas tenemos ciertas limitaciones, entenderán que el hecho de que algo no les salga bien no los hace menos valiosos. También, reconocerse vulnerable es condición sine qua non para ser capaces de pedir ayuda. Para ello, hay que aceptar que uno no puede hacer todo solo. Entonces, abusar de los comentarios positivos puede llegar a ser muy peligroso, ya que debilita la idea de que pedir ayuda está bien.
¿Cómo evitar que enunciar comentarios positivos sea peligroso para nuestros hijos?
Los mensajes positivos son una raíz fundamental para una autoestima saludable. Sin embargo, el exceso de ellos, la hace trastabillar. Entonces, ¿qué hacemos? Bien, siempre la alternativa más beneficiosa va a ser tender hacia el equilibrio.
Para alcanzar el punto medio, es importante recurrir a los elogios y comentarios motivacionales con cautela y prudencia en los momentos oportunos. Además, es fundamental comprender no solo que nuestros hijos no son capaces de hacer todo, sino que tampoco necesitan serlo.
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- Kosma, A. Negar en la era del rendimiento y de la positividad.
- Roa García, A. (2013). La educación emocional, el autoconcepto, la autoestima y su importancia en la infancia. Edetania, (44), 241-257.
- Silberstein, D. (2009). Reafirmar la autoestima de nuestros hijos. Ediciones Lea.