Parto humanizado: ¿de qué se trata?
El parto humanizado o respetado hace referencia a la atención que brinda el sistema de salud a la madre y al niño en el momento del parto. Su máxima es respetar los tiempos fisiológicos de la mujer para así lograr que el momento del parto sea lo menos traumático posible.
A diferencia de lo que se pueda pensar en primera instancia, el parto humanizado no está en contra de los procedimientos quirúrgicos (como la cesárea) ni la medicación. Simplemente procura evitar recurrir a estos de forma excesiva, lo cual viene a seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.
La cultura de la evasión del dolor
En general, las mujeres le tienen miedo al parto o, mejor dicho, a sentir dolor durante el mismo. Se trata de algo muy común puesto que la sociedad se ha encargado de difundir todo tipo de prejuicios. Así, se ha hecho creer a muchas personas que el dolor es tan insoportable que la sedación resulta indispensable.
La cultura de la evasión del dolor es persistente en la sociedad actual. Se le huye constantemente al dolor y se admiten todo tipo de intervenciones en los procesos naturales. Y si bien algunas pueden ser beneficiosas en ciertos casos, llevar a la madre a un punto de aletargamiento en el que apenas puede darse cuenta de que ha nacido su hijo, no es lo más adecuado.
En muchos casos, cuando nace el bebé, la madre está tan aletargada que no puede recibir a su hijo en brazos. Sin embargo, en un parto humanizado la mujer puede estar consciente de todo lo que sucede en su cuerpo y a su alrededor, y por supuesto, recibir a su bebé.
Mientras más humanizado, mejor
Los expertos en el parto humanizado subrayan que la mujer que va a dar a luz necesita cierta atmósfera de intimidad, de seguridad física y emocional para poder vivir la experiencia, sin traumas.
También comentan que cuando no hay intimidad, o bien la mujer se siente amenazada, el trabajo parto se detiene; esto sucede porque las hormonas del estrés (como la adrenalina) inhiben a las hormonas del parto, entre las cuales se encuentra principalmente la oxitocina.
Entonces, en líneas generales, el parto humanizado viene a ser aquel en el que la mujer puede tener al lado a su pareja o familiar de confianza a lo largo del proceso, en un perfecto estado de conciencia y en el que además, recibe un trato amable por parte del personal que la atiende.
Un entorno amable, en el cual la madre pueda sentirse respetada y apoyada, le ayudará a sentirse más segura y en control de su cuerpo a lo largo del proceso.
Características del parto humanizado
- Reconocer en padres e hijos a los verdaderos protagonistas del proceso.
- No intervenir o interferir en el parto, a menos que exista algún riesgo.
- Respetar la intimidad del entorno durante el parto y el nacimiento.
- Respetar la elección de la mujer, de la(s) persona(s) que la acompañará(n) en el parto. Pareja, familiares o amigos.
- Reconocer y respetar las necesidades de cada pareja en relación al modo en que desean vivir la experiencia.
- Promover el vínculo entre la pareja y el equipo de asistencia profesional.
- Favorecer la libertad de posición y movimiento de la mujer durante todo el trabajo de parto, ya sea de un parto en cuclillas, en el agua, semisentada, o como desee.
- Cuidar el vínculo inmediato de la madre con el recién nacido y evitar someter al niño a exámenes innecesarios.
Los expertos consideran que es importante que la madre pueda sostener a su hijo en brazos al menos unos minutos, antes de que lo trasladen a la unidad de neonatología. Por ende, el parto humanizado no favorece la separación de la madre y el bebé sin que antes puedan conocerse.
Conclusión
Un parto humanizado procura darle valor tanto a la salud como el bienestar de la madre y el bebé; para ello, se enfoca en brindar un trato humano, teniendo siempre en consideración las necesidades y deseos de los protagonistas del proceso.
Te podría interesar...