Molestias digestivas en el embarazo
Las molestias digestivas como otros tantos malestares son comunes durante la gestación. Si bien la mujer embarazada no cambia por completo en esta nueva etapa comienzan a surgir trastornos hasta el momento desconocidos.
Para que te pongas al tanto de cuáles son las molestias digestivas en el embarazo, te tranquilices y saques de tu mente la interrogante de ¿a partir de ahora mi vida va a ser así? Te ofrecemos estos apuntes.
¿Cuáles son las molestias digestivas más comunes durante el embarazo?
Los problemas más frecuentes durante el embarazo, según un estudio publicado en Gastroenterology Clinics of North America, son los siguientes:
- Digestiones lentas y pesadas.
- Vómitos.
- Asco y repugnancia.
- Estreñimiento.
- Acidez.
¿Todas las embarazadas las padecen?
Es posible. Aunque hay quien nunca se queja de ninguna de ellas las molestias más comunes durante la gestación son las digestivas, además de la inflamación en las piernas y el dolor sacrolumbar. No obstante, todas ellas, por lo general, pueden sobrellevarse.
¿Se pueden prevenir?
En su mayoría no, aunque siempre puede tomarse alguna que otra medida para “sufrir” menos.
Para prevenir la acidez es recomendable que la embarazada elimine los alimentos ácidos, grasos y picantes; coma despacio, no se acueste inmediatamente después de comer y evite las bebidas gaseosas.
En el caso del estreñimiento podrá defecar mejor si se hidrata más e incluye más fibra a su dieta como la que se encuentra en los frijoles. Igual es bueno que deje de comer alimentos astringentes como la guayaba verde. Hay que tener en cuenta que la fibra ha demostrado sus efectos a la hora de prevenir dicha situación.
Si tiene una digestión lenta es mejor que respete los horarios de comidas y nunca se pase en la cantidad a ingerir.
El aparato digestivo de la embarazada funcionará mejor si incluye más cantidad de frutas y verduras a su dieta diaria. Pero, repetimos, aun cuando se tomen muchas medidas, ninguna gestante está exenta de padecer las molestias digestivas antes citadas.
A pesar de la incomodidad y los malos ratos que me hacen pasar ¿Cuándo debo preocuparme por ellas?
Cuando por dichas molestias dejes de alimentarte correctamente, comiencen a influir en tu estado emocional, o se tornen insoportables de tolerar.
En tal caso deberías acudir con tu ginecólogo y plantearle abiertamente tu problema. Él sabrá cómo aconsejarte y dado que lo necesites te prescribirá algún fármaco que te alivie.
Recuerda: debes evitar automedicarte, pero estando embarazada el “debes evitar” hay que convertirlo en un “jamás”.
He escuchado que algunas molestias digestivas no terminan hasta el alumbramiento ¿es cierto eso?
Hay malestares como las náuseas y los vómitos que son frecuentes, solo duran los 3 primeros meses del embarazo; sin embargo, a algunas embarazadas este tiempo se les prolonga un poco más y a otras, efectivamente, les dura hasta que dan a luz. Todo depende de la actividad hormonal de cada una.
Así mismo pasa con el estreñimiento. Hay embarazadas que durante toda la gravidez tienen problemas para defecar. Algo que solo se revierte luego del parto.
¿Qué otros cambios relacionados con el aparato digestivo y la dieta surgen durante el embarazo?
Además de los trastornos que hemos venido citando a lo largo de este post, existen otros cambios que aparecen con la gravidez como la necesidad de comer a deshoras o el deseo voraz de ingerir mayor cantidad de alimentos.
Otros de los muchos que se presentan son:
- Cambios en los gustos de los alimentos.
- El antojo.
A continuación te hablaremos sobre ellos.
Cambios en los gustos de los alimentos
Los cambios en los gustos durante la gestación tienen que ver directamente con las hormonas. En esta etapa los sentidos del gusto y el olfato se agudizan y esto hace que olores que antes no te eran llamativos ahora te atraigan como la abeja a la miel.
El antojo
El antojo es ese deseo frenético de comer algo “en este mismo momento”.
Con un antojo no hay medias tintas. No vale eso de: te lo traigo ahorita, déjame terminar de ver el partido de fútbol…, toda vez que se presenta un antojo hay que correr, porque es en ese instante cuando la embarazada se convierte en una niña pequeña que arma pataleta si no es complacida (al menos así son algunas, o mejor dicho, somos algunas).
Un antojo puede tomarse como la antítesis de las molestias digestivas citadas anteriormente. Si aquellas son sumamente desagradables, tener un antojo y satisfacerlo es lo más delicioso del mundo.
Molestias digestivas en el embarazo, un mal frecuente
Te invitamos a dejar un comentario sobre las molestias digestivas que tuviste durante tu embarazo y cómo las aliviaste. De paso, nos encantaría que nos hablaras sobre algunos de tus antojos.