La microbiota del recién nacido
Es probable que al escuchar hablar de la microbiota del recién nacido lo relaciones con la vida, y en cierto modo así es. La microbiota se adquiere al nacer de forma natural y llega a cumplir una función determinante en los intestinos. Pero no solo allí, también están en nuestra boca, piel, vías respiratorias y tracto urinario.
¿Cómo se adquiere la microbiota?
Se desarrolla en el organismo del bebé a partir del contacto o, en términos médicos, ‘contaminación’. Por ejemplo, al nacer de forma natural pasamos por el conducto vaginal de nuestra madre, lo que hace que entremos en contacto directo con bacterias. Lo mismo ocurre cuando el bebé se alimenta del pecho de su madre o cuando roza su piel. Ese contacto impregna al recién nacido de bacterias que harán su función.
Importancia de la microbiota
La microbiota del recién nacido prepara al intestino de tu bebé para la entrada de otras bacterias y antígenos a los cuales se expondrá después de nacer. Es, por tanto, un mecanismo de defensa que estimula a desarrollar el sistema inmune:
- Ayuda al sistema inmune del bebé a reconocer nuevas sustancias para que no hiperreaccione ante su presencia.
- Desarrolla una protección para evitar infecciones de patógenos no reconocidos.
¿Cómo funciona la microbiota en los bebés?
A medida que crece, además de la leche materna tu bebé necesitará ir probando otros alimentos de acuerdo con su edad. La microbiota le permite degradar o descomponer los nutrientes de los alimentos, de manera que en el proceso digestivo se nutra de lo adecuado y deseche las toxinas.
Allí es donde las bacterias intestinales hacen su trabajo al equilibrar las reacciones del organismo. Cuando la microbiota no se ha desarrollado adecuadamente tienen lugar fenómenos como las alergias, dermatitis y otros trastornos alimenticios.
También está la teoría del exceso de limpieza, según la cual algunos niños no logran desarrollar inmunidad o una microbiota aceptable ante diferentes patógenos porque los padres los aíslan y los privan de interactuar en diferentes ambientes.
Ten en cuenta estas circunstancias
Impacto de la cesárea en los bebés
La microbiota del recién nacido se ve afectada si el parto no fue natural. Recuerda que el bebé entra en contacto con los microorganismos de la madre al romperse la membrana fetal, algo que no se da en la cesárea. Aún así, esto no quiere decir que no pueda desarrollarla de otras maneras.
Tendrá un retraso en el desarrollo de bacterias en su aparato digestivo para formar esa barrera de protección y equilibrio. Aunque esta situación se puede compensar si se extiende al máximo la lactancia materna.
En algunos países han probado métodos para que los bebés que nacen por parto abdominal logren impregnarse de los microorganismos vaginales de su madre, de manera que logren crear las defensas necesarias en su organismo. Esto permitirá restaurar un nivel aceptable la microbiota del recién nacido.
Impacto de la lactancia materna en los bebés
La lactancia constituye un factor determinante en el aporte, desarrollo y modificación de la microbiota del recién nacido. Los factores inmunológicos que recibe el bebé al ser amamantado son: inmunoglobulinas, probióticos y citosinas, llegando a lograr un equilibrio en los procesos de defensa e inmunidad del bebé.
Incluso en el pezón de la madre y en los conductos donde irradia la leche se encuentran bacterias —tales como estafilococos, lactobacilos y micrococos—. Estas colonizarán el organismo de tu bebé, logrando con el tiempo desarrollar inmunidad y evitar reacciones no deseadas ante alimentos o infecciones.
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