10 maneras de comer frutas en verano
Aunque sabes que las frutas son saludables para el organismo, muchas veces no apetecen porque no llaman suficiente la atención. Sin embargo, hay muchas presentaciones atractivas que nos permiten aprovechar estas excelentes fuentes de nutrientes. A continuación te presentamos algunas de las más deliciosas y refrescantes opciones para comer frutas en verano.
Las frutas alimentan e hidratan, pero también proporcionan energía al cuerpo para realizar distintas actividades. Por otra parte, no se puede dejar de lado el hecho de que aportan fibra, con lo cual, ayudan al organismo a expulsar todo aquello que no necesita. Esto se traduce, incluso, en una piel más lozana.
Beneficios de comer frutas en verano
Tal y como mencionamos anteriormente, se debe aprender a comer frutas en verano para mantener una buena salud. Sobre todo, en términos de hidratación. Y en cuanto a nutrientes se refiere, el aporte viene a ser principalmente: antioxidantes, vitaminas A, B, C y E.
Por otra parte, algunas frutas aportan el betacaroteno necesario para mantener una piel hidratada y con brillo. Además, algunas son ricas en minerales como el: potasio y el ácido fólico, que contribuyen, en gran medida, a fortalecer las defensas. En pocas palabras, el consumo regular de fruta ayuda a mantener a raya muchas enfermedades.
Al alimentarnos sanamente, nuestro organismo funcionará adecuadamente y con ello ganaremos no solo energía sino también buen humor.
¿Cómo aprender a comer frutas en verano?
1. Visualizar, evocar y desear
Pensar en la fruta que se va a comer en verano de una forma más detallada ayuda mucho. Para ello, es necesario recrear, en la medida de lo posible, su sabor, su color y su textura para poder desearla con mayor intensidad. Cuando el estímulo se refuerza, el sabor llega a ser incluso aún más exquisito para el paladar y esto, promueve la incorporación de las piezas de fruta en la dieta con mayor regularidad.
Para hacer las frutas más apetecibles, podemos recurrir a aquellas que nos resulten más atractivas a la vista en términos de color. Y una vez las adquiramos, una buena estrategia a llevar a cabo consiste en ubicar las frutas en un cesto, plato o recipiente que esté a la vista y, preferiblemente, en un lugar accesible. Por ejemplo, cerca de la cocina, junto al ordenador, en la mesa frente al televisor, de manera que cuando desees picar algo las frutas estén allí.
2. Admitir la variedad
Si te aburres fácilmente al comer una fruta, la solución es muy sencilla: optar por la variedad y atrevernos a jugar con las distintas opciones disponibles. Eso sí, hay que darle prioridad siempre a las frutas frescas de temporada, ya que suelen estar en mejor estado y, por supuesto, la abundancia de las mismas hace que tengan un precio más accesible.
Paralelamente, es adecuado elegir las frutas de colores llamativos. Estas cuentan con un alto contenido en fitonutrientes con poder antioxidante, sustancias que han demostrado se capaces de prevenir el envejecimiento prematuro.
3. Adaptar las frutas a la rutina
Para disfrutar de la fruta, es necesario tomarla en el momento adecuado. Aunque parezca insólito, comer una fruta mientras se realiza una obligación, puede promover la percepción de que comer fruta se trata de algo poco placentero. Por ello, lo mejor es incluirlas en una pausa o bien, una merienda.
Formatos para comer frutas en verano
Bebidas
Durante el verano se tiene la oportunidad de sustituir los refrescos por zumos, licuados o batidos de diferentes frutas; algo que, sin duda, nos ayuda a evitar bebidas poco saludables. Y lo mejor, es que existe una gran variedad de combinaciones posibles entre las cuales escoger.
Por supuesto, las bebidas más populares vienen a ser limonadas. ¿Alguna vez has probado la limonada con sandía? ¿Te has preparado una infusión fría de lavanda con limón? Vale la pena probarlas. Y si no te gustan las bebidas, puedes probar a asar tus frutas preferidas. Las brochetas de piña, melocotones y mango son exquisitas.
De todos modos, la mejor forma de consumir la fruta es en su estado sólido. De este modo se aprovecha toda la fibra del producto, sustancia capaz de mejorar la función intestinal, según un estudio publicado en Central European Journal of Public Health.
Postres
Las frutas encajan perfectamente en la preparación de una gran cantidad de postres, lo cual hace que sean irresistibles. Por ejemplo, una macedonia con zumo de naranja es un postre muy natural y fácil de preparar. Pero también, se pueden agregar trozos de fruta a las gelatinas, por ejemplo.
Cereales y lácteos
Los derivados lácteos y los cereales son excelentes acompañantes para la fruta cuando se quiere una comida más ‘sustanciosa’ y variada en cuanto a contraste de texturas se refiere. Por ejemplo, se pueden comer con yogur y un surtido de semillas y frutos secos; o bien, se pueden disfrutar en trozos junto con una pieza de queso.
Mermeladas
Otra opción para comer frutas en verano es preparar mermeladas caseras. Estas se pueden incluir en postres, tostadas, y muchas otras preparaciones.
Ensaladas
Las ensaladas de frutas tienen diversas presentaciones y brindan un amplio margen a la experimentación. Por ejemplo, se pueden añadir gajos de naranjas y trozos de fresas a una ensalada de ralladura de zanahoria con guisantes y espinacas. Por otra parte, una ensalada de lechuga con manzana, queso de cabra y frutos secos resulta suculenta.
Consume frutas regularmente
Evidentemente, para comer frutas en verano y en cualquier momento del año, lo importante es ser creativos y permitirnos experimentar nuevos sabores y combinaciones. Una vez que comencemos a probar algunas de las opciones más deliciosas, se nos hará mucho más fácil mantener el hábito en el tiempo.
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