Los niños son más felices en vacaciones según la ciencia
Durante las vacaciones, los padres no se centran en el trabajo, sino en el juego, dando, así, a sus hijos el tan preciado regalo del tiempo. Vamos a desarrollar la idea de que los niños son más felices en vacaciones según la ciencia.
En vacaciones, como padres, estamos con ellos y hacemos cosas divertidas, como construir castillos de arena, jugar con las palas en la playa, saltar sobre las olas, etc. Parece que es solo algo divertido, pero también es un ‘juego de apego’, lo que es vital para crear lazos afectivos.
El ‘juego de apego’ aumenta la autoestima, envia al niño el mensaje psicológico: “Tienes toda mi atención. Me gustas. Me encanta estar contigo”.
Los niños son más felices en vacaciones según la ciencia: datos
Las vacaciones en familia adquieren una importancia mayor si se comparan con lo que sucede en casa en el día a día. Muchas familias tienen vidas llenas de estrés. Aquí tenemos algunas estadísticas interesantes sobre el tema:
- Dos tercios de las conversaciones entre padres e hijos son sobre la rutina diaria (Elizabeth Buie, TES).
- El 65 % de los padres asegura que en su día a día juega solo de forma ocasional con sus hijos.
Uno de cada seis padres dice que no sabe cómo jugar con su hijo, y un tercero dice que nunca tiene tiempo para jugar. - Solo una cuarta parte de los niños dicen que hablan con sus padres más de una vez a la semana sobre algo importante.
- Nos preocupamos por nuestra salud física, pero necesitamos prestar la misma atención a la salud de las relaciones dentro de la familia. La investigación demuestra que la salud de las relaciones es vital para la salud física (Holt-Lunstad).
Desarrollo del cerebro
Las vacaciones también pueden promover el desarrollo cerebral en los niños. En unas vacaciones familiares se están ejercitando dos sistemas genéticamente arraigados en lo profundo de la zona límbica del cerebro, zonas que pueden ser fácilmente no ejercitadas en el hogar. Estos son el Sistema Play y el Sistema Seeking.
El Sistema Play del cerebro se ejercita cada vez que hacemos cosas como enterrar los pies de nuestro hijo en la arena, le hacemos cosquillas en toalla en la piscina o lo llevamos a dar un paseo en brazos. El Sistema de Seeking del cerebro se ejercita cada vez que hacemos cosas como explorar juntos: la playa, el bosque, un pueblo…
Las vacaciones familiares activan neuroquímicos de bienestar en el cerebro
Estos sistemas cerebrales fueron descubiertos por el profesor Jaak Panksepp, un neurocientífico de la Universidad de Washington. Una vez que las experiencias de las vacaciones familiares activan estos sistemas en tu cerebro y en el cerebro de tus hijos, desencadenan neuroquímicos de bienestar como los opiáceos, la oxitocina y la dopamina.
Panksepp los llama ‘nuestro regalo de la naturaleza’. Reducen el estrés y activan sentimientos cálidos y generosos, y una sensación de que todo está bien. Con todos los aspectos antiestrés de estos sistemas activados, los miembros de la familia se sienten muy bien emocionalmente.
“Podemos elegir actividades que liberen la oxitocina almacenada en nuestro sistema. Tenemos esta maravillosa sustancia curativa dentro de nosotros y solo necesitamos aprender las formas en las que podemos utilizarla”.
-Panksepp-
Lo sorprendente es que estos sistemas son como los músculos: cuanto más los usas, más se convierten en parte de tu personalidad. O, como dice el neurocientífico Bruce Perry: “Los estados emocionales se convierten en rasgos de personalidad”.
Así que, cuando llevas a tu hijo de vacaciones, estás apoyando su impulso de exploración (Sistema de Seeking), un recurso vital para vivir bien la vida, y su capacidad para jugar (Sistema de Play). En la edad adulta, esto se traduce en la capacidad de jugar con las ideas, esencial, por ejemplo, para un empresario de éxito.
Según la ciencia, los niños son más felices en vacaciones: desarrollando habilidades de concentración
Las investigaciones han revelado mejoras en los niveles de atención y concentración de los niños después de estar en contacto con la naturaleza durante solo 20 minutos. Se ha descubierto que los entornos de juego verde son tan buenos, o mejores, que los medicamentos para los niños con TDAH.
También hay pruebas de que un paseo juntos en un espacio verde trae la calma, reduce la presión arterial y baja los niveles de hormonas del estrés e incluso el colesterol, de modo que los padres y los abuelos también pueden beneficiarse de estos días de vacaciones juntos.
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