La tensión alta en el embarazo
Tener la tensión alta en el embarazo puede suponer un grave problema tanto para la madre como para el feto, y es por ello que la tensión arterial se valora en todas las visitas de seguimiento de embarazo.
Existen diferentes tipos de tensión alta en el embarazo. En conjunto se definen como estados hipertensivos del embarazo (EHE).
¿Qué provoca la tensión alta en el embarazo?
No se conocen con exactitud las causas que provocan los EHE, pero se cree que se deben a la unión de varias razones:
- Invasión anormal de las arterias espirales durante la placentación.
- Mala tolerancia inmunitaria a los antígenos que aporta el padre al embarazo.
- Lesiones endoteliales.
Existen determinados factores que se consideran de riesgo para la aparición de tensión alta en el embarazo. Estos son algunos de ellos:
En relación a la pareja
Se considera que las mujeres nulíparas (que no han tenido hijos previamente) presentan mayor riesgo de padecer un EHE que las mujeres multíparas.
También se considera que el riesgo aumenta si el embarazo se ha producido gracias a una técnica de reproducción asistida con donación de gametos (semen u ovocitos), al igual que si el padre ya ha tenido hijos con otra mujer que haya sufrido preeclampsia.
Condiciones previas maternas
Si la mujer embarazada presentaba antes del embarazo alguna de estas características o enfermedades, el riesgo de padecer alguna EHE se incrementa. Estas son algunas de las más importantes:
- Diabetes.
- Obesidad.
- Enfermedades renales.
- Edad mayor o igual a los 35 años.
- Antecedentes de EHE en anteriores embarazos o en la familia.
- Síndrome antifosfolipídico.
Asociados al embarazo
Si se presentan algunas de estas situaciones durante el embarazo, el riesgo de EHE también podría verse aumentado:
- Anomalías cromosómicas o congénitas estructurales.
- Enfermedad trofoblástica.
- Hidrops.
- Gestación múltiple.
¿Se puede prevenir la tensión alta en el embarazo?
A día de hoy no se ha demostrado ninguna intervención protectora, salvo una única excepción: la administración de bajas dosis de ácido acetilsalicílico (AAS) en las mujeres con riesgo de desarrollar preeclampsia.
Esta medicación debe administrase a partir de las 12 semanas de gestación. Las dietas bajas en sodio, que sí son útiles cuando existe hipertensión arterial fuera del embarazo, no lo son para los EHE.
¿Qué tipos de tensión alta en el embarazo existen?
Los estados hipertensivos del embarazo (EHE) se clasifican en diferentes entidades según el momento de aparición, los signos y síntomas y la gravedad de los mismos.
Se considera hipertensión arterial (HTA) cifras iguales o superiores a 140 de sistólica o iguales o superiores a 90 de diastólica, es decir, 140/90 mmHg.
Hipertensión crónica (HTC)
Es la hipertensión arterial diagnosticada durante el embarazo antes de las 20 semanas de gestación, o aquella que permanece más de 12 semanas postparto.
Hipertensión gestacional
Es la hipertensión arterial que se diagnostica durante el embarazo a partir de las 20 semanas de gestación y que desaparece antes de las 12 semanas postparto. No lleva asociada proteinuria (pérdida de proteínas en orina).
Preeclampsia leve
Es la hipertensión arterial que se diagnostica durante el embarazo a partir de las 20 semanas de gestación y que va acompañada de proteinuria, con una pérdida de proteínas en orina mayor o igual a 300 mg/orina de 24 horas.
Preeclampsia grave
Para determinar la preeclampsia grave se deben cumplir uno o más de los siguientes criterios:
- HTA con un valor de sistólica mayor o igual a 160 o valor de diastólica igual o mayor a 110. Es decir, 160/110 mmHg.
- Proteínas en orina en cantidad igual o mayor a 5 gramos/orina de 24 horas.
- Creatinina sérica (en analítica sanguínea) muy aumentada.
- Plaquetas disminuidas.
- Enzimas hepáticas elevadas.
- Dolor de cabeza, alteraciones visuales o dolor en la boca del estómago.
- Coloración azulada de la piel o edemas.
- Disminución en la cantidad de orina. Orinar menos de 500 ml en 24 horas (oliguria).
Preeclampsia superpuesta a HTC
Se manifiesta cuando aparece pérdida de proteínas en orina, elevación súbita de la TA o alguna de las alteraciones analíticas descritas previamente en una mujer que padece HTC.
Eclampsia
Es el estado hipertensivo del embarazo más grave, que puede llegar a provocar la muerte. Se caracteriza por convulsiones únicamente atribuibles a la preeclampsia.
¿Cómo se trata la tensión alta en el embarazo?
La única cura para los EHE es inducir el parto. Los tratamientos hipotensores no curan la enfermedad, pero evitan los daños cardiovasculares y cerebrovasculares derivados de la HTA. Se deben administrar con precaución para no alterar el flujo sanguíneo úteroplacentario.
Dentro de las pruebas médicas que se pueden realizar para estudiar los EHE podemos encontrar:
- Analítica sanguínea.
- Analítica de orina (normal y de 24 horas).
- Ecografía Doppler de las arterias uterinas.
- Tomas de tensión arterial frecuentes.
Dentro de los tratamientos que se podrían administrar encontramos:
- Tratamiento hipotensor y anticonvulsivante.
- Corticoides para la maduración pulmonar fetal (por si fuera necesario inducir el parto antes de las 37 semanas de gestación).
Sobre la tensión alta en el embarazo recuerda…
Es imprescindible que acudas a todas las visitas de control de tu embarazo, especialmente si previo a este ya padecías alguna enfermedad crónica. Asimismo, resuelve con tu matrona o ginecólogo todas las dudas que te surjan sobre los estados hipertensivos del embarazo.
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