Influencia de la publicidad en la alimentación infantil

Descubre los secretos de la influencia de la publicidad en la alimentación infantil en las siguientes líneas.
Influencia de la publicidad en la alimentación infantil
Silvia Zaragoza

Escrito y verificado por la nutricionista Silvia Zaragoza.

Última actualización: 21 febrero, 2021

¿Te has planteado alguna vez qué factores influyen en nuestra alimentación? La gran mayoría son aprendidos y se crean en la primera infancia. Además, el que más influye en los niños es el entorno familiar y social, especialmente mediante las imágenes. Por lo tanto, es importante que entiendas la influencia de la publicidad en la alimentación infantil.

A su vez, está determinada por la disponibilidad y la accesibilidad, que son los mayores implicados en la toma de decisiones. Sin embargo, los niños son más vulnerables, ya que suelen dejarse llevar por sus emociones y fijarse en lo que les llama la atención. Por el contrario, hacen caso omiso al valor nutricional de la comida y el efecto que produce en su salud, todavía en desarrollo.

En la actualidad, ante la popularidad de las nuevas tecnologías, un 12,8 % de los anuncios de comida destinados a los más pequeños aparece en juegos de televisión e internet. Si prestamos atención, en los juegos que más se descargan, una gran parte utiliza como fichas el fast food o los caramelos.

Niños viendo la televisión sin darse cuenta de la influencia de la publicidad en la alimentación infantil.

Regulación de la publicidad dirigida a niños

A raíz del aumento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños, el Ministerio Español de Sanidad y Consumo diseñó un código con las normas a seguir en los anuncios de comida dirigidos a niños.

Dicha normativa está enmarcada en la Estrategia NAOS, cuyo objetivo es promocionar unos hábitos saludables. Además, la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas se comprometió a cumplirlas. Incluso otros países, como Reino Unido, han establecido otra normativa parecida. 

Engloba cualquier mensaje publicitario difundido en medios visuales y escritos a menores de 12 años y, en el caso de internet, a los menores de 15. Además, han de ser claros y fáciles de entender para estos grupos de edad, para evitar el engaño sobre las características de los productos y sus beneficios.

Incluso el uso de fantasía o dibujos animados no les ha de producir expectativas inalcanzables o hacerles creer que van a ser más populares con sus amigos por comerlos. 

Otro aspecto que hay que tener en cuenta es que está prohibido regalar cualquier tipo de juguete por comprar el producto. A su vez, tampoco han de ser promocionados por sus personajes favoritos de los dibujos animados o famosos a los que admiran. A pesar de todo, la gran mayoría de los anuncios ni siquiera los cumplen. Aunque sí pueden aparecer personajes creados para dar a conocer el producto. 

Actualmente, disponemos de evidencia que señala que los niños incrementan su ingesta un 56 % mientras ven anuncios de alimentos malsanos, frente a un 16 % si son saludables. Incluso se relaciona con dedicar más de 5 horas al día a ver la televisión. ¿Sabes qué alimentos suelen consumir durante ese tiempo? Bolsas de patatas fritas, helados, palitos o frutos secos salados, bollería, cereales azucarados y refrescos. 

¿Qué dice la ciencia sobre la influencia de la publicidad en la alimentación infantil?

Primero de todo, 3 de las investigaciones exponían a los niños a distintos tipos de anuncios (comida insana frente a otra sana o sobre juguetes) y luego se les ofrecía un cuenco con snacks o una pieza de fruta. Valoraban la elección y la cantidad, así como el motivo. Por tanto, siempre había un grupo control al que comparar los efectos. Por el contrario, uno de los artículos consistía en la respuesta a varios cuestionarios. 

El primer estudio se publicó en 2011 y se llevó a cabo en 75 niños de Texas entre 3 y 8 años. Destaca por valorar también la influencia de los padres. Se vio que los niños se decantaban por la fruta si sus padres se lo decían, y ocurría lo mismo en los asignados a las patatas fritas. Esto es indicador de que la familia tiene un papel muy importante en la alimentación.

Más adelante, un estudio en niños procedentes de Grecia descubrió que la dieta empeoraba cuanto más alegres y motivados se sentían tras ver la publicidad. A su vez, cuanto mayor era la educación de los padres, menos riesgo había de que eligieran los alimentos ricos en grasas y azúcar. 

También hay evidencia en niños australianos de entre 7 y 13 años. En este caso, podían escoger entre una galleta o una manzana (grupo control). En el grupo de la galleta los niños creían que eran sanas debido a sus pocos conocimientos nutricionales.

Padre e hijo viendo la televisión mientas comes snaks poco saludables.

Por último, la ingesta de chocolate y gominolas aumentó en 48,6 kilocalorías en un estudio del 2020 del Reino Unido, aunque tuvieran caries, otra consecuencia de consumir alimentos ricos en azúcar. 

¿Cómo reducir la influencia de la publicidad en la alimentación infantil?

En conclusión, todos los niños coincidían en que los productos anunciados en los medios son más sabrosos e innovadores. Además, cuando percibían que eran más saludables, obtenían una mayor satisfacción cuando los compraban y consumían.

Como padres, hay que procurar limitar al máximo el tiempo que pasan delante de las pantallas, especialmente el fin de semana, ya que es cuando se emite una mayor cantidad de anuncios. A medida que crecen, se les puede explicar que esos productos son de consumo ocasional.

Así que, si tus hijos te los piden a menudo, niégate aunque hagan pataletas y evita premiarles por terminarse el plato. Al final, lo acabarán entendiendo. 


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