¿Eres una mamá Wendy?

Si alguna vez te han dicho que sobreproteges demasiado a tus hijos, es probable que seas una mamá Wendy. ¿Sabes lo que es?
¿Eres una mamá Wendy?
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 04 marzo, 2023

Quizá todas las madres del mundo somos un poco Wendy, aunque no siempre nos damos cuenta de ello. A mí también me pasa, pero, ¿a ti? ¿Eres una mamá Wendy? Vamos a explicarte de qué se trata y así podrás descubrir si realmente te sientes así algunas veces en tu vida como madre.

Para que lo entiendas mejor, te voy a contar un ejemplo. A mí me costaba mucho que mis hijos llegasen tarde a la escuela porque les daba pereza cambiarse por las mañanas o que mi hijo mayor llevase un ejercicio sin completar a clase. Pero tuve que aprender a controlar todo esto, porque no era sano para ellos ni para mí.

Cuando sentimos que sufrimos porque nuestros hijos se tropiezan en la vida, algo no hacemos bien. De esta manera, no les permitimos crecer ni aprender de sus errores. Al ser una mamá Wendy, creemos que somos las mejores madres, pero a largo plazo trae consecuencias negativas.

Ponerles las cosas fáciles a los hijos para que no sufran o para que se esfuercen menos, no es una ayuda. ¡Realmente es ponerles la zancadilla! Así, aprenderán a ser inseguros en lugar de ser autónomos y pensarán que no son capaces de hacer las cosas por sí mismos, por ineficacia o por comodidad. Total, ¡siempre está mamá para hacer las cosas por ellos! Pues, eso debe cambiar.

Qué es ser una mamá Wendy

Quizá el nombre de Wendy te suene por el cuento de Peter Pan. Peter era un adulto que no quería crecer ni madurar y vivía en un mundo en donde siempre podía ser niño. De ese modo, no tenía que luchar con las responsabilidades que la vida nos presenta cada día a medida que crecemos. Por otra parte, nos encontramos con Wendy. Ella es la persona que se preocupa por Peter durante noche y día y le sobreproptege para que no le ocurra nada.

Pero, de esa forma, Wendy se olvida que ella también es una persona a la que debe cuidar. De hecho, Wendy debería cuidarse a ella primero para poder resguardar bien a los demás. Aunque parece que tener este síndrome no es malo, en realidad es muy perjudicial tanto para los hijos como para las madres.

Una mamá Wendy es esa madre que sobreprotege a sus hijos y los mete en una burbuja para que nadie les haga daño, para que no fracasen y para que no sientan dolor de ningún tipo.

Por qué ocurre

Este síndrome puede ocurrir cuando la madre sintió cierta carencia afectiva en su infancia. Por ejemplo, si sus padres o adultos de referencia no le prestaban la atención que necesitaba para tener un buen desarrollo. Por eso, al ser adulta y convertirse en madre, evita que sus hijos pasen por lo mismo que ella. De esa manera, hace todo lo contrario de lo que hicieron sus progenitores: les da toda la atención posible hasta llegar al extremo.

Esa situación puede ser realmente perjudicial, puesto que puede llegar a sobreproteger a los hijos al punto de hacerles sentir en una burbuja. De esa manera, los pequeños no pueden tomar decisiones ni equivocarse. Así, se genera en los menores un sentimiento de inutilidad que les hará moldear una personalidad tóxica. Además, la dependencia emocional les puede llevar a tener relaciones interpersonales poco saludables.

¿Eres una madre Wendy?

Para saber si eres o no una mamá Wendy, es importante que primero identifiques si realmente cumples con ciertas características. Algunas de ellas son las siguientes:

  • Te sientes imprescindible en tu familia.
  • Quieres ser la persona más importante en la vida de tus hijos y de tu familia en general.
  • Te responsabilizas de todas las tareas de tus hijos.
  • Te encargas de todas las tareas de la casa sin delegar en nadie.
  • Intentas a toda costa que tus hijos no se frustren en ninguna área de su vida.
  • No puedes evitar ser controladora con todo lo que respecta a tus hijos.
  • Quieres agradar a las personas, sean quienes sean.
  • Renuncias a tus necesidades por satisfacer a los demás.
  • Te sacrificas por tus hijos en cualquier aspecto de tu vida, por muy importante que sea para ti.
  • Intentas no discutir ni molestar a otras personas.
  • Los conflictos te alteran emocionalmente y los evitas a toda costa.
  • Tu instinto de protección hacia tus hijos está muy alto y no eres capaz de rebajarlo, aunque ellos crezcan.
Como madre, es normal pasarlo mal, pero lo que no está bien es rescatar a los niños de todo, todo el tiempo, o hacer las cosas por ellos siempre.

Cómo solucionarlo

Si te sientes identificada con las características de una madre Wendy, entonces ha llegado el momento de que pongas solución. Seguir con esta actitud en tu crianza no es bueno para ti ni para tus hijos. Para ello, ten en cuenta lo siguiente:

  • No asumas todas las tareas. Delegar en los demás y tener en cuenta las capacidades reales de tus hijos es clave.
  • No te responsabilices de lo que hagan o piensen los demás.
  • Asume que no tienes las soluciones a todos los problemas y que eso está bien.
  • No te sacrifiques siempre por los demás y te olvides de ti.
  • Aprende a cuidarte y a dedicarte tiempo para ti.

Cuidar de forma saludable

Es muy importante que tengas todo esto en cuenta, porque solo así, podrás volver a ser una madre protectora, pero sin sobreproteger. La línea que separa a una de la otra es muy fina, por lo que es imprescindible que también pienses en ti y te cuides. De esa manera, podrás cuidar a los demás como se merecen: de una manera saludable para todos.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.