El concepto de la muerte en los niños: ayudas para enfrentarla
Son evidentes las muestras de que un niño descubre la muerte desde que es pequeño, entiende que la vida se acaba alguna vez y, como consecuencia de este descubrimiento, sufre una situación de angustia. Por ello, el concepto de la muerte en los niños ha de ser interiorizado cuanto antes.
A partir de este momento, una de las labores más importantes de su desarrollo será saber sobrellevar esta angustia: haciéndole ver la realidad objetiva de la muerte y alterando dicha experiencia para hacerla más sencilla. De otra manera, se originarán mitos de inmortalidad y se alterará su realidad interna.
Consejos para comunicarle al niño la muerte de un familiar
En estos duros momentos, es importante saber qué pautas hay que seguir para comunicarle la noticia al niño:
- Promover por encima de todo la seguridad del niño, y todavía más cuando el fallecido sea uno de los pilares de la familia. En estos casos (sobre todo si es alguno de los progenitores), además de experimentar una profunda tristeza, al niño le inquietará lo que podría suceder si faltase la otra pieza.
- No se le debe mentir jamás. Una forma muy común de introducir el concepto de la muerte en los niños es utilizar una metáfora que la compara con un viaje. Esto creará falsas esperanzas de que la persona fallecida vaya a regresar algún día. Tampoco se debe relacionar la muerte con las enfermedades para evitar que el niño asocie estos dos hechos y tenga miedo a morir cada vez que enferme él o sus familiares.
- Hay que dejar que el niño exprese su pena. En la infancia este sentimiento se exterioriza a través de enfados y rabietas. Ante estas, habrá que mantener la calma, dialogar y comprender el mal momento que están atravesando.
- Es necesario responder siempre a las preguntas del niño. Se debe evitar cambiar de tema para no fomentar los tabúes y que el niño crea que al adulto no le importan sus inquietudes.
- No hay que responderles con mentiras ni intentar maquillar la realidad para protegerlos. Solo hay que tener un especial cuidado con las palabras que utilizamos y dialogar mucho con ellos para que puedan comprenderlo y naturalizarlo. La verdad siempre estará por delante, pero sin dramatismos que puedan dañar su sensibilidad. Es un error pensar que los niños no están preparados para hacer frente a determinadas situaciones.
El duelo infantil: un paso por delante de la muerte
El duelo infantil depende de muchos factores como la edad, la cercanía y relación del niño con la persona fallecida. También la causa y el tiempo de la enfermedad. A partir de cierta edad, es aconsejable ir al hospital para despedirse de su ser querido, siempre que sus padres sepan cómo prepararlos para lo que se van a encontrar y sus posibles reacciones.
“La primera fase de un duelo, según Worden, es aceptar la realidad de la pérdida”
Como pautas para hablar con los pequeños sobre la muerte de un ser querido, aunque resulte tan difícil como doloroso, lo mejor es hacerlo pronto y apenas pasadas las primeras horas. Se puede buscar un momento y un lugar adecuado para explicarles lo ocurrido de un modo veraz, sencillo y sincero.
Asimismo, permitir que el niño asista y participe en el funeral puede ser de gran ayuda para que entienda y acepte la muerte y acceda en mejores condiciones al proceso del duelo. Si los padres están demasiado afectados, es conveniente que un familiar o amigo de la familia se ocupe de atenderlo durante los actos.
Una vez más, insistiremos en la importancia de estar física y emocionalmente cerca del niño y ayudarle para que pueda expresarse, contar lo que siente o recordar momentos agradables vividos con la persona fallecida.
Estudios científicos sobre el concepto de la muerte en los niños
Los estudios sobre el concepto de la muerte en los niños son especialmente difusos y la mayoría de las investigaciones se encuentran en publicaciones muy antiguas.
Desde la perspectiva de la psicología evolutiva, Jean Piaget destaca que el niño no tiene un amplio repertorio de lenguaje y capacidad de pensamiento abstracto. Esto resulta un obstáculo para que los adultos sean capaces de comprender cuál es su experiencia interior.
“La comprensión de la muerte va cambiando con la edad”
-Piaget-
Desde la perspectiva de Sigmund Freud, el niño no se da cuenta de las verdaderas implicaciones de la muerte. Este autor dejó por escrito que la muerte no tenía gran importancia en el desarrollo psicológico de los niños.
John Bowlby, por su parte, fue el pionero de la Teoría del Apego. Esta explica que los niños menores de diez años no temen a la muerte, que este miedo aparece posteriormente y que se aprende a medida que pasa el tiempo. El comienzo de este sentimiento se relaciona con el concepto de la separación, según este especialista.
Por último, y como una generalización por parte de los estudiosos e investigadores, coinciden en que existe una cierta omisión al miedo a la muerte. Para Irvin D. Yalom la razón es que existe un proceso de represión derivado de la tendencia universal de la humanidad a negar la muerte.
La muerte es tan solo una etapa de nuestras vidas a la que no hay que temer. Hay que intentar naturalizarla desde un primer momento para inculcar el concepto de la muerte en los niños como lo que verdaderamente es: el fin inevitable de la vida.
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