Dolor de espalda en niños: qué hacer (y qué no)
Pocas sensaciones son tan molestas como el dolor de espalda en niños, un síntoma que puede ser desde esporádico y leve hasta grave en una pequeña minoría de los casos. Si bien la evaluación médica siempre es importante, existen algunos factores que pueden modificarse desde el hogar para mejorar la calidad de vida de los más pequeños.
Asimismo, hay algunas conductas que han de evitarse para no empeorar la situación o generar otros efectos, como la automedicación. En las siguientes líneas hablaremos sobre los aspectos más generales, las causas y la conducta que debes seguir en caso de que tu hijo presente dolor de espalda. ¡Sigue leyendo!
¿Por qué se produce el dolor de espalda en los niños?
Según una publicación realizada en Pediatría Integral en 2014, el dolor de espalda en los niños puede ser el resultado de múltiples condiciones patológicas y no patológicas. De hecho, se estima que entre un 95 y un 99 % de los casos no existe asociación con una enfermedad o evento determinado, lo que se conoce como “dolor inespecífico”.
En esta importante proporción de niños pueden existir factores asociados que expliquen, en parte, el dolor. Por ejemplo, la abundante actividad física (o su ausencia), la obesidad y el mal uso de mochilas en las escuelas son algunos ejemplos representativos.
En pocos casos existen enfermedades capaces de provocar este problema. Son mucho menos habituales que en los adultos, en los que ciertas patologías como la artritis son frecuentes en los centros de salud. Algunas de estas enfermedades son las siguientes:
- Hernia discal: cuando una estructura de la columna llamada “disco intervertebral” protruye o sale fuera de los límites normales y es capaz de comprimir o irritar un nervio, lo que ocasiona los síntomas. Es más frecuente en adolescentes que en niños pequeños.
- Tumores espinales: estos pueden dividirse en benignos y malignos. En general, son poco frecuentes, a pesar de que existen tumores óseos malignos que son más comunes en los niños que en los adultos.
- Deformidades: es el típico caso de la escoliosis, una patología en la que la columna se desvía hacia alguno de los laterales.
Descubre más: Pronación dolorosa en niños, ¿qué hacer?
¿Qué hay que hacer frente al dolor de espalda en niños?
Como comentamos, el dolor de espalda en los niños puede ser frecuente, pero en pocas ocasiones se debe a patologías importantes. Antes de acudir al médico es válido reflexionar acerca de aquellas situaciones o comportamientos que pudiesen estar influyendo en la aparición del dolor. En este sentido, puedes pensar en lo siguiente:
- ¿El dolor empieza en algún momento específico del día?
- ¿La carga de la mochila escolar es muy grande? ¿El niño se la coloca de forma correcta?
- ¿Está haciendo mucho ejercicio? O, por el contrario ¿el niño se caracteriza por ser sedentario?
- ¿Notas algún problema de depresión, tristeza continua o aislamiento escolar?
En la mayoría de los casos la respuesta a alguna de estas preguntas es positiva. Desde el hogar es posible intervenir para mejorar algunos de estos “factores de riesgo” y disminuir la intensidad y frecuencia del dolor.
¿Qué no hay que hacer?
En la mayoría de los casos es tentativo darle al pequeño algún analgésico de uso común en el hogar (como paracetamol o ibuprofeno). Si bien muchos de estos medicamentos se pueden adquirir sin receta médica y son seguros, es importante tener en cuenta estos aspectos en relación al niño:
- Edad.
- Intensidad del dolor.
- Alergias a medicamentos.
No es recomendable la automedicación (o, en este caso, la administración de medicamentos sin indicación médica). Por tal motivo, es más que recomendable hacer una consulta breve con un pediatra o médico de familia.
De hecho, si esto se prolonga en el tiempo, puede aumentar la incidencia de efectos adversos. Hoy en día las facilidades para acudir a una consulta médica son mayores, incluyendo la opción de la telemedicina.
Descubre más: Diferencias entre paracetamol e ibuprofeno
¿Siempre es necesario ir al médico?
Si el dolor llama mucho la atención de los padres o representa un problema en la vida del niño, es conveniente acudir al médico lo antes posible. Esta consulta puede planificarse con suficiente tiempo en caso de ser una sensación muy esporádica y de leve intensidad.
En principio, lo más recomendable es acudir con un pediatra o médico de familia, según la edad del niño o la región en la que vivas. En caso de ser necesario, cualquiera de ellos podría referirte a otro especialista como el neurocirujano, traumatólogo u ortopedista.
¿Cuáles son los signos de alarma?
En caso de que exista aumento de volumen en la columna, fiebre constante, dolor generalizado en todo el cuerpo e irradiación hacia las piernas, obesidad o problemas conductuales relacionados con la depresión, es recomendable acudir al médico lo antes posible. ¡Es probable que exista una condición subyacente que deba diagnosticarse!
Un síntoma común, pero que no debe descuidarse
El dolor de espalda en los niños puede representar una verdadera molestia, incluyendo a los padres que, lógicamente, se preocupan por el estado de salud de sus hijos. Como hemos ido mencionando, en la mayoría de las ocasiones se debe a problemas conductuales o emocionales que podrían mejorar con algunos cambios en el hogar.
Para salir de dudas, ir al médico especialista siempre será la mejor opción. Intenta anotar en algún lugar la respuesta a las preguntas que hemos planteado, además de cualquier estudio de laboratorio reciente que se haya realizado por cualquier motivo.
Te podría interesar...Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
- García C. Dolor de espalda. Pediatr Integral 2014;XVIII(7):413-424.