¿Cómo cuidar los dientes de leche en los pequeños?
La infancia es una etapa marcada por una serie de hitos importantes en el desarrollo de un niño. Los dientes de leche en los pequeños son un gran ejemplo, ya que simbolizan cierta autonomía en su propio crecimiento.
Aunque comienzan a salir a partir de los tres primeros años de edad, estos dientes no van a estar mucho tiempo con ellos. Cuando cumplan los cinco o seis años comenzará el proceso inevitable de la caída de las primeras piezas. ¡El ratoncito Pérez y el Hada de los Dientes empezarán a hacer de las suyas!
Tu hijo va a ser partícipe de una experiencia por la que todos hemos pasado y que a veces dura hasta los diez u once años. Es una etapa que puede ser molesta e irritante, pero también es necesaria. La prevención aquí juega un papel esencial que tenemos que ilustrar con hechos.
Entonces, ¿existen pautas para cuidar los dientes de leche en los pequeños? ¿Hay algo importante que debamos saber al respecto?
¿Cómo cuidar los dientes de leche en los pequeños?
1.- Lavarse los dientes después de cada comida
Al principio le ayudarás tú, pero poco a poco deberá acostumbrarse a hacerlo por sí solo. Es realmente importante que seas un buen ejemplo para él y que vea que tú también cuidas tu propia salud bucodental.
Tiene que lavarse los dientes después de cada comida, haciendo especial énfasis en la zona de las encías. Aunque tarde un poquito más, es recomendable que las cepille a modo de masaje para que estas se fortalezcan y para que la limpieza sea más específica.
2.- Acudir a la cita anual con el dentista
Una vez al año debe acudir a la visita al dentista. Los dientes de leche en los pequeños no tienen por qué dar problemas, pero es mejor prevenir. De esta forma, el odontólogo podrá hablar con él, aconsejarlo y recomendarle buenos hábitos.
Es posible que, dado su rango de especialista, le haga más caso que a ti. Además, le servirá para que vaya perdiendo el miedo a esta clase de citas.
3.- Llevar una dieta sana
Una buena alimentación es fundamental para cuidar sus dientes. Muchas veces, cuando no se consumen los nutrientes necesarios, ciertas partes de nuestro cuerpo sufren cambios. Si tu hijo se alimenta de forma correcta y equilibrada, no tendrás nada que temer.
Enséñale que debe comer de todo, incluso lo que no le guste. Cuando sea mayor podrá elegir cómo quiere cuidar su dieta, pero mientras tanto, ¡tú eres la jefa!
“Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada”
–William Shakespeare–
4.- No abusar de alimentos o bebidas azucarados
Tu hijo no deja de ser un niño; por lo tanto, seguro que le encantan las golosinas. Procura que su ingesta sea la mínima, a ser posible en ocasiones especiales o como mucho una vez a la semana y bajo tu supervisión.
Lo mismo ocurre con los refrescos: haz que se acostumbre a beber agua o zumos sin azúcar. No deja de ser un potente adictivo y puede acarrearle inconvenientes por los que luego llorará. Es mucho mejor que, para merendar o a media mañana, se coma una pieza de la fruta que más le guste.
5.- Hablar con el niño
Dialogar con el pequeño es un acto primordial que muchas veces se nos olvida. Si le explicamos bien por qué debe cuidar sus dientes, es posible que entre en razón y surja de él la idea de no abusar de ciertos alimentos que puedan producir caries.
A veces infravaloramos la capacidad de entendimiento de nuestros hijos. La mayoría del tiempo son mucho más conscientes de las cosas de lo que pensamos. Dale un voto de confianza y atrévete a dirigirte a él como si fuera una persona mayor de lo que es.
No tiene por qué resultarle difícil adquirir estos hábitos. Hay muchas alternativas a los dulces que son sanas y deliciosas, solo tiene que descubrirlas. Los batidos de frutas caseros son también una opción ideal y que a los niños les suele encantar sobremanera.
Recuerda que una buena salud bucodental le ayudará a evitar problemas futuros y, cuanto más temprano empiece, más fácil le resultará habituarse. Con tu apoyo y su constancia, lograréis grandes cosas.
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