Cómo cocinar las verduras y hacerlas apetitosas
¿Te acuerdas de la primera vez que comiste verduras? ¿Te gustaron o las rechazaste? Evidentemente, depende del tipo de verdura que te dieron, cómo te la presentaron y la situación concreta de la vivencia. Por eso, queremos que sepas cómo cocinar las verduras para que te gusten a ti y al resto de tu familia, especialmente a tus hijos.
¿Por qué no te gustan las verduras ni a ti ni a tu familia?
¿Te lo has preguntado alguna vez? Aunque no lo parezca, los gustos alimentarios se crean en la infancia y van modificándose a lo largo del tiempo. Primero de todo, es necesario que anotes si no te gusta alguna en particular (es lo más normal) o ninguna, puesto que el entorno juega un papel fundamental.
A continuación, vas a ver 2 situaciones por las que empezaste a evitarlas. La primera de todas es cuando comías a la mesa con tus padres. Al introducirlas por primera vez, lo más seguro es que no te gustasen, pero era por ser algo nuevo, con un sabor al que no estabas acostumbrado, a no ser que tu madre durante el embarazo las comiera.
Es lo que se conoce como neofobia, por lo que hicieron falta varios intentos. Más adelante, te ponían el plato delante y reaccionabas de una manera u otra. Piensa en si te obligaban o te prometían una recompensa por acabarte ese plato. Si es así, ya sabes uno de los porqués.
La segunda situación es la connotación negativa asociada a ‘hacer dieta’. Todo empezó a partir de los años 80 por la idea de adelgazar a base de verdura cocida o ensalada, y un segundo plato a la plancha.
Sin embargo, dieta significa estilo de vida. Además, las verduras son básicas en una alimentación saludable y se pueden comer de mil maneras distintas potenciando su sabor. ¿Cómo? Usando una técnica de cocción y corte concreto, y combinándolas con otros alimentos. Te lo contamos a continuación.
Cómo cocinar las verduras de manera atractiva
Utiliza hierbas y especias para cocinar las verduras
Sustituyen a la sal y ayudan a generar una mayor aceptación entre los niños, adolescentes y adultos. Es lo que se ha visto en distintos estudios científicos como el de Spice MyPlate, en el que durante 6 semanas impartieron clases de educación nutricional a adolescentes de las áreas urbanas de Baltimore.
El objetivo era promover una alimentación sana mediante clases de cocina para adquirir la habilidad de cocinar con especias y acudir a una tienda de comestibles para que supieran elegir entre los alimentos sanos. A largo plazo, lograron que aumentara su consumo y fueran más conscientes de comer bien.
Además, reducen el sabor amargo de determinadas hortalizas como el brócoli, las coles de Bruselas, entre otras. Por este motivo, resulta de utilidad en personas con mayor sensibilidad a ese gusto por la presencia del gen PROP, sobre el que hay estudios publicados.
Sin embargo, es necesario que el paladar esté acostumbrado a las hierbas y especias, puesto que, al experimentar con adolescentes de una zona rural, se decantaban por las verduras condimentadas únicamente con sal. Incluso, combinarlas con las verduras adecuadas.
Saltéalas con frutos secos
Para mí, el mejor truco de todos. Olvídate de hervirlas sin más y pásalas por la sartén con un poco de aceite. Así, evitarás que se peguen. En primer lugar, cocina las verduras y luego añade los frutos secos para que se tuesten.
Recuerda remover y vigilar de tanto en cuando para que no se quemen. ¡Prueba con una pasas y unos piñones! Y, si no, pica unas nueces o almendras con perejil y ralladura de limón, y añádelo por encima. O bien, dora un ajo en rodajas y agrega pimentón dulce.
¡Cambia la presentación a menudo!
La vista, junto al olfato, es el primer sentido que se activa a la hora de comer. Por eso, ha de ser atractivo. Consíguelo:
- Combinando colores diferentes (rojo, naranja, amarillo, verde, morado…).
- Cortando de diferentes formas como bastones, rodajas, rallado, dados, etc. ¡Verás cómo se modifica el sabor!.
- Alternando cocciones que potencien la conservación de nutrientes y sabor, como vapor, horno, salteado, puré y el crudo.
Finalmente, ten presente que las verduras forman parte de una alimentación saludable pero hay que saber manipularlas. De esta manera, irás aprendiendo a apreciarlas hasta que adquieras la costumbre de comerlas como más te gusten.
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