3 claves para mejorar las meriendas de tus hijos y hacerlas más saludables

Con los consejos que te vamos a dar conseguirás mejorar las meriendas de los más pequeños para cubrir los requerimientos nutricionales y garantizar un buen crecimiento.
3 claves para mejorar las meriendas de tus hijos y hacerlas más saludables
Saúl Sánchez Arias

Escrito y verificado por el nutricionista Saúl Sánchez Arias.

Última actualización: 06 noviembre, 2022

Mejorar las meriendas de tus hijos para hacerlas saludables no siempre es sencillo. Ahora bien, conviene optimizar esta comida en la pauta de los niños, ya que corre el riesgo de no ser de buena calidad. En este momento del día se suelen consumir una gran cantidad de ultraprocesados industriales, que son alimentos que concentran en su interior azúcares simples y grasas de tipo trans. En este artículo te contamos algunas claves para mejorarlas.

Antes de comenzar hemos de comentar que los carbohidratos simples pueden aparecer puntualmente en las rutinas, pero no deben consumirse de manera frecuente. De lo contrario, podría desequilibrarse el estado de inflamación en el medio interno y dar lugar a patologías complejas. Esto sucede sobre todo cuando no se realiza el ejercicio físico suficiente.

Claves para mejorar las meriendas

A continuación, vamos a mostrarte una serie de claves que has de tener muy en cuenta para mejorar las meriendas y conseguir así un aporte de nutrientes óptimo. Ten en cuenta que una dieta adecuada ha de combinarse con otros hábitos de vida, como la práctica de deporte, para lograr mantener la salud a medio plazo.

Los lácteos aportan los nutrientes necesarios para favorecer el crecimiento y desarrollo de los niños. Por eso, es bueno incluir leche, yogur o queso en la merienda.

1. Elige siempre una fuente proteica

Incluir proteínas de buena calidad y de alto valor biológico en la merienda resulta determinante de cara a conseguir que los procesos de desarrollo y crecimiento se ejecuten de manera eficiente. De acuerdo con un estudio publicado en la revista Annals of Nutrition & Metabolism, es importante garantizar la presencia de al menos 1 gramo de proteínas por kilo de peso al día en la dieta de los más pequeños. Esta dosis se aumentará incluso si la cantidad de ejercicio físico es elevada.

Una de las mejores fuentes de proteínas para consumir en la merienda son los lácteos. Tanto los yogures como la leche y el queso aportarán nutrientes de alto valor biológico, que cuentan con todos los aminoácidos esenciales en su interior y con una excelente puntuación en cuanto a digestibilidad. Ahora bien, se pueden complementar con otras alternativas de origen vegetal, como es el caso de los frutos secos.

2. Evita los ultraprocesados

La mayor parte de los alimentos de tipo ultraprocesado concentran en su interior grasas trans y azúcares simples en exceso. Esta clase de lípidos se ha demostrado que pueden desencadenar una respuesta inflamatoria que podría dañar el funcionamiento de la fisiología humana. Las grasas son buenas, pero solo cuando proceden de productos frescos de alta calidad.

Con ciertos comestibles, como los embutidos, también hay que tener cuidado. A pesar de que son una fuente de proteínas, pueden contener aditivos alimentarios en su interior, como es el caso de los nitritos y de los sulfitos. Este tipo de conservantes se ha llegado a relacionar con un mayor riesgo de desarrollar tumores asociados al tubo digestivo, sobre todo cuando aparecen en la pauta de manera regular.

Los alimentos ultraprocesados contienen grasas trans y elevada cantidad de azúcar, por lo que es mejor reducir su consumo o evitarlos. Por el contrario, se recomienda incluir alguna ración de fruta.

3. No olvides los vegetales

Los expertos en nutrición recomiendan la presencia de 5 raciones de frutas y verduras en la dieta diaria. Estas son fuente de micronutrientes esenciales y de fitoquímicos de alta calidad que se necesitan para lograr la homeostasis en el medio interno. La merienda no deja de ser una excelente oportunidad para el consumo de una de estas raciones para lograr cumplir con los requerimientos de cada jornada. Ahora bien, por cuestiones de practicidad, lo mejor será ingerir una fruta en este momento.

Mejora las meriendas de tus hijos y hazlas saludables con estas claves

Con las claves que te acabamos de dar conseguirás mejorar significativamente las meriendas de tus hijos y que ellos adquieran una serie de hábitos más saludables. Y es que lograr un aporte nutricional suficiente será determinante de cara a estimular los procesos de desarrollo y crecimiento, además de evitar la génesis de patologías crónicas que puedan afectar su bienestar con el paso de los años.

Por último, ten en cuenta que estos consejos se deben complementar con otras buenas rutinas fuera de la propia alimentación. En este sentido, marcará la diferencia el hecho de que los más pequeños realicen ejercicio físico de manera regular. Sobre todo conviene enfatizar el trabajo de fuerza para lograr que la densidad mineral ósea máxima aumente. Así, se reduce mucho la incidencia de la osteoporosis en un futuro e incluso se logrará controlar mejor la inflamación en el medio interno.

Te podría interesar...
Los 3 nutrientes que no pueden faltar en la dieta de los niños
Eres Mamá
Leerlo en Eres Mamá
Los 3 nutrientes que no pueden faltar en la dieta de los niños

Existen una serie de nutrientes que son especialmente importantes en la dieta de los niños, por su implicación en el desarrollo.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Richter M, Baerlocher K, Bauer JM, et al. Revised Reference Values for the Intake of Protein. Ann Nutr Metab. 2019;74(3):242-250. doi:10.1159/000499374
  • Oteng AB, Kersten S. Mechanisms of Action of trans Fatty Acids. Adv Nutr. 2020;11(3):697-708. doi:10.1093/advances/nmz125

El contenido de Eres Mamá es solo para fines educativos e informativos. En ningún momento sustituye el diagnóstico, el consejo o el tratamiento de un profesional. Ante cualquier duda, es recomendable la consulta con un especialista de confianza.