Claves para una buena nutrición en niños pequeños
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Garantizar una buena nutrición en los niños pequeños es esencial para asegurar un desarrollo óptimo. Durante el periodo de la infancia se experimentan multitud de cambios. Es primordial satisfacer los requerimientos nutricionales para conseguir que todos ellos se lleven a cabo de forma óptima.
Asimismo, hay que destacar que en las primeras etapas de la vida es más sencillo implementar hábitos que duren y se mantengan en los años posteriores. Una buena educación nutricional en este momento conseguirá evitar rechazos dietéticos futuros o alteraciones en la conducta alimentaria poco beneficiosas.
Claves para una buena nutrición
Te vamos a dar las claves para conseguir una buena nutrición en niños pequeños. Así se experimentará un crecimiento adecuado, evitando problemas de salud a medio plazo.
Priorizar el consumo de alimentos frescos
Se trata de uno de los puntos críticos en la mayor parte de las dietas occidentales. Tanto los mayores como los niños pequeños tienen muy interiorizada la inclusión de ultraprocesados industriales en el día a día. Sin embargo, estos comestibles cuentan con ingredientes de baja calidad que comprometen el estado de salud.
Es necesario asegurar que diariamente se consumen vegetales, pescados, carnes, huevos, lácteos…, alimentos con elevada densidad nutricional capaces de aportar nutrientes esenciales para el organismo. De este modo se consigue modular el estado inflamatorio, ejerciendo una protección frente al desarrollo de patologías en un futuro.
No descuidar el aporte proteico en niños pequeños
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Annals of Nutrition & Metabolism , los niños pequeños requieren un aporte proteico superior al de los adultos sedentarios. En el caso contrario, el tejido no se podría desarrollar de forma óptima, lo que limitaría el crecimiento.
Ahora bien, al menos la mitad de estas proteínas han de ser de alto valor biológico. Esto quiere decir que no cuentan con limitación respecto a los aminoácidos esenciales. También que su puntuación en cuanto a digestibilidad es buena. Las proteínas procedentes de los productos animales cumplen ambas premisas.
Evitar la ingesta de refrescos en niños
Consumir refrescos azucarados no es recomendable en ningún momento de la vida. La opción preferida para garantizar un buen estado de hidratación ha de ser siempre el agua. No obstante, estas bebidas en los niños pequeños resultan todavía más perjudiciales.
Esto se debe a que tanto la glucosa como la fructosa en estado líquido se asocian con un mayor riesgo de desarrollar patologías metabólicas en la infancia. Así lo evidencia una investigación publicada en Current Diabetes Reports. Si se consolida la diabetes en las primeras etapas de la vida, se aumentará el riesgo de desarrollar otras patologías complejas en un futuro próximo.
Una buena nutrición en niños asegura el consumo de productos fermentados
Hay que destacar que el bebé nace prácticamente estéril desde el punto de vista microbiológico. Si el parto es vaginal, sufre una colonización por ciertas bacterias de cepas beneficiosas. La lactancia materna contribuye al desarrollo de una microbiota funcional y saludable.
De todos modos, la ingesta de probióticos procedentes de los alimentos ha de garantizarse durante toda la infancia. Así se conseguirá establecer un perfil bacteriano que ayude a modular los mecanismos inflamatorios y que permita luchar contra las alteraciones de carácter autoinmune.
En este sentido, se recomienda expresamente la ingesta de yogur y kéfir, ambos alimentos procedentes de la fermentación láctica. También es recomendable que el aporte de fibra soluble procedente de los vegetales sea significativo, para asegurar que las bacterias cuentan con sustrato energético.
Una buena nutrición en niños pequeños condiciona la salud
Es fundamental acertar en el planteamiento de la pauta nutricional en niños pequeños. De lo contrario, se podrían experimentar ineficiencias en el crecimiento o en el desarrollo de los órganos que den lugar a patologías crónicas en un futuro.
Hay que tener en cuenta que la obesidad infantil es un problema creciente en los países occidentales y desarrollados que tiene su base en errores dietéticos y en el sedentarismo. A día de hoy se considera una enfermedad y supone un riesgo para la aparición de problemas a nivel orgánico.
Por último, no olvides que no solo hay que cuidar la nutrición para asegurar un buen estado de salud. Tanto la actividad física como el descanso son otros dos pilares esenciales. También las relaciones sociales conseguirán marcar la diferencia.
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