5 actitudes a evitar cuando tu hijo practique deporte

¿Crees que tienes aspectos a mejorar en tu comportamiento cuando acompañas a tus hijos en su práctica deportiva? Te ayudamos a lograrlo.
5 actitudes a evitar cuando tu hijo practique deporte
Andrés Felipe Cardona Lenis

Revisado y aprobado por el licenciado en educación física y deportes Andrés Felipe Cardona Lenis.

Última actualización: 20 abril, 2022

Existe una serie de actitudes que todos los padres y madres deben evitar durante la práctica deportiva de sus hijos. Usualmente, estas conductas impulsivas son disparadas por la ansiedad y la desesperación, pero pueden llevarte a la equivocación constante.

Uno de los aspectos más importantes en la vida de tus hijos es el deporte que realizan. Dicha práctica debe enfocarse en sus gustos y preferencias, más que orientarse a alcanzar el bienestar físico y psicológico. En este sentido, tu labor como padre o madre es supervisar y motivar a tu hijo en su actividad. Aspecto que, en ocasiones, llega a salirse de control.

Hoy te enseñaremos una serie de actitudes negativas que deberías evitar cuando acompañes a tu hijo en su práctica deportiva. ¡No te lo pierdas!

Qué actitudes debes evitar mientras tu hijo practica un deporte

La pasión desenfrenada suele apoderarse de muchos padres y madres en el contexto del deporte de sus hijos. Sentir orgullo está permitido, motivarlos también. Pero todo tiene un límite y lo debes conocer. Procura controlarte en el campo y darles el mejor ejemplo a tus pequeños.

1. Apasionarse sin control

Una de las primeras y más reconocidas actitudes que se deben evitar es la exteriorización de la pasión desenfrenada.

El deporte infantil requiere del apoyo externo y de la motivación de los progenitores. Pero como cualquier aspecto de la crianza, el incentivo tiene un límite que no se debe sobrepasar nunca.

Procura disfrutar de la experiencia con calma y controla tus emociones. Esto no significa que debas contener lo que sientes al ver a tu hijo practicar el deporte que le gusta. Pero dejarse llevar por los impulsos podría traer consecuencias poco agradables, como por ejemplo, avergonzar o desmotivar a tu pequeño.

Padre gritando a su hija.
Tu hijo necesita apoyo y contención de tu parte, no indicaciones para ser el mejor deportista.

2. Pelear constantemente

La falta de autocontrol favorece a las respuestas inconscientes, sobre todo cuando emociones tan fuertes dominan la escena. Y en más de una ocasión, se puede ver a los padres pelear entre sí en las gradas o con el entrenador de su hijo al final del partido.

¿Crees que es bochornoso? Imagínate lo que le representa a tu hijo.

Por eso, debes tener presente que tu objetivo se centra en evitar cualquier tipo de contienda, ya sea verbal o física, a partir de lo que suceda en el encuentro deportivo. 

Aparte de indisponer a las personas que presencian el evento en calma, también podrás avergonzar a tu niño e incluso, llevarlo a la frustración y a la tristeza.

3. Presionar a los niños

El deporte infantil se compone de diversos aspectos que son clave, pero ninguno de ellos es la presión. Tanto a nivel físico como psicológico es fundamental respetar el progreso de cada niño.

En el caso de tu hijo, procura evitar trasladar tus frustraciones deportivas a él y déjalo andar su propio camino. Cada infante lleva un proceso diferente y lo más importante es que disfrute de lo que haga.

Presionar a un niño constantemente puede aburrirlo e incentivarlo a dejar el deporte de lado.

4. Tomar el rol del entrenador

Si tu hijo practica un deporte, probablemente lo haga en una academia, con las instalaciones y los materiales necesarios, así como con un entrenador debidamente capacitado para ese fin.

Estos profesionales del deporte se encargan de trabajar constantemente con los niños e incluso, dirigirlos durante la práctica y los encuentros oficiales.

Como madre o padre, tu deber es respetar la labor del entrenador y comprender tus límites de intervención. 

Brinda ánimo y realiza arengas constantes para tu hijo dentro del campo, pero no trates de dirigir el juego. Así mismo, evita darle indicaciones durante la práctica, sobre todo si son contrarias a las que le manifiesta su entrenador.

Ten presente que es bueno que los niños aprendan quién es la figura de autoridad dentro del campo de juego, a fin de comprender plenamente los límites del deporte en cuestión.

5. Manifestar miedo constante

Dentro de las actitudes a evitar cuando tu hijo practique deporte se encuentran las manifestaciones exageradas del temor. Usualmente, dicha sensación es experimentada por los padres sobreprotectores, los cuales acaban por trasmitirle la inseguridad al niño.

La práctica deportiva suele despertar ciertos miedos, especialmente porque los niños desean interactuar físicamente con el entorno. No obstante, es recomendable que los padres busquen la manera de trabajar esta sensación para no trasmitírsela a los menores. Quizá no sea fácil entenderlo o de aplicarlo de primera, pero a la larga verán los resultados.

Por otra parte, cada deporte cuenta con las medidas de seguridad pertinentes, las cuales deben ser aseguradas por las academias y sus respectivos instructores.

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La protección es buena, la sobreprotección no. Intenta trabajar tus propias emociones para no condicionar el desarrollo de tus hijos.

Actitudes a evitar con el deporte para no bloquear el desarrollo de los niños

El desarrollo físico y psicológico es muy importante para tus hijos, especialmente durante una etapa tan sensible como la infancia.

Por eso, procura que tu manera de comportarte no entorpezca con su proceso y busca herramientas para mitigar los miedos, trabajar las inseguridades y mantener el control de tus emociones.

Recuerda que eres el principal apoyo de tus hijos, por lo que tu ejemplo es clave. Actúa como tal, sé responsable y no dejes de motivar sanamente a tus hijos en ningún momento.


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