5 Enfermedades más comunes en los bebés
Existen enfermedades que suelen ser comunes en los bebés. Esto es porque son organismos cuyos sistemas de defensa están todavía en proceso de perfeccionamiento, por ello, los bebés son más vulnerables a los patógenos ambientales.
A continuación, te mencionamos las enfermedades más comunes en los bebés durante el primer año de vida.
Cólicos
Si bien los cólicos no son una enfermedad como tal, es una condición que afecta el bienestar de tu bebé y casi con seguridad los experimentará durante los primeros meses.
Los cólicos aparecen en bebés de 2 a 3 semanas de nacido y suelen desaparecer cerca del quinto mes. Se considera que un pequeñín sufre de cólicos cuando aun siendo un bebé sano, habiendo dormido y comido y estando con el pañal limpio y sin calor (o frío ) llora sin consuelo hasta por 3 horas consecutivas, durante 3 días a la semana. Puedes notar además que el llanto comienza y termina de manera repentina, suele ser más fuerte de lo habitual y en oportunidades el bebé se contrae en señal de dolor.
Estos episodios suelen ser muy desgastantes, pues siempre al principio los padres están agotados físicamente por las exigencias del bebé en casa y las horas de sueño perdidas, así que la tolerancia se encuentra disminuida. También hay que tomar en cuenta que es un nuevo ser al que los padres no conocen bien aún, por lo que se hace sumamente difícil atinar con lo que sucede.
No están claras las razones que lo generan, muy probablemente exista multiplicidad de factores. Lo que sí está claro es que las madres que fumaron durante el embarazo y lo siguen haciendo a continuación tienen más probabilidades de tener bebés que sufran de cólicos, mientras que las mamás que amamantan disminuyen tales probabilidades.
Algunas madres también reportan mejorías cuando asumen una dieta sana compuesta de proteínas bajas en grasa, carbohidratos, frutas y vegetales. Es importante que mamá disminuya la ingesta de lácteos, granos y cualquier otro alimento que produzca gases.
Consulta con tu pediatra la mejor forma de calmar los cólicos.
Estreñimiento
Es una molestia que suele aparecer en oportunidades los dos primeros meses de vida y también cuando la dieta del bebé comienza a cambiar y a incorporar papillas y alimentos sólidos.
En ambos casos esto obedece a un período de habituación del sistema digestivo del bebé, pero siempre genera muchas molestias en los pequeñitos.
Para saber si tu bebé está sufriendo de estreñimiento, debes conocer la regularidad de sus evacuaciones. Algunos ensucian el pañal cada vez que comen y otros cada dos días, dentro de este amplio margen todo es normal. Sin embargo, si la regularidad de tu bebé comienza a ampliarse y se acompaña de heces duras y secas estás frente a un cuadro de estreñimiento.
Es importante que sepas que los bebés amamantados tienen menos probabilidades de tener que lidiar con estas molestias durante las primeras semanas de vida que los que son alimentados con fórmulas infantiles.
Si se trata de un chiquitín que ya ha empezado a probar otros alimentos, consulta con tu pediatra sobre cómo ayudarlo con la alimentación. Casi siempre las opciones tienen que ver con ofrecerle más agua durante el día, restringir alimentos como arroz, yuca, ocumo, plátano verde y aumentar las raciones de frutas como la banana, la ciruela o la papaya (lechosa).
Como cada organismo tiene sus particularidades, puedes observar qué alimentos favorecen o entorpecen las evacuaciones de tu bebé y balancear mejor su dieta.
Tos y resfriados
En promedio los niños pescan de 6 a 10 refriados en el primer año de vida, lo que suele ser difícil de lidiar en casa por lo fácil que se contagia entre los miembros de la familia. La cantidad de episodios puede aumentar si asiste a una guardería o si tiene hermanos que también son fuente de transmisión de enfermedades.
Hay temporadas que son más propensas para ello como el otoño y el invierno, como también hay organismos que son más vulnerables a este tipo de enfermedades.
El resfriado se caracteriza por secresiones constantes en la nariz que vemos transparentes, amarillentas o verdosas. Estas secrecciones también producen un goteo hacia la garganta que genera la molesta tos que siempre acompaña a los resfriados.
Con ayuda de tu pediatra podrás distinguir entre un resfriado y una condición similar de origen alérgico, pues aunque los síntomas pueden ser muy similares a nuestros ojos, el tratamiento suele ser distinto así como también las estrategias para prevenirlos.
Pañalitis o rozaduras de pañal
Casi todos los bebés experimentarán alguna vez episodios de pañalitis que suelen afectar su movilidad y estado de ánimo.
Es casi imposible librarse de esto alguna vez, aunque seas una mamá atenta y cuidadosa con tu pequeño. Sin embargo, ciertamente mientras más tiempo pasa un bebé con el pañal sucio más probabilidades tendrá de irritarse.
También hay que considerar otros factores como la dieta, pues algunos alimentos pueden alterar la acidez de las heces e irritar la delicada piel de tu bebé.
Diarreas
Los bebés, por condiciones naturales suelen explorar el entorno y meterse a la boca las manos y objetos que encuentran a su paso, lo que podría generar molestias digestivas como la diarrea.
Otras veces se deben a virus que se alojan en el tracto digestivo, del tipo de los rotavirus o adenovirus. Estas diarreas suelen ser más violentas y causar deshidratación con rapidez, por lo que debes estar muy atenta y no descuidarte. Además se contagian con mucha facilidad.
Finalmente, están las diarreas generadas por intolerancias o alergias alimentarias que se producen básicamente inmeditamente después de ingerir algunos de estos alimentos. En algunos niños las genera el gluten, en otros los derivados de leche de vaca, también pueden ser los cítricos.
De cualquier modo, recuerda que las diarreas pueden desmejorar las condiciones de tu bebé rápidamente, acude al médico y no lo mediques por tu cuenta. Las diareas prolongadas también pueden disminuir la absorción de nutrientes y afectar su crecimiento y desarrollo.