Luego de 9 meses de tranquilidad, aislado del hambre, variaciones climáticas o cualquier otra clase de perturbación, el bebé es sacado de su comodidad sin previo aviso. Es normal que llore.
La razón de que el recién nacido llore está asociada a que está acostumbrado a esa sensación y todavía no es capaz de adaptarse a otras condiciones.
La incomodidad es la razón del llanto ya que experimenta nuevas sensaciones a las que no estaba acostumbrado, por ende, siente los brazos de su madre como un escenario parecido al útero y se calma.
Recuerda, los bebés recién nacidos no se malcrían por tener todas las comodidades al instante. Eso les permite superar esa fase de mejor manera.
No temas darle todas las atenciones al bebé.
No te preocupes, esta etapa suele durar un tiempo aproximado de 3 meses. Luego, notarás el progreso gradual del bebé para asimilar escenarios menos favorecedores para él.