Enseña a tus hijos adolescentes la importancia de comer saludable, destacando las siguientes claves.
Ingerir más de 2 raciones de frutas, verduras y hortalizas al día, permite obtener los nutrientes necesarios y mantener los niveles de homocisteína en sangre.
El consumo excesivo de sal puede aumentar la presión, de ahí la importancia de controlar su consumo y el de alimentos ultraprocesados, previniendo riesgos de hipertensión.
Estos alimentos tienden a incrementar los triglicéridos por la presencia de grasas trans e hidrogenadas.
Los ácidos grasos poliinsaturados de estos alimentos ayudan a reducir el colesterol malo, conocido como LDL.
Para conocer los peligros de las dietas extremas en la adolescencia, visita nuestra web:
En definitiva, comer sano en la adolescencia beneficia al buen funcionamiento del organismo y a la prevención de enfermedades.