A menudo, las ocupaciones nos hacen olvidar pequeños actos que pueden marcar la diferencia en nuestra relación familiar. Veamos la importancia de abrazar...
El contacto corporal, como los abrazos, refuerza el vínculo con los hijos, haciéndolos sentir cobijados y cuidados.
Abrazar relaja los músculos, mejora el estado de ánimo y transmite positivismo.
Los abrazos contagian seguridad y confianza, elementos claves para ayudar a desarrollar la autoestima de nuestros hijos.
Fortalece el sistema inmune. También libera dopamina y oxitocina, dos hormonas relacionadas con las sensaciones de placer, felicidad y el amor
Como ves, esta experiencia no es más que un mensaje de cercanía e incondicionalidad. ¡Anímate a abrazar más a tus hijos!
Además, considera estas preguntas que fortalecerán la confianza entre tu hijo y tú: