Brindar una buena crianza a tu hijo requiere cubrir sus necesidades físicas, intelectuales y emocionales. Para ello, te mostramos algunas pautas.
Implica estar presentes y dedicar tiempo a forjar un vínculo sólido con el menor. En este punto debe prevalecer el amor como base de la crianza.
Escuchar cuando un niño habla, responder sus dudas, validar sus emociones… son actos sencillos con gran impacto en la psique infantil.
Como padres es fundamental dotar al niño(a) de recursos personales que estimulen sus capacidades intelectuales y sociales.
La labor de los padres es orientar al pequeño y alentarlo, a través del ejemplo. Por eso, debes cuidar tus palabras y conductas.
Para aplicar una buena crianza has de conocerte a ti mismo(a) y estar dispuesto(a) a mejorar día a día.
Si quieres cambiar tu estilo de crianza, sigue los siguientes consejos: