Los cambios que enfrentan las mujeres durante el embarazo van mucho más allá de un aumento de peso. Esta vez, nos centraremos en las variaciones relacionadas con el cerebro. ¡Presta atención!
Este aumento se produce en la preóptica medial del hipotálamo. Las consecuencias están en la intensificación de los sentidos como el gusto y el olfato.
La variación en la materia gris se traduce en un mayor grado de empatía, es decir, se entiende con mayor precisión el sufrimiento de otra persona, especialmente del bebé.
En concreto, se da una reducción de la amígdala cerebral. De esta manera, la madre es menos susceptible al miedo, lo que le permite hacer cualquier cosa en favor de mantener a salvo a su bebé.
Se potencia el aprendizaje y se mejora el procesamiento de información relacionada con la orientación espacial. Esto último facilita el cuidado del bebé.
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La mayoría de estos cambios siguen estando en el cerebro de la madre después del parto. Ahora tiene sentido que seas una ¡supermamá!