Involucrar a los niños en la cocina ayuda a fortalecer nuestros vínculos y trae diversos beneficios para su desarrollo. Veamos cuáles son.
Permitir que los niños manipulen los alimentos con libertad, los ayuda a desarrollar una buena relación con la comida.
Es una excelente actividad para que los pequeños superen desafíos, aprendan a perseverar y a confiar en sí mismos.
Cocinar con nuestros hijos crea un espacio para conversar, aumentar la intimidad emocional y practicar diferentes habilidades.
Es una dinámica con gran variedad de estímulos sensoriales para los niños, ideal para mejorar la psicomotricidad.
Como ves, cocinar con nuestros hijos permite estrechar lazos y transmitir importantes aprendizajes.
A continuación, consulta las mejores recetas para elaborar junto a niños: