Uso de mochilas portabebés
Todas hemos visto alguna vez, aunque sea en fotografías, a una indígena cargando a su hijo sobre su espalda en una especie de mochila. Ese portabebés rudimentario les deja las manos libres para recoger leña y para emprender las labores que desempeñan en su comunidad. Nada mal para ser un prototipo de los actuales, versátiles, cómodos y modernos portabebés.
Parece que la historia de la humanidad está plagada de mujeres usando una especie de mochilas portabebés, y lo mejor de esa experiencia es que puedes comprobar que las madres que las usan crían a bebés que se sienten perfectamente “apegados” a su cuidadora, quienes a su vez crecen con tranquilidad e independencia.
Quizás tengamos mucho que aprender de nuestros antepasados, pues no todo ha sido malo. Si no lo crees, pregúntale a una mamá que haya usado una mochila portabebés para ayudarse a hacer las tareas del hogar, quien al menos te dirá que es un objeto bastante práctico.
No en vano, hay una variedad muy amplia de portabebés y no necesariamente hay que tener varios; solo debes saber elegir el que más se adecue a tus necesidades y a tu presupuesto. Por ejemplo, hay un tipo de mochila portabebés llamada fular.
Es como una especie de tela elástica larga en la que puedes envolver a tu bebé desde que es muy pequeño. Usar este tipo de mochila portabebés te permite sentirlo cerca de tu pecho y que al mismo tiempo él te sienta a ti. La experiencia de llevar a tu bebé encima con la ayuda de un fular es muy parecida a la de tener a tu bebé entre tus brazos, pero con la ventaja de tener tus manos libres.
Y con tus manos libres puedes hacer de todo un poquito: Puedes lavar los platos, ordenar un poco la casa o trabajar un ratito frente a la computadora. Ese tipo de mochila portabebés es muy útil porque a medida que tu hijo va creciendo puedes adaptar el tipo de nudo que le haces para sostener firme al bebé.
Y sobre todo es un tipo de mochila que puedes usar cuando apenas es un recién nacido. El fular, al igual que otros tipos de portabebés, te puede ayudar a hacerte cargo de algunas tareas del hogar mientras tienes a tu pequeñito muy cerca de tu pecho todo el tiempo.
El uso de portabebés beneficia a tu niño
Uno de los beneficios que le proporciona a tu bebé el uso de una mochila para cargarlo es tener mayor contacto físico con su mamá. Ese contacto alimenta de manera constante el vínculo que existe entre ambos y también hace que el niño adquiera poco a poco mayor confianza.
El uso de este tipo de mochilas ayuda a fomentar el apego seguro ya que los cuidadores aprenden a conocer al niño de tal manera que reconocen de manera precoz las señales del bebé y las atienden oportunamente, quizás por eso los niños que son cargados en brazos o portabebés lloran menos que el resto.
La Asociación Española de Pediatría también señala que cargar a tu hijo en un portabebés lo ayuda a mejorar su calidad de sueño; esto sucede porque el bebé está en constante contacto contigo y se siente más tranquilo y seguro, lo cual deriva en que duerme durante más horas y con más tranquilidad.
El bienestar físico que le proporciona al bebé sentir a sus cuidadores cerca también lo ayuda a optimizar la temperatura de su cuerpo, pues se calienta con tu calor o el calor de su papá; a su vez, el hecho de poder regular mejor su temperatura hace que optimice el consumo de oxígeno y que mejore su respiración.
Por si fuera poco, estar cerca de mamá, mediante un portabebés hace que tu hijo expulse de mejor manera sus gases, que sus deposiciones surjan de una forma más saludable y que alivie el reflujo gastroesofágico.
Cuando un bebé es cargado constantemente en una mochila desarrolla rápidamente su equilibrio y se optimiza el funcionamiento de sus defensas, disminuye su estrés y esto le proporciona mayor tolerancia al dolor.
Usar una mochila te hace la vida más fácil
El uso de mochilas portabebés tiene más ventajas que desventajas, sobre todo porque todos los bebés del mundo tienen una necesidad continua de contacto y el portabebés ayuda a satisfacer esa necesidad, mientras facilita que el cuidador pueda hacer eficientemente algunas tareas cotidianas.
Esta mochila no solo te favorece como mamá al dejarte las manos libres para ocuparte de algún quehacer mientras tienes a tu bebé muy cerca de ti, sino que también, y a consecuencia de esa constante cercanía al niño, esta práctica favorece la lactancia materna a demanda, lo cual ayuda a tu cuerpo a producir más leche.
Es probable que en algún momento pienses que el bebé se puede “malacostumbrar” a estar tanto tiempo en el portabebés o entre tus brazos, pero la verdad es que cuando son muy pequeños necesitan estar así muy cerca de mamá y de papá y el uso del portabebés ayuda a que satisfagas esas necesidad.
Luego, a medida que el bebé crece, va adquiriendo de manera progresiva cada vez más autonomía y seguridad por lo que necesitará cada vez menos del contacto físico.
Las mochilas portabebés son una herramienta que ha evolucionado desde la antigüedad hasta nuestros días y que con el tiempo se va volviendo más versátil y práctica. Anímate a usar una, verás lo fácil que se te vuelve la vida al tener a tu hijo cargado y al mismo tiempo tener tus dos manos libres.
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