Trauma de apego: ¿qué es y cómo afecta a los niños?

Un niño necesita crecer rodeado de cuidados, amor y atenciones. Cuando esto no pasa, se puede producir lo que llamamos "trauma de apego", que tiene consecuencias importantes en la vida del niño y en su futuro como adulto.
Trauma de apego: ¿qué es y cómo afecta a los niños?
Mara Amor López

Escrito y verificado por la psicóloga Mara Amor López.

Última actualización: 01 noviembre, 2020

Cuando oímos la palabra “trauma”, muchos podemos pensar que la persona que lo padece ha vivido una experiencia dramática de alta intensidad emocional y que ha podido ocurrir de forma inesperada. No obstante, existen otros traumas, como el trauma de apego, que es producido por vivencias durante la infancia o incluso en el vientre de la madre.

El apego es un vínculo emocional que el bebé inicia desde que nace con sus progenitores o cuidadores principales. Este se mantiene a lo largo de la infancia e incluso se puede ampliar hacia otros familiares. Los niños necesitan sentirse seguros, cuidados, aceptados y sentir la cercanía de sus padres.

¿Qué es el trauma de apego?

El vínculo de apego de los bebés con sus cuidadores principales va a ser determinante para su vida. Por esta razón, cuando estas personas no están presentes, o si lo están es de forma intermitente o ansiosa, el niño acabará perjudicado y, quizá, pueda llegar a desarrollar el trauma de apego. Esto llevará consigo consecuencias psicológicas, físicas y sociales a lo largo de su vida.

Bebé agarrando el dedo de su madre para evitar el trauma de apego.

Cuando un bebé llora, si se le atiende, consuela y se le calma, se sentirá seguro y bajará su nivel de activación, ya que la presencia de su figura de apego le ayudará a regular esa emoción que está sintiendo. Pero ¿y si el niño no es atendido por nadie y se le deja llorar?

El pequeño seguirá intentando llamar la atención de todas las formas que sepa. Cuando se dé cuenta de que nadie va en su busca, dejará de intentarlo. Esto no hará que se calme, sino que seguirá excitado, puesto que sus necesidades no han sido atendidas.

Estas experiencias desagradables le afectarán en su infancia, adolescencia e incluso en su edad adulta. Aprenderá solo, sin un vínculo que le ayude en este aprendizaje. Esto le puede acabar produciendo un trauma de apego inseguro que puede clasificarse de la siguiente manera:

  • Evitativo: tienden a rechazar las relaciones sociales y muestran una predisposición a aislarse.
  • Ansioso: se muestran muy sensibles ante el rechazo e intentan llamar constantemente la atención para ser atendidos.
  • Desorganizado: no son capaces de controlar sus reacciones ante momentos de estrés emocional, por esto, tienden a no controlar sus emociones.

Si estas situaciones se dan con frecuencia, acaban produciendo una acumulación de experiencias desagradables y traumáticas para los pequeños, que acabarán desarrollando un trauma de apego.

Consecuencias del trauma de apego

Las consecuencias derivadas de este trauma suelen ser muy dañinas para las personas y pueden provocar problemas en el desarrollo de su personalidad y la forma de ver el mundo, a uno mismo y a los demás. Algunas de las consecuencias del trauma de apego son las siguientes:

Somatizaciones

Cuando las emociones no son expresadas, estas quedan retenidas en el cuerpo y salen al exterior en forma de síntomas físicos (dolores de cabeza y musculares, problemas gastrointestinales, tics nerviosos, dolores musculares, etc.)

Trastornos de personalidad

El trauma de apego, que produce síntomas que se prolongan durante un periodo largo de tiempo, puede llevar a desarrollar trastornos de la personalidad, como trastorno límite, trastorno antisocial, histriónico, por evitación, por dependencia o narcisista.

Problemas de autoestima y seguridad

Todos aprendemos a estar bien con nosotros mismos, sentirnos seguros y confiados cuando somos aceptados y establecemos vínculos seguros con nuestra familia. Conforme nos hacemos mayores, nos enfrentamos a situaciones en las que seremos evaluados, tendremos que tomar decisiones y esforzarnos por conseguir lo que ansiamos.

Una persona con trauma de apego tendrá muchos pensamientos negativos sobre sí mismo, no habrá aprendido a identificar y reconocer sus puntos fuertes y débiles, como tampoco sus capacidades y esto les hará tener problemas de autoestima y seguridad en ellos mismos.

Baja tolerancia a la frustración

Las personas con traumas de apego tienen tendencia a tener una baja tolerancia a la frustración desde la infancia. Son personas que, ante situaciones en las que no obtienen los resultados que esperan, tienen reacciones emocionales excesivas tanto hacia sí mismos como hacia los demás.

Niño abrazado a la pierna de su madre.

Inestabilidad emocional

Cuando no se ha establecido un vínculo de apego sano, la tristeza pasa a formar parte permanente de la vida de la persona, y esta puede alternarse con sentimientos de ira y rabia cuando se sienta amenazado. Las personas con este trauma no son capaces de controlar sus emociones, pueden llorar desconsoladamente o alterarse muchísimo ante situaciones que al resto de personas pueden resultar insignificantes.

Problemas para establecer vínculos y relacionarse socialmente

Cuando una persona no ha tenido los afectos necesarios durante su infancia, esto afecta negativamente a su capacidad de establecer vínculos sanos con otras personas. Pueden ponerse en situaciones que son un riesgo para ellas, implicarse en relaciones tóxicas, sumisión y desconfiar de las intenciones que otros puedan tener hacia ellos.

Sobre el trauma de apego

Como has podido ver, el trauma de apego tiene enormes consecuencias negativas en la vida de las personas, desde la infancia hasta la edad adulta. Es importante que tengamos claro que el trauma de apego no sucede por un hecho traumático puntual, sino por una falta de vínculo emocional con los cuidadores principales.

Si crees que no estás aportándole a tu niño el tiempo que merece, párate a pensar en las consecuencias que esto puede tener para él. Todavía estás a tiempo de cambiar esto y establecer con tu pequeño un vínculo de apego seguro, con paciencia, cuidados, atenciones, y altas dosis de amor.


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