Los tipos de parejas más duraderas según la ciencia
Cuando inicias una relación amorosa, lo más probable es que tengas un montón de dudas. De entre todas ellas, la interrogante de si sois tal para cual seguramente será la más importante y la que más te ronde en la cabeza. Pues, lo creas o no, la ciencia se ha dedicado a la labor de investigar cuáles son los tipos de parejas más duraderas y estas han sido algunas de sus conclusiones:
Los 4 tipos de parejas existentes
El investigador Brian Ogolsky, de la Universidad de Illinois, se dedicó a la tarea de investigar a 376 parejas de entre 25 y 29 años que aún no se habían casado. Pero la peculiaridad de este estudio residía en que, en lugar de tomar en cuenta a cada individuo, se valoró a la pareja como unidad.
Así pues, durante un periodo de 9 meses se siguió a las parejas y su intención de casarse,viendo cómo esta decisión variaba dependiendo de las peleas o sus estados de ánimo. La investigación de Ogolsky concluyó en que se pueden distinguir cuatro tipos de relaciones: la dramática, la conflictiva, la socialmente involucrada y la enfocada en la pareja.
Las parejas dramáticas
Son aquellas que pasan poco tiempo juntas y experimentan todo tipo de altibajos, separaciones, reconciliaciones, etc. Representó el total de un 34 % de la muestra investigada.
Las enfocadas en la pareja
Son el 30 % del grupo investigado y representan a aquellas parejas que disfrutan pasando mucho tiempo juntas y realizando actividades comunes.
Las conflictivas
En este caso, son más estables que las parejas dramáticas, aunque pelean muy a menudo. Así pues, representan el 12 % de las parejas con las que se hizo el estudio.
La relación socialmente involucrada
Son aquellas que constantemente están pendientes de las redes sociales, de publicar fotos o comentarios. Para ellos, este tipo de actividad ocupa gran parte de su vida diaria. Son el 19 % en la investigación.
Los tipos de parejas más duraderas
Pero el tema de las parejas parece apasionar a los científicos que, no conformes con clasificarlas, decidieron ver cuáles son los ingredientes para que el amor se transforme en complicidad y se convierta en algo duradero.
En esta ocasión, fue un estudio publicado en Research Gate, que se encargó de decirnos las bases de las parejas estables a largo plazo, evaluando a parejas que estuvieron casadas por más de 40 años:
Valores
Por un lado, están aquellas que ven un futuro juntos, que comparten valores e intereses y tienen puntos de vista similares. Aunque lo de la atracción de los polos opuestos solo es algo momentáneo y parece que la afinidad es lo más importante a la hora de cimentar una vida en común.
Perdón
Las relaciones de pareja están plagadas de discusiones y problemas. El que idealice la suya estará en un grave error. De aquí sobreviene otro de los puntos fundamentales para lograr una relación de pareja duradera: la capacidad de perdón. Los conflictos siempre van a existir, de ahí la importancia de buscar la forma de resolverlos y de tener las herramientas necesarias para perdonar y pedir perdón.
Intimidad
Tener una buena vida sexual no garantiza el éxito de la vida en pareja, pero sí que facilita la creación de un vínculo, de intimidad, ambos indispensables para una buena relación. Aunque también es cierto que el sexo hace que se liberen hormonas como la oxitocina, encargada de hacernos sentir felices, y esto siempre jugará a favor de la pareja.
Comunicación
Por último, la comunicación, que es básica para cualquier tipo de relación interpersonal y, más aún, si hablamos de las de pareja. Es muy importante ser capaces de expresar cómo nos sentimos, tener la confianza de hablar de todo con la persona que tenemos al lado y buscar alternativas ante los obstáculos que puedan presentarse en la vida.
En conclusión, aunque los estudios concluyan que estos son los tipos de parejas más duraderas, es difícil establecer un patrón que funcione de igual manera para todos. Lo importante para construir relaciones sanas es ser tolerante, comunicativo, amoroso y empático. Así será más fácil que lo demás pueda ir fluyendo.
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