Tatuajes, piercing y el embarazo: cosas que necesitas saber

Tatuajes, piercing y el embarazo: cosas que necesitas saber
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 25 abril, 2020

Si estás embarazada y eres una mujer con tatuajes y/o piercings, es necesario que sepas que en ocasiones, la piel puede verse perjudicada durante el embarazo. Es cierto que algunas mujeres pueden tener más cambios que otras e incluso, que los cambios en los tatuajes sean escasos, pero hay algunas cosas que es importante tener en cuenta sobre tatuajes y piercings en el embarazo. 

Cosas que necesitas saber sobre tatuajes y piercings durante el embarazo

¿El tatuaje se verá diferente después del embarazo?

La piel en el embarazo se estira y dependiendo de dónde tengas el tatuaje puede verse borroso, desvanecerse o incluso que el tatuaje acabe estando deforme. Los tatuajes que están ubicados en la zona del vientre, del pecho o en las caderas son más propensos a cambiar puesto que estas son las zonas que se expanden al máximo. Los tatuajes en otras zonas del cuerpo no se verán afectados.

También puedes encontrarte que tu tatuaje mantiene su tamaño y forma, pero las estrías aparecen dentro del tatuaje y se emborrone un poco el tatuaje. Las lociones y cremas no evitarán al 100% que te salgan estrías, pero sí pueden prevenirlas.

También es posible que cuando la piel vuelva a su tamaño el tatuaje vuelva a estar normal. De lo contrario, sería buena idea que un tatuador retocase el tatuaje o que un dermatólogo utilice el láser para eliminarlo en el caso de que haya quedado muy mal.

 

¿Qué pasará con los piercings?

Durante el embarazo, aretes y anillos en la nariz pueden mantenerse sin problemas, de hecho, tampoco tienes que deshacerte de tus perforaciones en los pezones o en el ombligo de forma necesaria. Algunas mujeres se sienten incómodas con los piercings en estas zonas cuando la piel se estira, donde en estos casos, sí tiene lógica que se quiten los piercings si los consideran molestos.

Si sientes molestias o dolor en tus piercings, puedes probar a tener otros más pequeños o quitarlos por completo. Aunque en el momento de parir sí que es probable que te hagan quitarte los piercings, sobre todo si tienes anestesia. Además, si tienes un piercing genital puede aumentar el riesgo de desgarro. Para una cesárea también te harán quitarte todos los pendientes del cuerpo.

Si estás embarazada, ¿puedes hacerte un tatuaje o un piercing?

Es mejor esperar hasta que pasen unos meses desde que hayas traído a tu bebé al mundo. Cuando te haces un tatuaje o perforas tu piel para hacerte un piercing, puedes correr el riesgo de tener una infección.

Cuando estás embarazada, también hay más probabilidades de tener una mala reacción a alguno de los ingredientes que lleva la tienda. Además, si te haces un tatuaje o un piercing mientras tu piel se estira, cuando acabe el embarazo puede verse diferente.

¿Se puede tener la epidural durante el parto con un tatuaje en la espalda?

Puede haber riesgos si donde el lugar donde debe pinchar la aguja para la epidural está el tatuaje porque puede recoger la tinta y que se extienda hasta el canal espinal, causando problemas potenciales. Pero si el tatuaje está en la espalda pero en cualquier otra zona de la espalda, entonces no debe haber ningún problema y la epidural puede ser administrada sin problemas.

Si el anestesiólogo es capaz de colocar su epidural en un área de piel sin tinta, lo hará. Pero será él quien decida si realmente puede aplicarse la epidural en el caso que tengas un tatuaje totalmente curdo, sin enrojecimientos, sin costras o sin señales de infección. Lo ideal por supuesto, es que la zona donde deba pinchar la aguja de la anestesia esté libre de tatuajes.

Si tienes un piercing en el pezón, ¿es posible amamantar al bebé?

Un piercing en el pezón o en la areola no tiene ningún efecto en tu capacidad de producir leche materna, pero un anillo de pezón es un peligro potencial de asfixia para el bebé, por lo que lo mejor que puedes hacer es quitártelo hasta el momento en que ya no estés amamantando a tu pequeño.

Es mucho más importante reducir el riesgo o cualquier peligro para tu bebé que tener un piercing en el pezón, así que mejor, ¡quítatelo mientras amamantes!


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.