¿Es seguro usar laxantes durante el embarazo?

Los laxantes pueden llegar a ser necesarios en algunas madres con estreñimiento. Descubre cuáles son los efectos de su uso y si están recomendados o no durante esta etapa.
¿Es seguro usar laxantes durante el embarazo?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 11 noviembre, 2022

Se estima que entre el 11 % y el 38 % de las mujeres embarazadas desarrollan estreñimiento. Entre otras cosas, los cambios fisiológicos y anatómicos en el tracto gastrointestinal lo propician. Cuando se presenta es inevitable que las futuras madres se pregunten lo siguiente: ¿puedo usar laxantes durante el embarazo?

Como bien señalan los expertos, una alimentación alta en fibra y una buena hidratación forman parte de la solución a este problema. Además, el ejercicio físico y la ingesta de probióticos también pueden ayudar. Aun así, en algunos casos es necesario acudir a productos específicos como los laxantes. Te enseñamos todo lo que debes saber al respecto.

¿Puedo usar laxantes si estoy embarazada?

Los investigadores concuerdan que la comprensión actual de la seguridad del uso de laxantes durante el embarazo no se conoce del todo bien. Es por esta razón que se les considera una terapia de segunda línea, una que está reservada para los casos crónicos o que no reportan mejoría de la mano de los cambios en el estilo de vida reseñados.



En el caso de que sea necesario usar laxantes, lo más importante es consultar al médico antes de tomar cualquier decisión. Este indicará un producto que es seguro durante el embarazo. Debes saber que algunos fármacos han sido descatalogados o pueden ser peligrosos para las embarazadas, por lo que su uso estaría contraindicado durante la gestación.

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Los medicamentos que con más frecuencia se utilizan durante el embarazo son Fiberall, Citrucil, Senekot y Colace.

Otro producto suave para personas sensibles que requieran alivio para el estreñimiento es el Metamucil. Este es más potente y específico que la leche de magnesia; sin embargo, todavía se considera seguro. Además de estos, existe la opción de ablandar las heces por medio de productos a base de docusato.

El clorhidrato de metformina (Normax) ya no se utiliza como laxante para tratar el estreñimiento durante el embarazo. En su tiempo fue uno de los más populares, pero hoy su uso está contraindicado. Tanto así que puedes leer en su prospecto la prohibición de usarlo en mujeres embarazadas y lactantes.

Los médicos evaluarán si fuera necesario emplear un laxante más potente. En el caso de que ninguno de los anteriores haya funcionado como se esperaba, el facultativo podrá cambiar el plan.

Tipos de laxantes durante el embarazo

En función de su mecanismo de acción se distinguen varios tipos de laxantes para el embarazo. De nuevo, se consideran una segunda opción terapéutica; y su uso siempre debe estar supervisado por un profesional. Describimos brevemente los tipos de laxantes disponibles en el mercado actual y cómo actúan.

Laxantes lubricantes

Actúan como humectantes disminuyendo la tensión superficial de las heces. Aumentan el volumen y ablandan la masa fecal, facilitando su expulsión. Aún existe debate en la actualidad sobre si su uso interfiere en la absorción de vitaminas liposolubles. 


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Laxantes osmóticos

Ayudan a recolectar agua en las heces, distienden el bolo y aumentan la actividad intestinal . Entre estos se encuentran el Cloruro de sodio, el cloruro de potasio y el citrato de magnesio .

También un azúcar sintético llamado lactulosa y el sorbitol; este último abundante en peras, manzanas, ciruelas, membrillos, ciruelas. Se ha sugerido que su uso prolongado conlleva a desequilibrios en los electrolitos

Laxantes estimulantes

Estas sustancias estimulan la motilidad y disminuyen la absorción de agua del intestino grueso. Los dos más usados son el bisacodilo y el picosulfato sódico que deben ser administrados bajo estricta vigilancia médica. Incluso en dosis bajas puede ocasionar calambres abdominales en las mujeres gestantes. 

Enemas y supositorios

Muy útiles cuando la embarazada no lograr tomar comprimidos, los enemas y supositorios actúan por contacto directo con la mucosa rectal. En principio, son los mismos laxantes ya mencionados, pero en una forma, volumen y consistencia que hacen posible su administración rectal.

Los más frecuentes son los de bisacodilo (solo una vez al día y no por más de una semana) y los de glicerina.

¿Cuáles son los riesgos del uso de laxantes durante el embarazo?

Ya hemos advertido de forma reiterada que el uso de laxantes en el embarazo se considera una terapia de segunda línea. Además, se trata de una terapia que debe estar supervisada siempre por un profesional. Esto debido al riesgo de los efectos secundarios originados por un uso indebido de este tipo de terapias.

Los investigadores advierten que los laxantes pueden hacer que los alimentos pasen por los intestinos más rápido de lo normal. La consecuencia directa de esto es que se puede reducir la cantidad de nutrientes que se absorben en el cuerpo de la gestante. Otras de las posibles complicaciones son las siguientes:

  • Alteración en la forma en la que el cuerpo absorbe cualquier medicamento que esté tomando.
  • Reducción de los niveles de sales necesarias en la sangre, como es el caso del magnesio (entre otras).
  • Diarrea severa y calambres en el intestino, el abdomen y el útero (estas secuelas no provocarán un adelanto del parto).

De esta manera, las consecuencias del abuso de laxantes durante el embarazo pueden superar con creces los beneficios. En lugar de apelar por ellos como terapia de primera línea, siempre puedes optar por alimentos y hábitos que operan como laxantes de origen natural.

Laxantes naturales recomendados en el embarazo

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Como hemos dicho anteriormente, la clave para remediar el estreñimiento es prevenirlo. Para evitar estos episodios se recomienda mejorar nuestra alimentación. Incorporar a la dieta alimentos ricos en fibra, preferir el consumo de frutas y verduras enteras, que le den más volumen a las heces.

La hidratación también es clave en este aspecto. Es aconsejable tomar unos 10 vasos de agua al día, además de aumentar los líquidos por medio de zumos y sopas. En cuanto a los líquidos, debemos evitar el exceso de café y bebidas que contengan cafeína. La falta de hidratación provoca que el intestino reabsorba el líquido de las heces, haciendo que estas se vuelvan más duras.

Si los cambios en nuestra rutina alimenticia no mejoran la situación, siempre hay remedios naturales que pueden ayudar. A continuación te proponemos algunas opciones:

  • Uno o dos vasos de agua tibia por la mañana, ayudan a mejorar el tránsito intestinal. A este agua podemos agregar zumo de limón y miel, para conseguir mejores resultados
  • El consumo de frutas como las uvas, melones y naranjas, también contribuyen en el aporte de agua y fibra. Es especialmente recomendable como ya se mencionó la ingesta de ciruelas pasas en distintas versiones
  • Las infusiones de jengibre son apropiadas para la mayoría de los problemas intestinales. Usar el polvo de jengibre incorporado en otros alimentos también es una opción
  • Consumir yogur a diario alivia el estreñimiento de manera natural. El queso también contribuye a la solución
  • La papaya es una fruta que los médicos siempre recomiendan para favorecer el movimiento intestinal. Esta fruta contiene elementos que promueven la digestión
  • El ejercicio es un gran aliado para favorecer el sistema digestivo. Una caminata de una hora diaria, es muy recomendable en estos casos.

En resumen, sí puedes usar laxantes en el embarazo siempre y cuando hayas probado alternativas menos invasivas y cuentes con la supervisión de un profesional. Consulta con tu médico para orientar las opciones disponibles en caso de que no percibas mejorías de la mano de los hábitos y alimentos mencionados.


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