¿Se puede predecir el desarrollo de autismo en los niños?

¿Se puede predecir el desarrollo de autismo en los niños?
María José Roldán

Escrito y verificado por la psicopedagoga María José Roldán.

Última actualización: 17 abril, 2020

El autismo es un trastorno del desarrollo que suele aparecer de forma temprana en los niños. Suele afectar a la capacidad de interacción y comunicación del niño con las demás personas y además produce comportamientos estereotipados y unos intereses poco comunes o muy reducidos. Los casos de autismo se han incrementado drásticamente en los últimos años gracias a diagnósticos más precisos.

Las personas con trastorno del espectro autista (TEA) tienen déficits sociales característicos y demuestran una gama de comportamientos ritualistas, repetitivos y estereotipados. Los padres pueden comenzar a notar una evolución diferente a partir de los dos años cuando los bebés empiezan a desarrollar habilidades del lenguaje, comunicación y también habilidades sociales.

Prevenir el desarrollo del autismo, ¿es posible?

Utilizando imágenes de resonancia magnética, los investigadores fueron capaces de predecir correctamente el 80% de los bebés que más tarde cumplieron con un diagnóstico de autismo. El estudio, publicado en N ature, es el primero en demostrar que es posible identificar qué bebés (donde hay una coincidencia genética con hermanos mayores con autismo) serán diagnosticados con autismo a los dos años.

El estudio muestra que los primeros biomarcadores de desarrollo del cerebro podrían ser muy útiles en la identificación de los bebés en el más alto riesgo de autismo antes de que los síntomas de comportamiento aparezcan. Esto podría facilitar un tratamiento temprano para potenciar las habilidades del bebé y que de este modo pueda mejorar.

Para los bebés con los hermanos mayores con autismo, el riesgo de padecer autismo es del 20%. Por lo general, un diagnóstico temprano de autismo se puede hacer entre las edades de dos y tres años.

No obstante, para los bebés con hermanos autistas mayores, el enfoque de imagen a través de la resonancia puede ayudar a predecir durante el primer año de vida qué bebés son más propensos a recibir un diagnóstico de autismo con anterioridad. 

Un crecimiento del cerebro excesivo

Un crecimiento excesivo del cerebro puede estar relacionado con el autismo en los niños y niñas. Investigadores de Estados Unidos realizaron resonancias magnéticas de niños entre seis, doce y veinticuatro meses para valorar este dato. Encontraron que los bebés que posteriormente desarrollaron autismo experimentaron una hiper-expansión de la superficie cerebral.

Esta hiper-expansión cerebral se detectó entre los seis y los doce meses, en comparación con los bebés que tenían un hermano mayor con autismo. Aunque no en todos los casos se pudo valorar una evidencia del trastorno en el cerebro antes de los 24 meses. Aunque se pueden pensar en indicios de autismo gracias a estas investigaciones, es necesario actuar con cautela.

A pesar de esto, los investigadores encontraron que el aumento de la tasa de crecimiento del área superficial en el primer año de vida estaba vinculada a una mayor tasa de crecimiento del volumen total del cerebro en el segundo año de vida. Este crecimiento excesivo del cerebro estaba ligado a la aparición de déficits sociales autistas en el segundo año de vida del pequeño.

Los estudios de comportamiento anteriores de los bebés que luego desarrollaron autismo -que tenían hermanos mayores con autismo- revelaron que los comportamientos sociales típicos del autismo emergen durante el segundo año de vida en la mayoría de los casos. Este dato es importante para que los padres y las madres estén atentos y puedan ofrecer un mayor estímulo a sus hijos.

niña sufre de autismo

Predecir el autismo

Con todo esto, se puede valorar que se pueden identificar a los niños que más tarde pueden desarrollar autismo antes incluso, de que los síntomas del trastorno aparezcan e incluso antes de que puedan consolidarse en un diagnóstico. Pero es necesario que si esto ocurre, los padres estimulen a los niños en habilidades sociales y de comunicación pero sin obsesionarse porque los bebés pueden avanzar considerablemente con una buena intervención.

Los investigadores comprobaban las imágenes de la resonancia magnética del volumen cerebral, área superficial y el grosor cortical a los 6 y 12 meses de los bebés, junto con el sexo y utilizaban un programa de ordenador para identificar una manera de clasificar los bebés con mayor probabilidad de cumplir con los criterios para el autismo antes de los 2 años.

El programa informático está desarrollado con el mejor algoritmo para lograr esto, y los investigadores aplican el algoritmo para los participantes del estudio, por separado. Las diferencias cerebrales a los 6  y 12 meses en niños con hermanos mayores con autismo predijeron correctamente que 8 de cada 10 bebés cumplían con los criterios para el diagnóstico de autismo en comparación con aquellos niños con hermanos mayores sin autismo.


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