¿Se puede evitar la episiotomía en el parto?

En los últimos tiempos se da más importancia al desarrollo del parto de forma natural. De esta manera, se puede evitar la episiotomía, causa de mucha inquietud para las embarazadas.
¿Se puede evitar la episiotomía en el parto?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 23 diciembre, 2018

Si esperas un bebé es posible que sientas temor a un desgarre o corte del perineo durante el nacimiento. Sin embargo, muchos expertos sugieren limitar el uso de esta práctica a excepción de que sea estrictamente necesario. A continuación te daremos unas claves para evitar la episiotomía en el parto.

¿Qué es la episiotomía?

Consiste en hacer una incisión pequeña en el perineo, es decir, la zona entre la vagina y el recto al comenzar a salir la cabeza del bebé. El motivo es ampliar unos 3-4 centímetros la apertura para facilitar la expulsión del bebé. Esta práctica se comenzó a llevar a cabo para evitar desgarres musculares en la zona perineal al momento del parto y se ha vuelto rutinaria de forma que, por ejemplo en España, a más del 80% de las mujeres se le han hecho durante el parto.

Curar los puntos de la episiotomía después del parto requiere de ciertos cuidados por parte de la mujer.

¿Cómo evitar la episiotomía en el parto?

Se puede proteger la zona perineal al colocar compresas calientes para dar tiempo al período expulsivo. Por otra parte, durante las últimas seis semanas se recomiendan los masajes perineales con aceites y los ejercicios de Kegel. Algunos especialistas como Asunción Gómez, fisioterapeuta y matrona, opinan que mientras el periné esté sano e integrado al esquema corporal es menor el riesgo. Además, hay que dejarlo para que se distienda lentamente y de forma natural.

Para evitar la episiotomía en el parto puedes elegir los servicios de una partera o matrona. Estas ayudan a dar a luz de la forma más natural posible realizando cortes perineales solo cuando es estrictamente necesario. Estas favorecen el parto natural y la menor cantidad de intervenciones quirúrgicas. Otra opción que debes considerar es el parto bajo el agua, este suele reducir el dolor y los cortes perineales.

Ejercicios de Kegel

Están basados en contraer y relajar la musculatura del suelo pélvico. Una forma de hacerlo es sentada en la taza con las piernas abiertas y detener la micción de orina en intervalos de 5 segundos. Luego deja que fluya nuevamente sin mover las piernas y respira suavemente. Repite 10 veces esta serie de ejercicios, varias veces a lo largo del día. A ser posible aumenta el tiempo de relajación y contracción hasta alcanzar los 20 segundos.

El objetivo es fortalecer los músculos del periné para hacerlo más resistente y elástica. Por consiguiente, la embarazada puede relajar la zona, crear flexibilidad a fin de conseguir una buena dilatación durante el expulsivo. De esta manera, la cabeza del bebé puede salir fácilmente y así evitar la episiotomía en el parto.

Masajes prenatales en la zona del periné

Estos pueden realizarse a partir del tercer trimestre de gestación. ¿Cómo puedes hacerte estos masajes? Pues el momento adecuado es después de ducharte. Impregna toda el área perineal con aceite de rosa mosqueta o de almendra. Con tus pulgares masajea la zona en forma de U, presionando un poco hacia abajo y al exterior. Repite el movimiento hasta que sientas una leve sensación de escozor.

Al hacer estos movimientos de forma constante se logra ablandar y estirar los tejidos, de manera que aumenta la elasticidad del periné. También preparan a la embarazada sobre las sensaciones de tensión y presión que va a experimentar en el parto.

masaje-perineal

¿Cuándo se debe hacer una episiotomía?

Se debe realizar una episiotomía cuando existe riesgo de sufrimiento fetal. En partos complicados o distócicos, y en mujeres que han sufrido desgarro vaginal en un parto anterior. Además, si el corte del periné se hace correctamente y se sutura con precisión, la recuperación es sencilla, las molestias duran pocos días y los puntos se caen solos.

Para aliviar el malestar puedes colocar paños de agua tibia y mantener una buena higiene. Al lavar la herida frecuentemente secarla y tapar con una compresa. Además, debes evitar los alimentos astringentes.


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