Sangrado de implantación: causas, síntomas y qué esperar

En ocasiones suele aparecer una hemorragia leve a través de la vagina en los inicios del embarazo denominada sangrado de implantación. Se considera normal, aunque puede confundirse con otras situaciones.
Sangrado de implantación: causas, síntomas y qué esperar
Mariel Mendoza

Revisado y aprobado por Mariel Mendoza.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 30 mayo, 2023

El sangrado de implantación es un fenómeno natural que se corresponde con los eventos iniciales de la gestación. Al igual que cualquier otra hemorragia vaginal, cuando aparece genera muchas dudas en las mujeres, porque puede ser difícil diferenciarlo tanto de la menstruación como de otras alteraciones ginecológicas.

Existen varias características clínicas que permiten identificar este sangrado y, ya que es un signo de que se ha producido un embarazo, facilitan la detección temprana del mismo. Te explicamos a detalle de qué se trata y cómo interpretarlo.

¿Qué es el sangrado de implantación?

El sangrado de implantación es un fenómeno natural al principio del embarazo. Este se produce en las primeras dos semanas después de la fecundación, justo cuando el trofoblasto —la capa externa del embrión que dará lugar a la futura placenta— se adhiere a las paredes internas del útero. Este evento se traduce en una lesión de la pared que, por su abundante irrigación, produce de forma fácil un sangrado significativo.

Esta unión es necesaria tanto para la fijación del embrión como para su nutrición, ya que los vasos sanguíneos a su alrededor le proporcionarán suficientes nutrientes y oxígeno para desarrollarse semana a semana.

¿Qué tan común es el sangrado de implantación?

Aunque en todo embarazo se produce la implantación, no todas las mujeres perciben el sangrado. Un estudio de la Universidad San Francisco de Quito explica que este evento se cataloga como una de las causas de sangrado vaginal durante el primer trimestre.

Sin embargo, la mayoría de las mujeres no lo nota o suele confundirlo con la menstruación, ya que suelen coincidir con las fechas. Además, cierto porcentaje de mujeres no lo presenta, como lo afirman los expertos de Mayo Clinic.

El hecho de que la mayoría no lo perciba puede deberse a que su volumen suele ser pequeño, por lo que pasaría desapercibido.


Características del sangrado de implantación

Existen algunas características que permitirían diferenciar al sangrado de implantación de otros eventos fisiológicos o patológicos, como lo son las siguientes:

  • Color. Suele describirse como rosado claro, aunque es un aspecto que puede cambiar en cada caso, llegando incluso al marrón oscuro, dependiendo de las características de la mujer. Así lo sugiere la American Pregnancy Association.
  • Cantidad. Como la lesión que produce el óvulo fecundado es muy pequeña, el sangrado que cabría esperar también lo es. En caso de que aparezca, tan solo serán unas pocas gotas de sangre.
  • Textura. Podría decirse que esta sangre es más «ligera» debido a que, por su escasa cantidad, no tiende a formar coágulos.
  • Duración. Lo más normal es que dure entre uno o dos días. Sin embargo, existen casos excepcionales que pueden prolongarse hasta un tercero.

Síntomas de gestación que acompañan al sangrado de implantación

Al ser la implantación uno de los eventos iniciales del embarazo, es lógico que durante el sangrado se puedan presentar otros síntomas típicos de la gestación. Según los expertos del National Institute of Child Health and Human Development, se trata de un conjunto de manifestaciones que ocurren como consecuencia de los cambios hormonales de reciente aparición e incluyen los siguientes:

  • Mamas muy sensibles.
  • Fatiga.
  • Náuseas, en especial matutinas.
  • Cambios de humor rápidos.
  • Dolores de vientre.

Todos estos síntomas son muy inespecíficos, y es curioso que comparten características con el síndrome premenstrual. Por lo tanto, resulta complicado identificar por qué se están produciendo estas alteraciones sin la ayuda de un médico y pruebas complementarias.

¿En qué se diferencia el sangrado de implantación de la sangre menstrual?

Lo más importante para diferenciar el sangrado de implantación de la menstruación es la duración y la cantidad de sangre. Mientras que en el primer caso dura pocos días y es escaso, la regla se caracteriza por ser mucho más abundante y extenderse más días. De hecho, salvo que una mujer presente menstruaciones escasas de forma regular, es muy fácil darse cuenta de este cambio.

El color rosado propio de la implantación contrasta mucho con el rojo intenso de la regla, aunque como hemos comentado, este puede llevar a confusiones, por lo que es recomendable fiarse más de las otras características.

Otras causas de sangrado vaginal además de la implantación

Existen otras causas de sangrado vaginal durante el primer trimestre que pueden producir confusión en las futuras madres, según explican los expertos del Manual MSD:

  • Aborto espontáneo. Se trata de la pérdida no inducida del feto, y que por definición puede producirse hasta las 20 semanas. El sangrado típico puede acompañarse de cólicos abdominales y dolor lumbar. Sus causas son muy diversas, aunque son comunes las alteraciones genéticas y el consumo de tóxicos como el alcohol.
  • Embarazo ectópico roto. Esta condición se refiere a la implantación del óvulo fecundado en un lugar distinto al endometrio, por lo general en las trompas uterinas. Se trata de un embarazo inviable, por lo que en cualquier momento puede «romperse» e incluso complicarse de forma mortal. En sus inicios, suele asociarse a sangrado vaginal y dolor pélvico.
  • Enfermedad trofoblástica gestacional. Se trata de un conjunto de condiciones en las que prolifera de forma anormal el tejido que en teoría daría origen a la placenta, por lo que suele presentarse con sangrado. Algunos casos pueden evolucionar a cáncer, como sucede con el coriocarcinoma.
  • Vaginitis y cervicitis. Se trata de la inflamación de la vagina y el cérvix uterino, respectivamente. No es una condición propia del embarazo, pero igual pueden provocar sangrado y otras molestias que pueden confundirse con el sangrado de implantación.
  • Pólipos cervicales. Son pequeños tumores benignos que sobresalen en el interior del cuello uterino y que pueden sangrar de forma fácil. Tampoco son propios de la gestación, pero sus manifestaciones pueden coincidir con la misma.


¿Puedo hacerme una prueba de embarazo cuando tengo sangrado de implantación?

Si una mujer sospecha que ha presentado un sangrado de implantación, es importante valorar algunos aspectos antes de hacerse una prueba de embarazo. La primera es saber que las mismas se positivizan alrededor de dos semanas luego de la concepción, cuando las hormonas circulantes de gonadotropina coriónica humana (beta-hCG) son suficientes.

Muchos de los sangrados de implantación se producen antes de alcanzar los 15 días, por lo que sería prudente esperar un tiempo por el riesgo de un falso negativo. En líneas generales, se considera que pueden utilizarse estos tests con seguridad cuando ha pasado al menos un día de retraso de la fecha esperada de menstruación. Por eso es preferible esperar un poco para estar seguras.

¿Debo preocuparme por el sangrado de implantación?

Un sangrado de implantación característico (poca duración, escaso, rosado y sin coágulos) sugiere mucho un embarazo en sus etapas iniciales, aunque por supuesto son necesarias las pruebas confirmatorias para descartar otra causa de hemorragia. No es algo peligroso en sí mismo, ya que es un proceso natural.

Ante la duda de si se trata de un embarazo o no, y mientras se espera por las pruebas confirmatorias, es conveniente adoptar hábitos de vida saludables para evitar inconvenientes con el futuro bebé: cuidar la dieta, abandonar el consumo de tabaco, alcohol y cualquier tipo de drogas, además de descansar lo suficiente.

Lo ideal en todos los casos es prestar atención a los síntomas para no confundirlos con otras condiciones. Por ejemplo, en el contexto de un embarazo de varias semanas ya diagnosticado, no puede producirse un sangrado de implantación típico porque el evento desencadenante ya se solucionó. En este caso es importante acudir con el médico para valorar alguna complicación.


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