Primera cuenta en redes sociales: qué tener en cuenta
Llega el momento que muchos padres temen: la hora en la que su hijo quiere disponer de su p rimera cuenta en redes sociales. ¿Qué hay que tener en cuenta? No cabe duda de que las tecnologías de la comunicación forman parte de nuestras vidas. Además, este tipo de comunicación se reconoce como una de las causas de nuevas formas de organización social que han originado importantes cambios socioeconómicos.
Así, debemos tener en cuenta una serie de factores cuando nuestro hijo nos pide la primera cuenta en redes sociales. Cuando observamos a las familias, muchas de ellas están desconcertadas y desprotegidas frente a esta gran transformación social.
Los padres y madres ven cómo sus hijos se aficionan a estas redes con más rapidez de la prevista gracias al gran poder mediático que poseen, a su fácil manejo y a sus atractivas prestaciones, con independencia de dónde estén ubicados.
“En el mundo de las comunicaciones en el que vivimos, el que no está conectado prácticamente no está en la sociedad”.
– Díaz Gandasegui –
Primera cuenta en redes sociales: nueva vía de comunicación en la adolescencia
Los adolescentes sienten una necesidad urgente de participar en las redes sociales. De alguna forma, ser miembro de una red social ha dejado de ser una opción de ocio para convertirse en un requerimiento que permite estar en contacto con su grupo de iguales en cada instante, más allá del espacio físico.
Un sitio en el que el sentido de pertenencia a un grupo y la personalidad individual se desarrollan de un modo bastante propicio. De ahí a que los chicos demanden la primera cuenta en redes sociales a una edad cada vez más temprana.
Con todo, resulta más que evidente que las interacciones sociales que mantienen los adolescentes en las redes sociales influyen tanto en la vida familiar, como en las rutinas y espacios que se establecen en la convivencia diaria.
En consecuencia, saber gestionar la utilización de las redes sociales se ha convertido en un reto para lograr que los adolescentes desarrollen una identidad acorde con lo que realmente somos y queremos llegar a convertirnos en esta sociedad red, teniendo en cuenta la diversidad de espacios en los que debemos actuar.
Educar es primordial antes de crear la primera cuenta en redes sociales
A continuación, describiremos algunas pautas extraídas de la web “Andalucía es digital” para ayudar a los padres frente a esta situación.
Fijar unos límites
Como ocurre en la vida real, es necesario establecer unas normas de “comportamiento digital” para nuestros hijos. Al igual que saben que no pueden estar toda la noche fuera de casa, que no pueden beber alcohol, que deben comportarse bien en clase o que no deben violar las normas de tráfico.
De igual forma, hay que fijar unos límites sobre qué páginas se pueden ver en casa (y fuera del hogar) o qué uso se le puede dar al ordenador.
Compartir el tiempo antes de crear la primera cuenta en redes sociales
Muchas de las cosas que hacen en internet podemos compartirlas nosotros también: abramos un blog familiar o pidámosle a nuestro hijo que nos enseñe a usar un foro de un tema que nos interese (cocina, motor, manualidades, pintura…).
Hacer actividades juntos siempre es una buena idea y genera confianza, a la vez que estrecha las relaciones. Interactúa con tu hijo: envíale mensajes instantáneos, correos, imágenes sorprendentes, chistes… Comunícate con él a través de internet, tal y como hace con sus amigos, y déjale ver que ese también es tu mundo.
Conocer lo que les interesa
Un tema muy delicado es el de tratar de saber para qué utilizan internet nuestros hijos sin caer en el espionaje. No podemos estar siempre mirando qué escriben o qué páginas consultan; están creciendo y tienen derecho a la intimidad. Sin embargo, sin caer en estas prácticas, podemos propiciar situaciones en las que obtengamos información y eso no resulte una violación de sus derechos.
Evitar problemas
Para que este tipo de argumentos legales no sean necesarios, lo más sensato sería no tener que recurrir a ellos. Si desde pequeños enseñamos a nuestros hijos a confiar en sus padres y estos van progresivamente dándoles la intimidad que necesitan a la vez que constatan que han interiorizado los valores esenciales para desenvolverse con seguridad, entonces, preocuparse por lo que hagan o dejen de hacer no tendría cabida.
“Es recomendable que el ordenador no se ubique en el dormitorio, sino en un lugar común, de manera que mirar el ordenador no sea una invasión de la intimidad. Para ello es fundamental que el ordenador se considere un ‘bien familiar’ y que todos lo aprovechen, de manera que comprendan que no pueden apropiarse en exclusiva de él. Además, no hay necesidad ninguna de estar encerrados cuando se utiliza el ordenador”.
Normas básicas de seguridad antes de crear la primera cuenta en redes sociales
Las redes sociales y los mensajes instantáneos son algunos de los recursos más utilizados por los adolescentes. Recomiéndales que tengan cuidado con la información personal que dan en estos sitios y que no completen los datos de información personal que piden opcionalmente en los registros (información que queda expuesta a cualquier persona).
Que no den datos personales o se citen con desconocidos, que tengan cuidado con las imágenes que puedan enviar y con los comentarios que pueden hacer, etc.
“Hagamos que comprendan que dar información privada alegremente por internet es como abrir de par en par la puerta de tu casa y dejarla así, a ver quién o qué cosa entra”.
También tienen que sentir que pueden contar con nosotros si ocurre algo que les parezca extraño o que les haga sentir de forma incómoda. Nuestros hijos no deben dudar en contarnos lo que no vean demasiado claro.
Todo esto es particularmente importante en la adolescencia temprana (de 12 a 15 años), cuando aún están estableciendo las diferencias entre las relaciones familiares y el resto de relaciones.
Enseñar a proteger sus contraseñas
El uso responsable de las contraseñas es un hábito que deben tener los niños. ¡Y también los mayores! Tenemos que enseñarles que las contraseñas no se deben compartir con nadie que no sea de su más estricto círculo familiar como, por ejemplo, sus padres.
Es importante recordarles que si utilizan ordenadores ajenos como los de un amigo, la biblioteca o el cibercafé, comprueben que han cerrado la sesión completamente y que no se han guardado las contraseñas.
En definitiva, esperamos que estos consejos te sirvan de ayuda en el momento en que tus hijos quieran hacerse su primera cuenta en redes. La confianza y la prevención son claves en estos casos.
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Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.
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