¿Cómo prevenir problemas de alimentación en nuestros hijos?

Con una alimentación balanceada, rica en minerales y nutrientes, se asegura un sano crecimiento para los niños. Incorporar este tipo de alimentos a la dieta es parte del desafío de ser padres.
¿Cómo prevenir problemas de alimentación en nuestros hijos?

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 21 marzo, 2019

Muchas veces, a los padres les aqueja el hecho de no saber cómo prevenir problemas de alimentación en sus hijos. A medida que crecen, los niños se vuelven más exigentes a la hora de la comida; incluso, en ocasiones, parece que no les gusta casi nada.

Entre los alimentos que no quieren comer y aquellos que deben evitar, se van suprimiendo las opciones para su alimentación. Por arrastrar estos malos hábitos, los pequeños pueden padecer enfermedades por la baja ingesta de alimentos ricos en vitaminas y minerales.

Por otro lado, también es posible que suban de peso. Esto se debe a que comen demasiados alimentos con azúcar procesada o grasas saturadas. ¿Cómo evitar estos trastornos?

Factores que indican futuros problemas de alimentación

Los padres deben estar atentos a la aparición de estas señales; todas pueden ser un indicador de un posible trastorno alimenticio a futuro:

  • Niños de bajo peso, pequeños para su edad o los llamados prematuros.
  • Dificultad al pasar de la lactancia a la ingesta de alimentos sólidos.
  • Dolor al alimentarse o cuando los padres los obligan a comer.
  • Exceso de disciplina al alimentarse; sobre todo cuando esto se da sin compañía ni estímulos emocionales.
  • Causas traumáticas, como heridas en la boca o casos de atragantamiento; esto genera miedo al comer.
Incluir los vegetales desde temprana edad es lo mejor para prevenir problemas de alimentación.

¿Cómo prevenir problemas de alimentación en los pequeños?

Si se conoce la raíz del problema, es más sencillo poner en marcha un plan para mejorar las molestias o padecimientos que el pequeño presente. Cuando se incorpora la dieta complementaria a la par de la lactancia, esto debe hacerse de manera controlada y ofreciendo al pequeño los alimentos que tienden a rechazar de grandes.

De este modo, se acostumbrará al sabor y a la textura desde temprana edad; esto disminuye el rechazo hacia este tipo de alimentos en el futuro.

“Por los malos hábitos, los pequeños pueden padecer enfermedades por la baja ingesta de alimentos ricos en vitaminas y minerales”

¿Cómo ayudar a los niños a comer alimentos saludables?

En muchas ocasiones, a los bebés se les dificulta aceptar los alimentos nuevos. A esto se le conoce como neofobia.

Luego, ya de grandes, prefieren alimentos ricos en calorías; con ellos satisfacen el hambre fácilmente, pero no se nutren de la manera más apropiada.

Si al comer se les ofrece dulces o alimentos procesados, obviamente van a comerlos sin pensar en las consecuencias dañinas que se presentarán a largo plazo. Preferirán ese tipo de comidas y no las que de verdad requiere su cuerpo para un óptimo desarrollo.

Para erradicar este comportamiento, los padres deben dar el ejemplo en consumir alimentos saludables y evitar aquellos ricos en azúcares y grasas. 

Otro aspecto importante es hacer la hora de la comida el momento más gratificante del día. No solo por el alimento, sino por la compañía. Es necesario que el niño se sienta cómodo al comer; que disfrute tanto de su comida como del ambiente que lo rodea.

Para prevenir problemas de alimentación, es útil incluir a los niños en la planificación de las comidas.

Recomendaciones para crear buenos hábitos de alimentación

Alimentarse bien es una cuestión de hábitos. Por eso, te ofrecemos las siguientes recomendaciones para facilitar el proceso de adaptación de tu pequeño a una dieta saludable.

  • Las porciones de comida deben ser pequeñas; se puede ofrecer alguna fruta como postre y, de bebida, un vaso de agua fría.
  • Hay pequeños que son poco tolerantes a algunos alimentos, por diferentes razones. En estos casos, es conveniente no obligarlos a ingerirlos, ya que puede ocasionar reacciones adversas en el futuro.
  • Dedicar un tiempo para reposar después de cada comida. Así, se realizará adecuadamente el proceso de digestión y se evitarán problemas de estreñimiento o inflamación de los intestinos.
  •  Las comidas fuertes como el desayuno, el almuerzo y la cena deben realizarse en un horario fijo.
  • Dejar las posibles meriendas para un intervalo posterior de dos horas; preferiblemente, esta debe consistir en una fruta.
  • Con respecto a las golosinas, deben suministrarse ocasionalmente. Se puede fijar un día a la semana para dárselas.
  • Las grasas no deben superar el 40% de las comidas diarias. En tanto, las proteínas deben aportar el 20% de las calorías y debe combinarse entre origen natural y vegetal.
  • Es necesario moderar el consumo de sal y azucares al día; son dañinas para la salud.
  • Involucrar al pequeño en la realización del menú semanal puede ser estimulante. 
  • Para equilibrar las calorías que el niño consume, es necesario la práctica de algún deporte.

Si ponemos en práctica estas recomendaciones, podremos prevenir problemas de alimentación en nuestros hijos y el día de mañana, ellos nos agradecerán haberlos ayudado a crecer sanos y fuertes. Un último aspecto a tener en cuenta: ante la duda, lo mejor será consultar siempre con el pediatra. 


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