Paracetamol para niños: qué hay que saber

El paracetamol es un medicamento que todo padre puede llegar a darle a sus hijos. Sin embargo, es importante saber que no está exento de riesgos. Te lo explicamos.
Paracetamol para niños: qué hay que saber
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 12 septiembre, 2022

Sea bajo la marca que sea, este tratamiento genérico utilizado para tratar la fiebre dudosamente falta en nuestro botiquín familiar. Regularmente lo utilizamos los adultos, pero también hay presentaciones de paracetamol para niños.

Ahora bien, el hecho de que este medicamento sea genérico, de uso común y tenga pocas contraindicaciones no significa que su uso deba ser indiscriminado. Sobre todo, cuando hablamos de los más pequeños del hogar. Hay que tener cuidado con la administración de las dosis y la automedicación.

A continuación, veremos información clave que debe saber todo padre sobre el paracetamol para niños. Con las debidas precauciones, puede ser un buen medicamento para los pequeños.

¿Qué es el paracetamol y para que se utiliza?

El paracetamol o acetaminofén es un analgésico y antipirético de uso extendido. Sus nombres comerciales en España son muy variados, pero incluyen Dolocatil ® y Gelocatil ®. Es empleado para aliviar el malestar general y los recurrentes dolores de articulaciones propios de la gripe. Y en general para controlar la fiebre y otros dolores.

A diferencia de otros analgésicos, su suministro no genera efectos contraproducentes en medio de procesos virales más complejos.

El paracetamol para niños

Presentaciones de paracetamol para niños

Por lo general, las presentaciones de paracetamol para niños vienen en forma de jarabe, o tableta masticable. Estas son las más recomendadas y son fáciles de conseguir en la farmacia sin necesidad de prescripción.

Pero, además, los padres cuentan con una tercera opción en caso de que un niño no quiera tomarla vía oral: el supositorio.

Con respecto al supositorio, existe una concentración adecuada según la edad y el peso. Por ejemplo, los niños de 6 a 36 meses de edad solo pueden utilizar paracetamol de 80 miligramos. Un supositorio podrá ser suministrado cada 6 horas.



Contraindicaciones del paracetamol

La mayor ventaja de este medicamento es que casi no posee contraindicaciones. La única población de riesgo son los niños con enfermedades hepáticas o problemas de desarrollo en el hígado. En dado caso, se debe consultar a un doctor antes de suministrar el medicamento.

Los pacientes con antecedentes de reacción alérgica por el uso de este medicamento tampoco pueden utilizarlo. Pero restando estos dos casos, casi todos los pacientes pueden recurrir a esta fórmula. Incluso los pacientes alérgicos a los antiinflamatorios rara vez experimentan alergia al también denominado acetaminofén.

Los niños con cuadros virales pueden utilizarlo con seguridad, así como también las mujeres embarazadas y los infantes durante la lactancia. Los bebés menores de 6 meses no deben tomarlo, al menos que el doctor indique lo contrario.

Es importante tener en cuenta que hay varias preparaciones comerciales que incluyen paracetamol o acetaminofén junto con otros componentes. Hay que consultar si pueden consumirse, ya que los medicamentos necesarios varían según la condición que presente el niño o bebé.

Efectos adversos

A pesar de que el paracetamol tiende a ser un medicamento bien tolerado, no hay que olvidar de que todo fármaco es capaz de desencadenar reacciones adversas. Las más frecuentes tienden a ser malestares gastrointestinales, aunque por lo general ceden rápidamente.

Una sobredosificación de acetaminofén o paracetamol, o inclusive el uso de dosis regulares en pacientes con insuficiencia hepática, puede provocar graves efectos. El más importante es la insuficiencia hepática en el contexto de una intoxicación.

Esto puede ocurrir por muchas situaciones: accidente (cuando el niño encuentra el jarabe y se lo toma por su cuenta), error de los padres o cuidadores (en situaciones de prisa o malos cálculos), desconocimiento o inclusive error de indicación médica.

Según un estudio, esto es frecuente en niños mayores de 6 años cuando consumen una dosis de 150 a 200 miligramos por kilo de peso corporal, especialmente en un período corto de tiempo.

Sin tratamiento, los síntomas tempranos son leves (malestar general y vómitos), y los más tardíos (72 a 96 horas después) incluyen coloración amarillenta de la piel (ictericia), problemas hemorrágicos y neurológicos.

Hay medidas básicas y medicamentos capaces de revertir los efectos de esta intoxicación si se actúa de forma temprana. Por ello es importante reconocer la situación rápidamente y acudir a los servicios de urgencias.

Precauciones

Si el niño no tiene ninguna contraindicación, vale la pena seguir las siguientes precauciones de cara a evitar problemas con las dosis:

  • Asegurarse de que no haya recibido el mismo medicamento en las horas previas, inclusive aunque el nombre comercial sea distinto.
  • Verificar que no se encuentre vencido.
  • En caso de adminstrar un jarabe, comprobar que la concentración de la suspensión sea la adecuada según la indicación médica o guía de referencia.
  • Nunca dar más de 5 tomas al día.
  • En caso de vomitar en los minutos siguientes a la administración del medicamento, es posible dar una segunda dosis después de manera compensatoria.


¿Cómo se calculan las dosis correctas de paracetamol para niños?

Básicamente, la concentración del medicamento y las características del niño son las variables a considerar al momento de preparar la dosis adecuada. También podemos utilizar la edad si esta nos da una referencia aproximada sobre los kilogramos.

Cómo calcular la dosis de paracetamol para niños

Así, los niños de 11 a 16 kilos pueden tomar una dosis de 5 mililitros si el jarabe tiene una concentración de 160 miligramos en 5 mililitros. Si su peso oscila entre los 16 y 21 kilogramos la dosis será de 7,5 mililitros si se mantiene dicha concentración.

Los pequeñines que pesen de 22 a 27 kilogramos deberán ingerir una dosis de 10 mililitros si el medicamento es de 160 miligramos en 5 mililitros. Como podemos observar, todo dependerá del tipo de presentación: pastilla masticable, jarabe o, incluso, supositorio.

Una fórmula que no falla

Pero hay una forma bastante sencilla de calcular la dosis exacta que debe ser suministrada al niño según su peso. La misma se resume en una fórmula matemática: peso del niño + mitad del peso del niño / 10.

De esta forma, si un niño pesa 10 kilos le sumamos 5 kilos y esto nos da un total de 15 kilos. Luego lo dividimos entre 10 y tenemos 1,5 mililitros. Esta es la cantidad de jarabe que le toca ingerir al niño por cada 6 u 8 horas.

En resumen, este es un medicamento seguro, de pocas contraindicaciones y bastante confiable para ser usado en niños. Quizás su único punto bajo es que no tiene función antiinflamatoria. Pero de igual manera es muy efectivo para controlar el malestar general.


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