Método Robinson para aprender a estudiar

El método Robinson para aprender a estudiar es uno de los mejores métodos utilizados a nivel mundial.
Método Robinson para aprender a estudiar
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Escrito por Elena Castro

Última actualización: 18 marzo, 2019

“¿Cómo se enseña a los hijos a estudiar?” “¿Cuál es el método correcto?” “¿Depende de la asignatura?” Estas son las preguntas que se hacen padres y madres cuando sus hijos empiezan a estudiar. Por eso, vamos a explicar una de las mejores técnicas del mundo para aprender a estudiar: el método Robinson.

 ¿Qué es el método Robinson?

El método Robinson es una técnica de estudio muy común en Estados Unidos, también conocida como EPL2R o SQ3R por las siglas en español e inglés de las fases que comprende. En general, consiste en mejorar la comprensión lectora de una forma eficaz.

Debido a que se centra en la comprensión del contenido, el método Robinson puede utilizarse para estudiar cualquier asignatura. Esta es la razón por la que es uno de los mejores métodos para aprender a estudiar, ya que los demás no son tan versátiles.

¿En qué consiste el método Robinson?

El método Robinson consiste en cinco fases que se pueden adaptar fácilmente a la asignatura que haya que estudiar. Es un proceso muy intuitivo, por lo que es sencillo de asimilar.

Examinar o explorar (survey)

Se trata de echar un primer vistazo al contenido que tenemos que estudiar. En esta fase hay que centrarse en la estructura y los conceptos generales. Además, en la educación primaria estos conceptos suelen aparecer en negrita para facilitar la comprensión.

De esta forma, tendremos una idea general y estaremos más receptivos para asimilar el contenido, ya que no partimos de cero. Según la extensión, unos minutos serían suficientes.

Método Robinson para aprender a estudiar.

Preguntar (question)

No se trata de preguntar dudas porque todavía no hemos hecho una lectura en profundidad, sino de cuestionar el contenido. Afrontar el texto de forma activa es la clave del método Robinson.

“¿De qué trata?” “¿Cuál es la finalidad del texto?” “¿Cuál es la intención del autor?” “¿Conozco los conceptos principales?” Este tipo de preguntas desarrollan el pensamiento crítico, una habilidad clave en niveles más avanzados.

Leer (read)

Ahora sí que estamos listos para leer todo el texto en profundidad. Y todo es todo: títulos, texto, referencias, fórmulas, notas, pies de foto, gráficos… Además, tenemos que responder a las preguntas anteriores.

Si combinamos esto con resaltar el contenido más importante y hacer anotaciones, continuamos con un estudio activo y más eficaz. El hecho de implicar más sentidos y de producir nuestro propio texto a partir del original ayudará a retener más información durante más tiempo.

Recitar (recite)

Decir en voz alta nuestra versión de lo que estamos estudiando no supondrá gran esfuerzo. ¿O sí? Si hemos dedicado el tiempo y esfuerzo necesario en el paso anterior, no debería llevarnos mucho tiempo. Sin embargo, aprenderse algo de memoria no sirve a largo plazo, ya que tendemos a olvidarlo en muy poco tiempo.

La clave está en contarlo porque, al igual que ocurre con las historias, el contenido tiene que tener sentido. Si todas las ideas están conectadas mediante relaciones lógicas, será mucho más sencillo de recordar.

La mejor forma de saber si este paso se ha hecho correctamente es recitar delante de otra persona. Si esa persona comprende lo que le cuentas, habrás hecho un buen trabajo. Este paso es el más importante cuando se empieza a enseñar el método Robinson a los niños.

Repasar (review)

Debería ser suficiente con los pasos anteriores, pero la verdad es que al día siguiente apenas recordaremos la mitad de lo que hemos estudiado. Y, si no repasamos en una semana, casi todo el trabajo se habrá esfumado.

Por eso es tan importante empezar a estudiar con tiempo, porque para afianzar el contenido tenemos que repasar varias veces en diferentes días.

Método Robinson para aprender a estudiar.

Consejos sobre el método Robinson

Además de conocer el objetivo de cada fase del método Robinson, hay que tener en cuenta que no todas las asignaturas ni todos los niveles de educación tienen la misma dificultad.

Por ello, cuanto más difícil sea lo que haya que estudiar, más tiempo y más descanso habrá que dedicarle. De nada sirve estudiar durante horas cuando estás distraído.

En este sentido, la organización y la concentración juegan un papel fundamental. Algunos factores como tener un hábito de estudio, un horario y un lugar determinados para estudiar, también ayudarán a mejorar los resultados del método Robinson.


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