¿Qué país tiene el índice de la maternidad más tardía?
La maternidad más tardía se ha convertido en un hecho rotundo en varios países europeos. Y es que, el momento en el cual las mujeres deciden convertirse en madres se ha postergado cada día más en función del contexto social y las distintas variables. Por ejemplo, hoy en día las mujeres procuran conseguir la realización de todos sus objetivos personales antes de plantearse tener un bebé.
Se trata de una cuestión de prioridades. Entre las más destacadas se encuentran: la culminación de los estudios, la obtención de un empleo, el desarrollo de una vida profesional y la vida en pareja.
Sin embargo, existen defensores y detractores de la maternidad tardía. Esto abre el debate acerca de qué es lo mejor a nivel individual, pero a nivel colectivo, la maternidad tardía acarrea varias consecuencias.
Situación social
A pesar de que durante muchos años se creyó que los países que tenían la maternidad más tardía eran los escandinavos, en realidad no es así. Existe una tendencia social global notoria desde hace una década que ha llevado a la mujer a reorganizar sus prioridades, con lo cual, queda en evidencia que la maternidad ya no está entre las primeras. Al menos no en Europa.
Mientras que un gran número de mujeres posterga la maternidad, otras optan por pasar de largo directamente. Todo apunta a que el hecho de ser madre ya no es un símbolo inequívoco de realización personal ni eleva el estatus social.
Países con la maternidad más tardía
En Europa se ha evidenciado que España e Italia son los dos países que cuentan con una maternidad más tardía; siendo la edad promedio de 31 años. Y según la agencia Eurostat, se ha registrado un porcentaje elevado en Italia de madres primerizas a los 40 años.
Asimismo, en ambos países se ha constatado que las mujeres prefieren tener menos hijos. Por esta razón, la tasa de fecundidad en España se sitúa en tan solo 1,34 nacimientos por mujer. Por otra parte, los datos revelan que entre los años 2010 a 2015 la maternidad tardía en España aumentó y en consecuencia, esto llevó al país a superar a otros.
Estadísticas de España
A mediados de los años 80, la edad en que las mujeres españolas tenían su primer hijo tenía una media de 28, 2 años. Y para el año 2014, la edad se eleva llegando a 32, 2 años.
Para el año 2015, el Instituto Nacional de Estadísticas vaticinó que la población de España (y de otros países con la misma tendencia) envejecerían en poco tiempo, con lo cual se cruzaría la línea roja del crecimiento demográfico. Esto creó cierta alarma.
Por otra parte, las estadísticas revelan que en el año 2012 hubo tres veces más embarazos en mujeres de más de 40 años de edad que en el año 2000. Esto que muestra que las mujeres españolas continúan postergando el momento de ser madres.
En otros países
En otros países la maternidad tardía también se convertido en una tendencia notable. Italia registró una cifra promedio de 31 años; Luxemburgo se mantiene en los 30,5 años; Grecia 30,3 años; Irlanda 30,1; seguidos de cerca por Portugal, Reino Unido, Chipre, Francia, Finlandia, Alemania.
En los Estados Unidos también se observa un alto índice de maternidad postergada. Por ejemplo, según el informe del Centro Nacional de Estadísticas, la edad promedio para el primer parto de la mujer aumentó de 21.4 años en 1970, a 25 años en 2006.
Maternidad tardía
Este escenario ha venido a ser una fuente de preocupación social, ya que se considera que en algún momento, la población laboral disminuirá dramáticamente, lo cual afectará la calidad de vida en los países.
A pesar de que la maternidad más tardía en varios países parece ser un problema social que preocupa a los gobiernos, los movimientos migratorios han favorecido, en cierta medida, el crecimiento demográfico en muchos países. Por esta razón, el debate acerca de si la maternidad tardía es realmente una amenaza o no para las naciones aún se encuentra abierto.
Un nuevo escenario para la maternidad
Las dinámicas de crecimiento varían según las circunstancias y estas siempre repercutirán en el ámbito social. Y aunque exista una gran preocupación por el futuro de la población, hay que tener en cuenta que el escenario siempre puede cambiar. Sí, se ha postergado el momento de tener hijos y el número de estos por mujer; pero también existen excepciones a la regla.