
Una de las preguntas más cuestionadas por los padres cuando tienen un hijo es cuándo empezar a ofrecer agua a los bebés, ya que beber agua es fundamental para cada etapa de la vida. En este artículo te lo explicamos.…
Un bebé es la criatura más receptiva del mundo. Todo el está necesitado de estímulos, de afectos, de caricias y por encima de todo, de palabras. Aún más, cada cosa que escuche va a dejar una huella imborrable en su cerebro, de ahí, que debamos ser esos maravillosos artífices de ese amor que se entiende por el tono y que guía por la calidez de una voz que arropa y estimula.
Quien piense que hablarle a un recién nacido es tontería no solo se equivoca. Sino que además, contribuye a crear carencias y a poner frenos al proceso comunicativo de un niño. A los bebés hay que hablarles cara a cara, hay que hablarles mucho, cantarles, susurrarles, explicarles cuentos… A pesar de no descifrar aún el misterio de las palabras, son hábiles traductores de emociones y pequeños pioneros en el proceso del lenguaje.
Día a día y mes a mes dotarán de significado ciertas palabras, hasta que casi sin saber cómo, entiendan frases para después, ser ellos mismos quienes comuniquen cosas con su idioma propio. Todo este fantástico proceso debe darse en un entorno favorecedor, afectuoso y cercano.
Porque aunque no lo creamos, todo lo que el recién nacido escuche va grabarse en un cerebro que está desarrollándose en base a esa interrelación continua. Así pues, no lo dudes, lo estás haciendo bien. Si eres un papá o una mamá de los que nunca dejan hablarle a su bebé, tu hijo es todo un afortunado.
Te explicamos por qué.
Somos conscientes de que un recién nacido pasa la gran parte del tiempo dormido. Sin embargo, a lo largo de esas primeras semanas y meses de vida, disponemos de instantes maravillosos con los que iniciar ese mágico proceso con el cual, estimular el desarrollo cerebral del niño mediante el lenguaje.
La voz de mamá tiene poder y ha estado ahí siempre, mucho antes incluso de que ese bebé llegara al mundo. Un niño ha pasado 9 meses en el viente de esa mujer que ahora lo mece, lo atiende y lo alimenta.
Las madres maravillosas y los padres excepcionales son aquellos que educan con afecto y dejan huellas de amor en el cerebro de sus hijos
La comunicación con un bebé debe reforzarse con gestos y un tono de voz adecuado. De este modo, consolidamos el lenguaje verbal con el no verbal y actuamos a su vez, como favorecedores de emociones positivas.
Otro dato interesante que no podemos olvidar es comprender el propio proceso comunicativo de nuestros hijos. Un bebé también hace gestos, muecas y emite sonidos. Una forma de reforzar el lenguaje es imitando nosotros sus gestos y sus sonidos, de esta forma, les hacemos ver que los entendemos, que cada cosa que hacen y dicen es importante y valorada.
El modo en que un adulto habla con un bebé se llama «babytalk». Esta palabra inglesa define al fin y al cabo algo que la mayoría de padres y madres ponen en práctica cada día.
Para concluir, tienes infinitas razones para comunicarte desde el minuto «O» con tu bebé. Desde el primer momento en que llegan al mundo y los sostienes piel con piel contra tu pecho, ellos te necesitan. Y te necesitan también para aprender a comunicarse.
Así pues, recuerda, todas esas primeras palabras dejarán huella en el cerebro e iniciarán el camino para el dominio de un idioma, y para entender el mundo a través de una voz cálida que le demuestra siempre y en cada momento, un afecto infinito.