Las fases del sueño infantil

El sueño infantil no solo es positivo para la regulación y reparación del organismo, sino que incluso hace posible controlar la energía y la temperatura corporal. En el ámbito mental, el niño asimila lo que ha aprendido durante el día.
Las fases del sueño infantil
Francisco María García

Escrito y verificado por el abogado Francisco María García.

Última actualización: 25 junio, 2020

Las fases del sueño infantil contribuyen con la regulación y reparación del organismo, de esta forma, se permite controlar la energía y la temperatura corporal. Por ello, es preferible que el bebé vaya a su propio ritmo.

El descanso de nuestro bebé se verá favorecido si respetamos esas fases del sueño infantil. Si intentamos cambiarlas, no solo tendremos que hacer más esfuerzo, sino que podremos perjudicar su desarrollo. Es durante el sueño cuando se fijan los recuerdos y se asimila lo aprendido. El organismo se fortalece y el niño madura mental y físicamente.

Para comer con frecuencia

Las dos fases del sueño infantil son distintas a las cinco del adulto. La razón es que el organismo del pequeño necesita alimentarse con frecuencia, de ahí que despierte con facilidad por las noches para comer y seguir durmiendo. Algunas veces abre sus ojos buscando el calor de mamá.

Las fases del sueño infantil

La variación de las fases del sueño infantil dependerá de la edad. Hay ciclos de sueño superficial y otros son más profundos.

  • En el sueño REM el cerebro se mantiene activo. Es un período corto en el que hay movimientos oculares rápidos. El bebé se encuentra en una especie de semialerta y es muy fácil que se despierte. Suele prolongarse por unos 90 minutos. 
  • En el lado contrario está el sueño NO REM. Se trata de una fase profunda, tranquila y un poco más larga. Durante la noche, ambas se alternan, por lo que el niño puede despertar y a los pocos minutos dormir profundamente. Así completará el descanso nocturno de 8 horas.

Estas fases también dependen de la salud del niño y de su desarrollo. La salida de los dientes, por ejemplo, puede interrumpir el descanso con frecuencia.

Fases del sueño infantil.

 Según la edad

A medida que el bebé crece, las fases de sueño REM disminuyen. A los dos meses puede dormir tranquilo por períodos de una hora y comer cuando le entre hambre. Así pues, no distingue el día de la noche.

  • A partir de los 4 meses puede dormir períodos de tres o cuatro horas seguidasA los seis meses comienza un periodo en el que dormirá más tiempo, pero no ocurrirá cada noche.
  • Será a los 7 meses cuando logre adquirir otras fases del sueño para hacer un total de cuatro. La última es la del sueño profundo. Desde los 8 a los 24 meses preferirá dormir más, tranquilo y profundamente. Le despertarán las pesadillas o los ruidos y no el hambre. Las ganas de hablar o gatear también pueden alejar el sueño.
  • Cerca del año el bebé comienza a despertar durante lapsos cortos. Estos microdespertares se consideran una respuesta al estado de alerta en el que se mantiene permanentemente el ser humano. Pueden extenderse hasta los cuatro años y se consideran normales. Muchas veces incluyen miedos nocturnos, pesadillas o ruidos.
  • Entre los 3 y los 6 años el sueño del bebé se comportará como el de un adulto. Controlará los horarios y no se despertará a menos que el miedo lo invada o sea sonámbulo. En estos casos, suelen pedir a sus padres más compañía. La lectura de un cuento o una canción interpretada por papá o mamá será una excelente opción.

Respetar el patrón de sueño en los niños

Para evitar que estos intervalos se conviertan en una costumbre, no hay que interrumpirlos. Será un esfuerzo titánico intentar que el niño concilie el sueño cuando no le corresponde. Hacerlo a su propio ritmo facilitará las cosas y evitará rabietas, de ahí que modificar el patrón de sueño de los niños, antes que sano, sea muy perjudicial.

Si el bebé no duerme bien, padecerá problemas físicos y mentales en el futuro. Está demostrada la importancia en los pequeños de que duerman bien y lo suficiente.

Fases del sueño infantil.

Un ambiente apropiado

Es necesario crear el ambiente apropiado para que el niño esté cómodo y duerma según su propio ritmo. Estate atento al momento en el que se despierte y cuando quiera dormir para evitar que el bebé busque su propia rutina.

Las fases del sueño infantil deben respetarse. Cada una tiene su razón de ser y están ajustadas a los requerimientos del organismo del bebé. El descanso contribuye a reparar y también a regular el organismo del niño. Además, permite organizar los conocimientos y los recuerdos. No solo se alimenta al despertar, sino que aprende y madura cuando duerme.


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