La psoriasis en niños, ¿qué es y cómo les afecta?
Si tu hijo se acerca a ti y te muestra una mancha roja con una especia de escama plateada encima, puede ser un signo de psoriasis. Otros síntomas son el dolor y mucha comezón. Aunque es una enfermedad que suele presentarse en personas adultas, también afecta a los niños. ¿Qué cosas debes saber de la psoriasis en niños?
Lo primero que tienes que tomar en cuenta es que esta enfermedad no es contagiosa. Por ese motivo, no tienes por qué excluir a tu hijo del resto de la familia, ni tampoco de jugar con sus amigos.
No obstante, a pesar de que no es contagiosa, la psoriasis produce una sensación de repulsión en las personas y en los demás. Por eso, curar a tu hijo de esta enfermedad es importante para que no se vea afectado psicológica y emocionalmente.
¿Qué es la psoriasis?
Esta es una enfermedad crónica de la piel que está asociada al sistema inmunitario. A pesar de no ser contagiosa, sí puede llegar a ser hereditaria. Se reconoce por la inflamación de la piel: esta se torna a un color rojizo con placas o escamas de color grisáceo que van creciendo poco a poco.
Zonas afectadas por la psoriasis
Las escamas o placas producidas por la psoriasis pueden ser de diferentes tamaños, de tal manera que tu niño podría tener psoriasis en una pequeña zona sin que nadie se de cuenta. A la vez, también podría afectar una gran parte de su cuerpo. Las zonas más frecuentes donde suele aparecer la psoriasis en niños son:
- El cuero cabelludo: usualmente con pérdida del cabello en la zona afectada.
- La cara: frecuentemente en las quijadas y en mejillas.
- Los codos y las rodillas.
- Las uñas.
Además, puede salir en otras partes del cuerpo. En los niños, la mayoría de las veces aparece como si fuera una salpicadura.
¿Por qué mi niño tiene psoriasis?
Las razones de la psoriasis en los niños no están definidas, pero sí se conoce que tiene una fuerte relación con el estado en el que se encuentra el sistema inmunitario. Este se ve afectado porque los linfocitos T, que tienen como misión proteger el organismo, atacan a la piel como si se tratara de una herida o una infección.
En consecuencia, se produce un cambio de las células de la piel de forma acelerada. Esto produce como resultado las escamas en la piel. Sin embargo, se han corroborado algunas posibles razones:
Estrés
A pesar de su corta edad, el niño podría estar sufriendo estrés por diferentes motivos: la relación con sus compañeros de clase o sus hermanos, presiones escolares o deportivas, entre otras.
“La psoriasis no es una enfermedad contagiosa, pero puede causar repulsión en las demás personas y afectar así a la vida social de los niños”
Frío
El exceso de frío también puede ocasionar la psoriasis en niños. Esto se debe a que los infantes tienden a permanecer más en la casa en climas fríos, por lo que no se exponen al sol, que es una buena medicina para controlar la psoriasis.
Genética heredada de los padres
Aunque no se ha demostrado terminantemente que la enfermedad se transmita por algunos de los padres, se estima que si tú sufres esta enfermedad, tu hijo tiene un 50% más de probabilidades de padecerla también.
Irritaciones en la piel
Si tu hijo ha sufrido de quemaduras, se cortó mientras jugaba, recibió arañazos de animales o sufre de erupciones, debes tener mucho cuidado. Todas estas irritaciones en la piel aumentan las probabilidades que tu hijo pueda sufrir psoriasis.
¿Cómo curar la psoriasis en niños?
Lamentablemente, hasta ahora la psoriasis no tiene cura. Por ello, es una enfermedad crónica que puede desaparecer y reaparecer cuando menos te los esperes. No te asustes: existen muchos tratamientos eficaces con los que podrás controlar esta enfermedad en tu hijo.
Estos son algunos de estos métodos:
- Si la psoriasis es leve, se pueden usar cremas hidratantes o baños de avena para contrarrestar la comezón y la irritación (se recomienda este método en los bebés).
- La exposición a la luz solar es clave para aliviar la psoriasis, pero mucho cuidado al exceso de sol, ya que podría empeorar la situación de tu hijo.
- La fototerapia, en la que el niño recibirá luz artificial junto con antibióticos que eliminen las bacterias más rápido.
Recuerda: debes estar al lado de tu hijo en todo momento para ayudarlo a tener un buen autoestima y aprender a vivir con enfermedad. Es importante acatar las sugerencias médicas: de esta manera le será más fácil combatirla.
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